Chaud.
—¿Quién mierda compraría este suéter naranja? —preguntó Froid con una mueca de desagrado— Míralo, es horrible, ¿por qué alguien mezclaría aguacates y el color naranja? —Estiró el suéter en sus manos para mostrárselo con indignación.
—Pues yo creo que es muy cool —dijo y se acercó para tomar el suéter de las manos del rubio. Lo pasó sobre su cabeza y se lo puso encima de su sudadera—. ¿Qué tal? —preguntó con una sonrisa.
Froid lo observaba con una expresión de disgusto cuando dijo: —Usas esa cosa y vuelves solo al cine porque ni loco ando con alguien que esté vistiendo eso.
Chaud rió mientras se sacaba el suéter con rapidez y, en vez de dejarlo donde lo encontró, tomó uno de más y los llevo en su mano. Se escabulló del rubio unos tres minutos para poder ir a la caja y pagarlos ambos, luego regresó con Froid, quien lo miró de mala manera y le avisó que la película seguro ya había terminado y necesitaban volver al cine.
—Froid, ¿qué probabilidad hay de que te pongas lo que hay en esta bolsa y te lo quedes hasta mañana después de la escuela? —preguntó Chaud, ocultando su sonrisa pícara y mostrándole la bolsa al menor.
La mirada azul de Froid lo observó con desconfianza durante unos segundos.
—¿Cuándo compraste eso? —preguntó.
—Eso no importa, ¿aceptas o no?
El rubio entrecerró los ojos, observando la bolsa y luego de vuelta a él. Finalmente soltó un suspiro y se encogió de hombros, aceptando.
—Uno, dos, tres... ¡Uno!
—¡Perdiste!
—¿Qué? No, yo dije tres.
Chaud sacó uno de los suéteres de la bolsa y se lo lanzó al rubio, quien lo atrapó y luego observó con el ceño fruncido.
—Ni loco voy a usar eso, Chaud, olvídalo —Se negó de inmediato, lanzándole el suéter de vuelta.
—¡Pero tú aceptaste jugar! —protestó el castaño entre risas.
Froid se encogió de hombros, restándole importancia y siguiendo con su camino hacia la sala de cine que ya estaba a pocos metros de distancia.
—¡Froiiiiiiid! —lloriqueó como un niño pequeño mientras lo perseguía.
—No, Chaud, jódete.
—Por favooooor —Se plantó en frente del menor, impidiéndole el paso.
Froid lo miró con el ceño fruncido mientras él le hacía un leve puchero. La mirada del rubio se suavizó un poco después de unos segundos y soltó un bufido. Levantó sus manos, mirando en otra dirección para que Chaud le pusiera el suéter. Chaud sonrió complacido y pasó la prenda sobre su cabeza, después por sus brazos y finalmente lo acomodó un poco en su torso.
—Mira que guapo te ves —Se burló en voz alta, seguido dejando escapar una carcajada.
—Eres un inmaduro de mierda —Soltó Froid con molestia.
Chaud iba a seguir burlándose del rubio cuando Phoebe apareció en la salida de la sala de cine, llamando a Froid. El rubio pasó por su lado, murmurando un: "adiós, idiota" y dirigiéndose hacia su amiga. Él siguió riéndose cuando vio a Phoebe hacer lo mismo.
—Phoebe, aségurate de que lo lleve mañana —gritó en dirección a la pelinegra y ella asintió mientras se reía y levantaba un pulgar en su dirección. Ambos muchachos se alejaron del lugar.
Chaud, por su lado, negó con la cabeza y se encaminó hacia el interior de la sala en busca de Grace.
Definitivamente salir por allí a observar ropa con Froid había sido más divertido que aquella absurda película con Grace.
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Adversarios [EDITANDO]
Teen FictionChaud y Froid han sido enemigos desde que tienen memoria, siempre andan discutiendo y peleando, jamás han logrado mantener una conversación que no termine en insultos o en un castigo en la dirección. Los maestros, directivos y hasta el conserje, han...