Adversarios [EDITANDO]

Pijamada

Chaud.

Chaud aún estaba confundido sobre cómo fue que Froid terminó a su lado, metido en su cama, bajo sus cálidas mantas,  con un chocolate caliente en sus manos y viendo una película en la cuenta de Netflix de su padre. 

Lo observó durante unos segundos; admirando sus facciones definidas y su nariz respingada. Froid tenía algunas pecas esparcidas por el puente de su nariz y pómulos, además de que su piel era tan perfecta que Chaud sentía envidia tan solo de verla. ¿Cómo era posible que no tuviera ni una sola espinilla?

—Exijo saber cómo fue que terminamos en esta situación —pidió.

El rubio bebió más de su taza con chocolate caliente y, sin apartar los ojos de la pantalla,  le respondió:

—Estamos en una pijamada, mejor amigo.

—Voy a contarle a Charlie sobre eso que acabas de decirme —Una sonrisa apareció en su rostro cuando Froid bufó.

—Más bien a Phoebe —respondió—. Esa mujer me trata como si fuera su hijo y me obliga a decirle "madre" de vez en cuando —Froid negó con la cabeza—. Incluso me pide que le avise cada vez que salgo de casa, así ella no se preocupa y me acosa con dos millones de mensajes en WhatsApp.

—Suena como una linda mejor amiga —dijo el castaño, haciéndose bolita en su lugar debido a que afuera llovía y relampagueaba con fuerza.

La verdad es que Froid lo había acompañado a casa aquella tarde para hacer la tarea de Química, se habían tardado bastante y cuando se dieron cuenta ya se había hecho de noche. No es que Chaud no quisiera llevarlo a su casa en su auto, pero su madre le tenía prohibido conducir de noche y con una tormenta como la de esa noche.

Al final Froid había llamado a su mamá para decirle que se iba a quedar en su casa y, aunque ella casi enloquece ante la idea, Chaud pudo asegurarle que Froid estaría seguro allí.

—No lo es tanto, peleamos muchísimo y es un gran grano en el culo —El rubio imitó su acción, con la diferencia de que se arrastró a sí mismo un poco más cerca de Chaud y se recostó junto a él.

—Me gustaría conocer alguna persona con la que no pelees —comentó con humor mientras movía su cabeza un poco para hacerle más espacio a Froid en su almohada. Aunque la cama era bastante grande y tenía dos almohadas a cada lado.

—Soy un amor, debería ser ilegal ser tan dulce.

Chaud rió con pereza y decidió guardar silencio para continuar viendo la película.

Fue en ese momento cuando notó lo feliz que se sentía, allí con aquel molesto rubio a su lado y aquella película mala reproduciéndose en su televisor. Se sentía pleno, en paz e increíblemente feliz. Su corazón se sentía extraño y la sonrisa en su rostro parecía no poder borrarse.

Una parte suya empezó a temer, una muy profunda.