Friends (Paulo Dybala)

Capítulo 112(Final)

- Tú puedes, Martina, ¿Estás lista?

- ¿Qué dices? Acabo de despertarme y tengo más ganas de siesta, ¿Puedes ser algo más directa, mamá?

- Hija, que hoy te casas, ¿Te acuerdas?

- Oh sí... ¡¿Qué?!

- Venga.

Me levanté y al parecer en la casa solo estaba mi madre, Sara, Lucía y Zoe, además de Eric, Roc y mi padre, el único que faltaba era Miguel, que estaba arreglando.

Bajé acomer algo, oyendo a mi padre hablarme de cómo debía ir a la iglesia y demás como si no lo supiera. Y al otro lado estaba Roc diciéndome cuando se habían ido todos de la casa y a qué hora y fue bastante temprano y se fueron a la casa del hermano de Paulo, donde allí se arreglaba él.

Terminé de comer y mis amigas me empujaron hasta el baño para que me duchara. Salí con el cuerpo y el pelo enrollados en una toalla cada uno y fui a la habitación, donde me esperaban todas.

- ¿Qué?

- ¿Preparada?

Reí y me pasaron la ropa interior que me pondría hoy, después el vestido, era blanco, pegado a mi cuerpo hasta la cintura donde ella es un poco más suelto, tiene una pequeña cola y en la parte de delante algo de escote, además de tirantes que parecían pequeñas hojas, y la parte de atrás estaba hecha de lencería, dejando mi espalda casi desnuda.

Después de eso me senté delante del espejo que habían traído para que empezar ahora con el pelo. Lo dejaron suelto, con pequeñas ondulaciones al final y recogiéndolo un poco en un pequeño broche de una flor blanca y brillante.

Ya terminado el peinado al ponerme el pelo a un lado y dejar algunos mechones sueltos sin que me taparan la cara, me maquillé un poco con su ayuda y terminé poniéndome los tacones no muy altos que llevaría.

- Ya está, doble zeta está lista.

Sonreí mirándome en el espejo y miré a mis dos amigas antes de levantarme de la silla e ir con ellas abajo donde estaban mi padre, ya vestido con sus simples trajes, mi madre con su vestido algo parecido al mío pero más tapado, mi hermano, Eric y Miguel con sus trajes ya listos y hablando entre ellos.

- Aquí está, la protagonista.

- Hija, estás preciosa.

- Gracias, mamá.

Sonreí abrazándola a ella y después a mi padre, siguiendo con mi hermano, Eric y mi mejor amigo que no había dicho nada desde que bajé las escaleras.

- ¿Estoy bien de verdad?

- Perfecta.

- Toda una hermana mayor decente.

- Idiota.- reí con mi hermano y miré a Miguel.- ¿Tú qué dices?

- Que ojalá fuera yo Paulo.- le sonreí abrazándole.- ¿Qué hora es?

- Deberíamos ir yendo ya y él debería estar allí.

- Pues no se diga más.

Salimos de la casa y subí al coche de mi padre, aunque conduciría mi hermano porque él seguía con su bastón, hoy más reluciente de lo normal. Llegamos y mi hermano salió primero, entrando en la iglesia. Al verle cruzar la puerta bajamos mi padre y yo, entrelazando nuestros brazos y mirándonos antes de empezar a andar.

- ¿Estás lista?

- Sí.

- ¿Vas a dejar de ser mi niña?