Capítulo 40

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- I passeggeri legati a Venezia fissano le cinghie. (Pasajeros con destino a Venecia, abróchense los cinturones.)

- ¿Acabo de oír Venecia?- pregunté mirando a Paulo emocionado y él me sonrió.- ¿Me vas a llevar a Venecia?

- Sí, ¿Te gusta?

- Claro que me gusta, me encanta.- le sonreí y abracé mientras que él reía.- Eres el mejor.

- Gracias, gracias.

Me separé de él sin parar de sonreír y me aferré al asiento emocionada, mirando por la ventanilla esperando a que el avión se eleve. Cuando ya estábamos en el aire, Paulo volvió a darme la mano y me apoyé en su hombro para dormir en el viaje.

Sentí como me movían y al despertar me encontré con sus perfectos ojos verdes mirándome mientras que me sonreía. Me quité de su hombro y le sonreí igual.

- Ya llegamos.

- Genial.

Esperamos a que el avión tocara tierra y a que nos avisaran de que podíamos levantarnos. Salimos del avión y entramos en el edificio para volver a tener nuestras maletas y salir del aeropuerto. Allí nos subimos a un taxi que, después de hacerse una foto el taxista con Paulo, nos llevo hasta una embarcación.

- ¿Ya? ¿Tan rápido?

- Así iremos al hotel.

- ¿Está al lado del agua?

- Sí, cerca de uno de los puentes, te gustará.

Le sonreí y nos subimos a un taxi acuático que nos llevo hasta otra embarcación para salir y poder entrar ya en el hotel. Era precioso y con aspecto de lujoso. Nos dieron la llave de la habitación y acompañaron hasta la puerta.

Paulo metió la llave y abrió la puerta. Había solo una cama y una gran ventana que, al asomarte, podías ver uno de los puentes. Había una televisión de plasma delante de la cama, el baño estaba a la izquierda y era bastante amplio.

- ¿Te gusta?- me preguntó Paulo mirándome.

- Me encanta.- le sonreí y él hizo lo mismo.

Empezamos a colocar las cosas mientras hablábamos y reíamos hasta que todo estaba listo y salimos a buscar un sitio donde comer, ya que estuvimos toda la mañana en la habitación.

- Anda que tú también, traerme a Venecia en invierno.

- Pero te gusta, ¿O no?

- Por supuesto que me gusta y además, hacer turismo contigo es bastante divertido.

- Gracias, gracias.- reí levemente al ver como hacia una pequeña reverencia mientras estábamos en una de las mesas de un restaurante.

Después, ya que por suerte hacia buen tiempo, empezamos a recorrer Venecia viendo algunos sitios y decidiendo que a la noche nos subiríamos a una góndola, ya que decían que sería todo más bonito.

Nos recorrimos los sitios más famosos y bonitos de Venecia hablando sobre nosotros y riéndonos como unos niños mientras pasaba el día. Antes de ir a la góndola, volvimos al hotel para arreglarnos y después fuimos a cenar.

- ¿Lista?

- Sí.- le sonreí y nos subimos a la góndola, empezando a navegar por los canales.- Esto es precioso, Bruno.

Me coloqué delante de toda la góndola, sentada y observando como poco a poco el cielo, que estaba tan luminoso, se iba oscureciendo. Pasamos por varias calles hasta que vimos un gran puente, el puente de los suspiros.

- Martina.

- ¿Sí?- miré hacia atrás y Paulo se sentó a mi lado, tomando mis manos.

- ¿De verdad que te está gustando esto?

- Claro, buena compañía y en una buena ciudad.- él sonrió mirando hacia el suelo.- ¿Por qué?

- Porque temía que no fuera el lugar perfecto pero ahora sé que lo es y estamos en el mejor momento.

- ¿El lugar perfecto y el mejor momento para qué?

- Para pedirte que, después de saber todo, si quieres ser mi novia.- dijo mirándome a los ojos y en mi rostro se fue formando poco a poco una sonrisa.- ¿Qué me dices? ¿Quieres ser la chica Dybala?

- Por supuesto que quiero.

Él sonrió y fui yo ahora la que se acercó a él para poder besarle justo en mitad de cuando pasábamos aquel gran y precioso puente, puente donde si te das un beso con tu pareja al parecer será amor eterno.

Estuvimos un tiempo más hasta que se empezó a notar de verdad que era invierno por el frío. Salimos de la góndola y fuimos al hotel. Llegamos a la habitación y los dos nos tumbamos en la cama, él mirando la televisión y yo hablando por mensajes.

Locos Madrileños😂🎉

Señoras y señores.

Aquí está la chica Dybala 😊

Sarita- NOOOOOO

Avioneta- Al fin.

Zoe- Vamos a hacer una fiesta.

Migue- SÍ JODER AL FIN VAMONOS A CELEBRARLO.

Sarita- Pensé que te quedarías soltera para siempre.

Sarita- Como yo.

Avioneta- Sueña.

Zoe- Es que con un chico al lado como Paulo...😏

Migue- Y como nosotros.

Avioneta- Exacto

😂

Sarita- Sigan soñando.

Zoe- 😂😂😂

Avioneta- Ala.

Avioneta- Cuanta envidia.

Migue- ☹️

Que no, bobín.

Que vosotros también sois guapo...😂😂

Sarita- 😂😂

Zoe- 😂😂

Migue- 😑

Avioneta- 😑

- ¿Con quién hablas?- preguntó él sin apartar la mirada del televisor.

- Con mis amigos.

Dejé el móvil en la mesilla y me di la vuelta, mirándole sin que se diera cuenta hasta unos segundos después. Él giró su cabeza hacia mí para mostrarme su perfecta sonrisa. Le miré a sus ojos, hundiéndome en ellos sin perder de vista sus movimientos.

- ¿Qué tanto me mirás?

- ¿No puedo mirarte?

- Puedes, pero me pones nervioso.

- Es que eres demasiado guapo para no mirarte.- él sonrió aún más y me acerqué, parando antes de besarle.

- ¿A qué esperas?

Sonreí y terminé de acercarme a él, besándolo y él, para que estuviera más cómoda o por su interés, empezó a girarse hasta quedar él encima de mí. Pero no quería ir rápido, así que me separé de él mordiendo suavemente su labio inferior.

- Está bien, te esperaré hasta que vos quieras.- dijo sabiendo por qué había parado y le sonreí sabiendo que me había tocado la lotería con él.

- Buenas noches, Bruno.

- Buenas noches, doble zeta.

Se quitó de encima de mí y apagó la televisión antes de que me colocara en su pecho y dormir abrazada a él.

Friends (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora