21.

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'Un sólo paso separa tu zona de confort de la vida.'

Adrien esperó a que la otra persona terminara de hacer lo que quería. Era una cometa, algo sencilla, no obstante era de una sencillez bonita. Adrien no pudo evitar sonreír. Extrañaba tanto los dibujos. Esperó un momento y tomó una pluma. ¿Y si le decía que le encantaban sus dibujos? ¿Y si le preguntaba por qué se habían detenido el día en que se habían conocido? Seguro lo asustaría. Mejor no.

Y dejó la pluma. Mejor no asustarlo. Por un momento Adrien había pensado que el otro chico iba a escribir algo. Pero no. Tal vez no era alguien muy bueno con las palabras, aunque tuviese una bonita letra.

Adrien volvió a tomar la pluma pero para otra cosa. Tenía tarea de ciencias, mejor no descuidar su promedio.

Cuando terminó tuvo un momento pequeño para comer una barrita de cereal. Tenía que ir a clases de esgrima por la tarde. Ay, su vida era ocupada y aburrida. Al menos había podido recuperar un dibujo de los que tanto le gustaban. Y se sentía bendecido.

Unos días después estaban Nino, Monique y Adrien sentados juntos en su lugar en el receso.

— ¡Ya sé! Hay que salir —dijo la chica de pronto.

— ¿El fin de semana? Creo que estaré ocupado. —Se negó Adrien de inmediato. Seguro que su padre esperaba que se encerrase todo el fin de semana para estudiar.

— ¿Haciendo qué? ¿Estudiando? Pasarás, es un hecho. ¡Aférrate a los hecho, Adrien! —Adrien casi se ríe por ello. Me alegraba que Monique utilizase sus propias palabras en su contra—. No. Me refiero a después de la escuela. Hoy.

—Estás loca. Es miércoles, no podemos salir en miércoles. Mañana hay clases.

— ¿Y?

—Tengo que estar bien para la escuela —dijo Adrien.

—Siempre lo estás. Relájate —Adrien rememoró su cumpleaños. No. No siempre lo estaba, y el que Monique y Nino hubiesen faltado ese día en específico no lo hacía desaparecer de su memoria—. Piénsalo, si salimos hay mayor oportunidad de que te encuentres con la otra persona.

Nino miró de hito en hito a sus amigos, ¿pero estos dos qué discutían?

—No, Monique. Ya te dije que me ayudaría Chloé con eso. —<<Por qué tiene mayor oportunidad de hablarle ella a ti>> pensó Adrien, guardándose parte de su comentario.

Nino interrumpió en ese momento.

—Pero, Monique, ¿qué están diciendo?

—Te dijimos hace dos días. Lo de los dibujos de Adrien, son hechos por otra persona a la que su alma está conectada.

Nino abrió los ojos y se quedó callado, como si le costara mucho entender las palabras de la chica. Claro que el lunes Monique le había intentado explicar, y luego la conversación se había desviado a Chloé y al crush que Nino tenía con una bloguera del Colegio Françoise Dupont.

—Ajá —dijo el chico al fin, después de rememorar todo lo que la muchacha había dicho. Almas gemelas, dibujos que aparecían de la nada en la piel de su amigo.

La chica de cabello corto rodó los ojos. Algo le decía que Nino seguía sin entenderlo todo.

—Claro. Bueno, se supone que Adrien ha de encontrarse con esa persona, y vivirán felices para siempre. Pero aquí, Rubio Natural, no quiere salir con nosotros hoy para ver si podemos dar con esa persona.

Nino frunció el ceño y se volteó a ver a su amigo rubio. Adrien hizo como si su sándwich estuviese muy rico.

— ¿Acaso ya le has visto para saber quién es o es como en Disney, que será flechazo instantáneo?

Adrien detuvo su mascar por unos segundos. ¿Qué si conocía a la otra persona? Sabía cómo era, algo así. Al menos recordaba los colores primarios de esa persona. ¿Lo podría identificar si lo volvía a ver? ¿Y si se topaba con otro pelirrojo de cabello largo, o con una chica? ¿Se confundiría? Adrien no estaba seguro de nada.

—Pues no sé. Como le dije a Monique antes, lo único que sé es que posiblemente Chloé averigüe cómo dar con él y ya luego yo tendré que hablarle e... intentarlo.

Claro que Adrien sabía más, pero lo único que le había dicho era que Chloé era una experta en encontrar personas, lo cual no era erróneo, pero tampoco tan acertado.

Adrien notó que Monique infló el pecho, ay esa chica sí que era celosa.

—Por eso saldremos hoy. Seguro es como en Disney. A mis padres les pasó, y comenzaron a cantas juntos —la mirada de la chica se volvió soñadora y una dulce sonrisa apareció en sus labios. Suspiró contenta—. Ay, seguro que sabrás que es ella cuando la veas.

A, y claro, porque Adrien no le había dicho mucho Monique ni enterada estaba de que era un chico. ¿Sí era un chico no? Según Chloé era un chico. ¡Había hablado con él por teléfono y no se había enterado hasta después! Adrien tenía mala suerte con contactar bien con ese chico. Pero, volviendo al tema, Monique no sabía que era un chico, y mucho menos Nino.

El moreno se quedó viendo a Adrien, esperando a que se negara una vez más. La verdad él no tenía nada qué hacer en la tarde, tal vez sólo pasar al Colegio Françoise Dupont y ver a escondidas a esa chica que tan bonita le parecía, pero de ahí en más no había nada. Y si Adrien se negaba, seguro que Monique no podía obligarlo a ir a buscar a alguna chica de la que no tenían vestigios de nada. No obstante, si Adrien aceptaba... tendría que ir con ellos.

— ¿Y qué dices, Rubio? ¿Vamos a buscar al amor de tu vida?

Nino deseó que se negara. <<Por favor>> pidió. Adrien miró su sándwich una vez más, sopesando la idea. Si iban... tal vez pudiera pasar una tarde con sus amigos. Ah, pero tenía lecciones a las que asistir, y si faltaba, su padre se enteraría. Llamarían a Nathalie y ella se lo comunicaría a su padre, tal vez también a su madre, y se metería en problemas. En cambio...

—Hoy no, Monique —dijo. ¿Había sido la imaginación de Adrien o Nino había soltado el aire aliviado? Monique vio decepcionada a Adrien, pero él le sonrió—. Pero el fin de semana. Me escapo con ambos, ¿vale?

Nino, hubiese visto alarmado a su rubio amigo si hubiese dicho viernes. Pero como el fin de semana no había clases como nunca. El fin de semana siempre tenía que quedarse viendo por una actualización del Blog de Alya Cesaire. El fin de semana estaba bien.

Monique saltó en su lugar, contenta por la noticia. ¡Podría pasear con Adrien y le ganaría  a Chloé para que su amigo encontrase a su alma gemela! Peor sería nada.

— ¡Trato! —aceptó la muchacha de inmediato.

Adrien sonrió algo forzado. ¿Y ahora qué harían, vagar por todo París?

Perfectly ImperfectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora