'Ella es una reina, con algo de salvajismo en ella.'
—Oh, viejo, esto es tan raro.
—No, Nino, ¡esto es tan maravilloso!
Adrien fue apresado por el abrazo de oso con el que lo envolvió Monique. Adrien se sintió mal al tan sólo haber sido descubierto por Monique en el final de la clase de física. Al sonar la campaña le jaló del brazo para reunirse con Nino y explicarle toda la situación, porque, por supuesto tenía que demostrar qué tan emocionada estaba.
Nino no estaba tan al tanto de lo que le sucedía a Adrien. Claro que estaba enterado de los curiosos dibujos que le aparecían al chico, alguna vez lo tuvo que haber visto, y comentaron lo geniales que eran, pero Adrien realmente no le había explicado de dónde los sacaba. Y ahora Monique se le había aparecido en camino a su lugar de siempre, al lugar de los tres y que de vez en cuando alguien más se les agregaba, para arrastrarlo en conjunto con Adrien y mostrarle el brazo del rubio como si fuese una maravilla. El moreno preguntó qué le sucedía a Monique y la chica comenzó a darle toda una platica sobre los dibujos de Adrien, las almas gemelas y al final acabó por acusar a Adrien de actuar extraño porque comenzaba a verse con alguien.
—No, en serio. A las personas normales no les aparecen dibujos en la piel de la nada, sin ofender bro. —El chico de gorra volteó a ver al rubio, éste asintió.
—Claro, como tú eres tan normal.
Monique bufó, interrumpiendo a Nino. Nino frunció el ceño.
—Creo que la normalidad es relativa.
—Lo normal es una regla. —Replicó Monique, inclinándose al frente, desafiando al chico más alto y delgado de los dos ahí presentes para que la contradijera.
—La normalidad es una tontería.
Monique y Nino voltearon a ver a Adrien, ya libre de cualquier agarre de parte de Monique, quien se sentó en la banca café que había en la escuela, su sitio, su banca.
—Pero ¡¿qué dices?! ¿Qué acaso no quieres ser normal?
Adrien rodó los ojos.
—No soy normal, ya lo recalcaron como... muchas veces, ¿vale? Monique, tú me lo dices todos los días, nunca paras. Y Nino, bueno él lo acaba de decir.
—Bro, yo creo que no eres normal, pero eso es cool. —Asintió el muchacho de la gorra y audífonos en el cuello.
—Gracias, bro.
Adrien sonrió, y extendió un puño hacia Nino, los chicos chocaron los puños. Nino era un buen amigo. Monique intentaba ser buena amiga pero era demasiado exagerada, y no parecía notar que a Adrien a veces le herían esos simples comentarios, de lo extraño que era.
Monique bufó y se fue a sentar a entre ambos muchachos.
—Lo siento. Soy mala persona. —Se disculpó la chica, con un tono desganado. Ella rodeó los hombros de Adrien con un brazo, y apretándolo contra ella—. ¿Me perdonas?
—Claro que lo hago. Garrapata.
— ¡Ey! ¡¿Acaso me has dado un nuevo apodo?!
Y de pronto las disculpas de Monique no parecieron relevantes, en lo absoluto. La muchacha volvió a su entusiasmo habitual.
— ¿Tal vez? —A Adrien se le había salido el apodo. En serio que no era intencional, sólo pasó al sentir a Monique demasiado pegada a él desde el inicio de la jornada.
—Woah, sí. —Monique le sonrió relucientemente al rubio, intenta con su nuevos apodo—. Es sencillo, conciso, es corto. ¡Simplemente perfecto! ¡¿Ven?! Soy buena influencia. Eres casi un adolescente normal Adrien.
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Perfectly Imperfect
Fanfiction'Nuestras almas están conectadas.' Cada día desde los nueve años le aparecían dibujos en su piel. Aparecían en sus manos, en sus tobillos, en sus muslos. También aparecían en su espalda y más frecuentemente en sus brazos. Todos los días cambiaban d...