Idealizado

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Froid.

Había una sola cosa que sus padres le habían enseñado desde que tenía memoria y por la cual había desarrollado tanto su capacidad para empatizar : no juzgues, maltrates y/o rechaces a nadie por su condición ser quienes quieren, anhelan o tienen que ser.

Froid siempre se aseguraba de recordar que sus padres crecieron en un entorno en el cual el machismo, la desigualdad y la discriminación tenían el pase legal y social libre, especialmente en sus hogares, los cuales estaban lo suficientemente consumidos por la religión como para empezar a sentirse como una cárcel. Sin embargo, tanto su madre como su padre lograron salir de aquel hoyo en el que sus familiares los habían arrastrado, empezaron a ver la vida con otros ojos y a no dejarse llenar la cabeza de reglas y prohibiciones cada vez más absurdas. Froid creció en un ambiente saludable, sus papás jamás tuvieron una crianza irresponsable, violenta o inestable con él o con su hermana. Es por eso solía ser un poco pesado en cuanto a los problemas sociales se refería; él no podía presenciar un acto de injusticia y no intentar hacer algo al respecto, era la manera en que sus padres lo habían criado y estaba más o menos agradecido y más o menos preocupado, porque eso le había enriquecido pero también dificultado su experiencia al crecer.

Froid podía no ser mujer, pero todavía era muy consciente de su entorno y lo que pasaba, compartir el mismo ambiente con muchachos y darse cuenta de que era horrible la manera en que pensaban sobre las chicas, sus compañeras, lo sacó de sus casillas más de una vez. Pero todavía no fue suficiente para cambiar algo más que la manera en la que él mismo percibía la vida.

Ahora, enterarse de que Chaud había hecho parte de ese tipo de personas... Le voló la cabeza, para ser sincero. Había tenido varias charlas con el castaño sobre problemas sociales y Chaud siempre había mostrado una mentalidad muy empática y consciente. La principal razón por la cual Froid se sentía atraído, pero ahora todo se había ido un poco por el desagüe. Se sintió como una especie de traición, el miedo de haber caído en la idealización creciendo en su pecho.

Caminaba a pasos lentos y con la cabeza gacha hasta la puerta de su casa. En cuanto entró en ella, les dio las buenas noches a sus padres, subió hasta su habitación y decidió acostarse a dormir, ignorando los mensajes de Chaud en su teléfono.

Necesitaba descansar, mañana podría hablar con él y romperle la cara por haber sido un imbécil. Y también rogar por que no siguiera siéndolo.

Adversarios [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora