Capítulo 21

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- Ya llegué del entrenamiento.

- Yo sigo con lo mío.

- Me llenaste la mesa de papeles.- apareció todo sudado y soltó su mochila deportiva.- ¿Cómo vas con eso?

- Buen comienzo, creo.

- Me voy a duchar y hago yo la comida hoy.

- Vale.

Me sonrió y llevó sus cosas a su habitación, al poco rato oí la ducha y seguí con mis cosas hasta que le vi ir a la cocina ya cambiado. Recogí todo, metiéndolo en un maletín que tenía y fui a ayudarle a la cocina a ayudarle.

Entre risas, acabamos llenos de comida, más que en los platos. Comimos y se tumbó en el sofá a dormir mientras que yo seguía trabajando sin parar. Me gustaba Italia, pero intentaré terminarlo rápido para poder volver con mis amigos y familia a España.

- ¿Qué hora es?

- Te queda poco para el entrenamiento.

- Me voy a morir...- susurró tapándose la cara con las manos y yo reí.- Vos solo tenés que estar sentada y...

- Y mirar millones de papeles que cuestan de comprender, así que no te quejes y levántate para prepararte.

- Por suerte la próxima semana no habrá tantos entrenamientos...

Se levantó sin ganas del sofá y subió a por sus cosas, bajando después para despedirse de mí e irse. Nada más marcharse, puse algo de música y seguí con el trabajo hasta que en mi ordenador que había traído desde España, alguien me llamaba por Skype.

- Ya tardabas.

- ¿Qué tal fue tu primer día?

- Ayer acabé jugando ha fútbol con algunos de la Juve y hoy solo trabajo.

- ¿E Higuain? ¿Cómo te trata el argentino?

- Bien, pero tranquilo, que Miguel solo hay uno.

- Eso quería oír.- me guiñó un ojo y yo reí.- Te dejo seguir trabajando, yo también debería estar ya en la obra.

- Pues corre.

- Adiós.

- Adiós, bobín.

Le sonreí antes de terminar la llamada y seguir con el trabajo hasta que ahora me llamaban por el móvil. Era el que debería de estar entrenando en vez de llamándome.

- ¿No deberías estar corriendo o haciendo algo?

- Doble zeta, que ya es de noche, ¿No lo ves?

- Pues...no lo vi.- dije mirando por la ventana, sí, estaba anocheciendo.- Estuve trabajando todo el día.

- Así normal.

- Bueno, ¿Qué quieres?

- A Paulo se le ocurrió una cena, ¿Te vienes?

- ¿A dónde?

- A su casa, voy a por ti y vamos, ¿Te parece?

- Estoy en pijama y con pelos de loca.- era cierto, llevaba mi pijama entero de pingüino y un moño en el pelo hecho con un lápiz.

- Da igual, vos estás linda hasta así.

- Así cualquiera te quiere de compañero.

- Sí, compañero...bueno, ¿Qué?, ¿Te vienes?

- Pero...

- No hace falta que vayas elegante eh, es una cena de amigos y así conoces a los demás.

- Está bien, pero la próxima vez avísame antes.

- Dale, vete ya a cambiar.

- Chao.

Terminé la llamada y subí las escaleras, yendo a la ducha para cambiarme y ponerme un jersey granate con un pantalón negro y unos botines. Quité el moño y me volví a recoger el pelo en una coleta justo cuando sonó la puerta.

- ¿Martina?

- Que raro que me llames Martina y no doble zeta.- me asomé por las escaleras, él me sonrió y bajé.- ¿Nos vamos?

- Claro, Martina.

Reí levemente saliendo con él de la casa mientras acomodaba el pequeño bolso donde llevaba solo el móvil. Subimos a su coche y nos llevó a una casa, supongo que la de Paulo. Bajamos y llamó a la puerta, abriendo Anto.

- Chicos.- nos abrazó.- Cuanto tiempo, Martina.

- Mucho, Anto.

La sonreí y nos dejó pasar a una casa con aspecto familiar y moderna. Tenía algunas fotografías de él con amigos, supongo, con Anto, con su familia, etc. Pasé detrás de Higuain hasta el salón, donde estaban Paulo, Cuadrado y la que supongo que sería su mujer, además de dos mujeres y dos hombres que no conozco de nada, solo a uno, a Buffon.

- Yo te traduciré todo, ¿Vale?

- Sí, por favor.- sonreí a Higuain nerviosa y él respondió intentando calmarme, dándome la mano.

Nos sentamos cerca de los que sabían español y como me dijo Higuain, me tradujo todo lo que iban hablando los italianos. Después de la cena, Higuain no aguantó más el cansancio y me fui junto a él a casa.

Nos dimos las buenas noches cuando llegamos y él fue el primero que subió a dormirse mientras que yo recogía un poco todo lo que había en la mesa. Subí después y me quedé en la cama hablando con mis amigos y con mi hermano por mensajes.

Paulo Bruno

¿Qué te pareció?

¿Qué?

La casa, boluda.

Eh.

Sin insultos.

Pelotudo.

Habló.

Me pareció bonita.

¿A qué viene esa pregunta 😂?

Solo quería un tema para hablar con vos.

No sabía cómo responder a eso, con Higuain se me habría ocurrido cualquier cosa, pero siempre que Paulo decía algo de eso, nunca le contestaba y dejaba que siguiera hablando.

Paulo Bruno

¿Seguís ahí?

Sí.

Aquí estoy 🙂

Vení mañana al entrenamiento.

Por favor.

¿No puede ir Anto o qué?

😑

¿Y vos no podés venir?

Está bien.

Iré si puedo.

Y si no pues quedaremos luego 🙂

¿Qué?

Paulo.

¿Sigues allí?

Te desconectaste 😑

Pelotudo.

Friends (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora