Froid.
Maldecía el día en el que decidió convertirse en mejor amigo de Phoebe porque gracias a ella ahora la anciana en el otro lado de la acera sabía que se había besado con su mejor amigo, todavía era un alivio que se tratara de una completa desconocida que solo se rió entre dientes ante los gritos.
—Phoebe, cierra la jodida boca antes de que te la patee —amenazó mientras seguía caminando sobre la acera, cuidando sus preciadas zapatillas blancas de los charcos de agua sucia que se formaron debido a la lluvia de hace algún rato.
—¡No! —Le respondió la castaña detrás suyo— ¡No voy a callarme nada! ¿Por qué no me lo contaste?
—Ya te dije que no pensé que fuera algo relevante.
Fue halado con rudeza y obligado a darse media vuelta para enfrentar a su amiga con una expresión muy enojada.
—¿Tu primer beso pasó y piensas que no es algo relevante que contarle a tu mejor amiga? —pregunta— Además de que fue Chaud, Dios mío, estoy segura de que adquirí una enfermedad cardíaca con tan solo pensar en ello.
—Phoebe, solo fue un beso, tú te has besado con el noventa porciento de tus amistades también —respondió, aunque era más bien una manera de consolarse a sí mismo, el mantra que venía repitiéndose una y otra vez para no colapsar.
Desde el viernes su cabeza estaba tan confundida que se sentía bastante exhausto de toda la situación. Pensaba que era mucho más fácil cuando le daba igual todo el mundo y sus únicas preocupaciones eran pasar las asignaturas.
En ese momento, Phoebe pareció darse cuenta de su situación sentimental, ella siempre supo dónde trazar la línea, así que la castaña lo envolvió en un fuerte y reconfortante abrazo que él no pudo rechazar. Se abrazaron cerca de unos dos minutos, en medio de la calle.
—No quiero meterme mucho en esto —Le comentó Phoebe en su oído y Froid supo de inmediato a lo que se refería—, pero solo quiero que tengas en cuenta que debes escuchar a tus sentimientos. Escúchalos por primera vez en tu vida e ignora todo lo demás. Eres una persona grandiosa, fuerte y te amo con todo mi corazón, Froid. Tú puedes con esto... porque ambos sabemos que eres mucho más.
Un nudo se construyó en su garganta antes de que pudiera evitarlo.
Phoebe era su mejor amiga porque de alguna manera ella siempre sabía que decir para hacerlo sentir mejor, para sacarlo de su agujero de inseguridad y miedo y aterrizarlo en la pista de la cordura.
—Lo sé —respondió, sorbiendo por la nariz para evitar llorar. No le gustaba llorar y últimamente no paraba de hacerlo.
—Estoy aquí para ti, siempre, sin importar qué digas, sin importar qué hagas y sin importar a quién ames.
Y Froid sabía que eso era lo más real que había escuchado en años.
ESTÁS LEYENDO
Adversarios [EDITANDO]
Teen FictionChaud y Froid han sido enemigos desde que tienen memoria, siempre andan discutiendo y peleando, jamás han logrado mantener una conversación que no termine en insultos o en un castigo en la dirección. Los maestros, directivos y hasta el conserje, han...