Enredo mental

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Froid.

El rubio no podía concentrarse en la película que había estado transcurriendo hace al menos cuarenta minutos por una simple razón: Chaud y Grace. Por alguna razón cada vez que sus ojos intentaban posarse en la gran pantalla frente a sus ojos, algo que no sabía cómo explicar, los hacía volver en dirección a ambos muchachos.

Y es que esa tarde de domingo, cuando Phoebe lo había invitado a cine con la única condición de que él comprara las entradas, Froid supuso que sería una buena idea. Ya que ese domingo, en realidad todos sus domingos, pero ese domingo en especial, se encontraba tirado en su cama muerto de aburrimiento, ni deberes tenía para hacer, así que su buena y mejor amiga había acabado de salvarlo. La cosa es que no planeaba que Chaud y Grace iban a estar en el mismo cine, en la misma función y en la misma película.

¿Y por qué eso era siquiera algo? No lo sabía, no podía entender el porqué le incomodaba que el castaño estuviese allí, y eso sólo lograba aumentar su mal humor. Se obligó a sí mismo a posar su vista sobre la gran pantalla de nuevo mientras bebía de su soda de uva. Necesitaba dejar de enredarse la mente con asuntos acerca de Chaud, sólo era su compañero de escuela y nada más. No necesitaba pensar más allá de eso.

Fue entonces cuando observó a Chaud decirle algo en el oído a Grace, luego se levantó de su lugar y salió de la sala de cine. Froid ni siquiera se dio cuenta de cuando estaba levantándose y saliendo de su fila de asientos. No lo notó hasta que se halló fuera de la sala, observando a Chaud caminar hacia la tienda de comida.

No lo pensó, simplemente caminó hacia la tienda y se apoyó en el mostrador, justo a un lado de Chaud.

—¿Me das un paquete de Skittles, por favor? —pidió en voz alta al muchacho tras el mostrador, fingiendo ignorar la presencia del castaño a su lado.

Por el rabillo del ojo pudo ver como Chaud miraba en su dirección, pero luego giraba su cabeza de vuelta a la muchacha que lo estaba atendiendo. Fueron unos segundos de silencio mientras ambos tomaban sus cosas y pagaban por ellas. Ambos se dieron media vuelta, entonces fue imposible el seguirse ignorando.

—Froid —Fue Chaud quien habló primero, sonriendo levemente.

—¿Qué hay? —saludó Froid de vuelta.

Ninguno dijo nada más hasta que estuvieron de vuelta en la sala de cine, donde Chaud le dio un leve asentimiento en forma de despedida y se encaminó hacia su asiento junto a Grace.

Froid volvió a sentarse en el suyo junto a Phoebe, quien lloraba mientras observaba la película. Al parecer había llegado la parte en donde los protagonistas se separaban y todo se iba a la mierda.

¿Por qué si quiera había accedido a jugar piedra, papel o tijera para ver quien decidía qué película verían?

Pasaron alrededor de diez minutos donde Froid simplemente no pudo ignorar la presencia de Chaud y sólo se centró en verlo removerse incómodo en su asiento. Al parecer tampoco estaba muy entretenido con el drama en la pantalla.

Entonces, sin pensar obviamente, Froid tomó su celular, buscó el número de Chaud, el cual tenía porque ambos solían insultarse por WhatsApp en el grupo escolar, y le envió un texto. Cinco segundos después observó al castaño removerse en su asiento para sacar su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón y observar en él.

Su teléfono vibró en su mano, por lo que bajó la vista y observó la respuesta de Chaud: "👍". 

Adversarios [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora