Chaud.
—¿Froid?
El rubio hizo un gesto con la barbilla en su dirección, haciéndole saber que lo escuchaba.
—¿Eres rubio natural? —preguntó con curiosidad mientras balanceaba sus pies en el aire, los cuales colgaban debido a que estaba sentado sobre la mesa de lectura más cercana a la última estantería, donde Froid casi acababa de organizar los libros.
—Sí —respondió mientras se levantaba del piso cubierto por alfombra y se paraba de puntitas para poner un libro en la última fila de la estantería.
La mirada miel de Chaud recorrió el cuerpo de su compañero, dándose cuenta de que sus piernas se veían bastante curvas en aquellos jeans claros y ajustados.
—¿Alguna vez alguien te ha dicho que tienes una anatomía fuera de lo común? —preguntó mientras veía a Froid darse la vuelta y observarlo con una ceja arqueada.
—¿Qué?
—Si, creo que tienes más curvas que el resto de la población adolescente masculina —respondió con naturalidad mientras sus ojos se volvían a posar en los gruesos muslos de su compañero y fruncía el ceño. Giró su cabeza levemente hacia la izquierda, analizando la situación. Fue interrumpido por una ligera libreta que el rubio lanzó contra su cabeza—. ¿Por qué hiciste eso? —preguntó con el ceño fruncido y llevó su mano para acariciar su pobre cabeza.
—N-no me mires así, es extraño —le respondió Froid, luciendo algo nervioso, con sus mejillas levemente rosadas y su mirada clavada en la alfombra azul oscuro del piso.
—¿"Así" cómo?
Froid negó con la cabeza y se dio la vuelta para continuar organizando la última fila de la estantería, confundiéndolo todavía más. Al final terminó encogiéndose de hombros y cuando Froid levantó sus brazos para poner un libro en su lugar, su mirada no pudo evitar posarse en su trasero y volvió a fruncir el ceño.
—En serio, Froid, cuando Cardi dijo: mi cara es preciosa, mis nalgas paraditas-
—¡Chaud!
Aunque Froid no se giró, fue visible para Chaud cómo el rubor se extendía por su cuello.
—¿Qué? —preguntó con inocencia, él sólo estaba dando su opinión.
—Solo... cállate, que digas eso es muy raro.
Chaud dejó escapar un suspiro y asintió con la cabeza, aunque él no le encontraba lo raro a comentar sobre el cuerpo de su compañero. Quizá podría ser era el hecho de que unas semanas atrás él ni siquiera habría pensado en él como "compañero".
—Por cierto, gracias por organizar todo por mí —agradeció al fin mientras observaba su propia muñeca vendada—. Mi muñeca y yo te lo agradecemos.
—Y no gracias a ti por venir solo a molestar mientras yo hago todo el trabajo.
—No te quejes conmigo, fue idea del entrenador que viniera a darte apoyo moral —se excusó con un leve encogimiento de hombros.
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Adversarios [EDITANDO]
Roman pour AdolescentsChaud y Froid han sido enemigos desde que tienen memoria, siempre andan discutiendo y peleando, jamás han logrado mantener una conversación que no termine en insultos o en un castigo en la dirección. Los maestros, directivos y hasta el conserje, han...