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'Lo siento por los groseros, horribles, hechos que digo.'

Si las amigas de Nathaniel pensaban que él estaba más distraído de lo normal en clases, era porque no habían visto a Adrien esa semana.

Sí. Adrien había recuperado su celular el sábado de la semana en que la presentación de ideas innovadoras en la academia Francois Dupont se dio. Sin embargo desde el lunes hasta el miércoles siguiente empezó a cada vez prestarle menos atención a las clases, ansioso por tomar su celular y marcar el número que estaba clavado en su memoria. Monique miraba a Adrien con la duda en el rostro, mas no lo detenía de irse a otro lado para hablar por teléfono en el descanso.

—Okey, ¿desde cuándo Adrien se volvió un adicto a la tecnología? —cuestionó la chica cuando por tercera vez en la semana les hacía eso.

Tanto Nino como ella vieron cómo la espalda de Adrien desaparecía a la distancia. ¡Tampoco debía de poner tanta distancia entre ellos!

—No tengo ni idea, de repente comenzó a actuar así —respondió Nino, bastante extrañado.

Ambos chicos sabían que Adrien era más el tipo clásico de persona, libros reales, de papel, antes de un libro electrónico, o una conversación en el café antes de una videollamada por Skype. El muchacho sabía y valoraba más las cosas cuando eran como "antes", aunque ese término podría sonar ambiguo.

— ¿Crees que sea por la chica?

Nino se volvió para encarar a Monique. La muchachita lo miraba no tan convencida de su propio comentario, sin embargo, si consideraban que el actuar de su amigo tenía que ser por algo fuera de lo común, podrían considerar eso como la razón.

—Tal vez. Aunque también nos dijo que su mamá estaba de vuelta.

—Sí. Pero es raro cuando se trata de su madre, puede ponerse tan feliz como tan serio. Ahora sólo está feliz... y evitándonos.

Monique hizo una mueca, ¿por qué Adrien no se podía abrir con ellos y decirles, como buen amigo que debería ser, 'Ey, chicos, creo que voy a tener novia, sólo dejen le presto toda mi atención a ella'? Okey, no. Eso era igual de horrible.

Monique sintió como Nino pasaba su brazo por sus hombros, intentando apoyarla. Lo entendía. Aunque Adrien había sido más cerrado con él acerca de sentimientos y así... porque eran chicos, y los chicos no tendían a ser buenos con sentimientos. No obstante, Nino no estaba ciego ni era tonto. Él sabía que Monique se preocupaba mucho por Adrien, era una buena amiga, y no le gustaba ser ignorada, en un plano general.

—No te preocupes, se dará cuenta y tendrá que compensarnos.

— ¿Compensarnos? —Monique consideró la situación—. ¿Crees que por fin logremos llevárnoslo a un parque de diversiones? ¿O al bungie?

— ¿Dónde demonios hay bungies aquí?

Monique se encogió de hombros.

—Debe de haber en algún lado, siempre he querido probarlo.

Ambos chicos se rieron ante sus tonterías y ocurrencias. No obligarían a Adrien a hacer algo que de verdad no valiera la pena.

Entonces no evitarían que Adrien se adentrara al mundo del amor, y menos aún si el asunto ya está escrito. Debían de ser pacientes, porque parecía que Adrien era aún más especial ente las personas especiales del mundo. Debían de dejarlo adaptarse como pudiera, porque el muchacho no tenía experiencia previa de qué era hablar con chicas, salir con ellas, besar y todas esas cosas que se hacen en pareja. Y se las tendría que ingeniar, aunque para cualquier consejo estaban sus amigos ahí.

—Sólo espero que sea la chica bonita de ojos azules —comentó Monique, antes de tomar una galleta y metérsela entera a la boca.

—Yo sólo espero que no sea Alya —suspiró el chico.

Aunque Adrien les había asegurado de que no se trataba de esa chica, tampoco les había confesado la identidad de 'su otra mitad'. Monique aguantó la risa y los pedazos de galleta masticada dentro de su boca.

— ¿Qué? Esa chica es muy bonita también, y es inteligente, simpática, creativa.

Monique masticó rápidamente su galleta y la pasó por su garganta antes de hablar.

— ¡Te gusta, ahora bésala!

—No seas bruta.

El sonrojo de Niño hizo reír con complacencia a Monique.

—Nino tiene novia. ¡Nino tiene novia! Esperen.... ¡mis DOS amigos tienen NOVIA! ¡Por todos los cielos!

— ¿Para cuando tú, Monique? —bromeó Nino, robándole una galleta a la chica sin que ella prestase atención a la acción.

La expresión, claramente sobre actuada, de Monique era bastante cómica, como si el hecho de que sus amigos estuvieran a punto de salir con otras chicas en plan romántico la dejasen en un plano distinto de la existencia.

—Mis dos mejores amigos ya tienen novia y yo no tengo a nadie.

—Conozco a unos chicos que podrían interesarte. Tal vez... si me dejas presentártelos.

—Eeh...

—Lo siento chicos, he sido muy grosero con ustedes estos últimos días.

Adrien, de la nada, apareció y se disculpó con ellos, impidiendo que Nino continuase molestando a Monique. Los dos chicos, que habían estado pensado en el asunto pero también que estaban dispuestos a darle tiempo a su amigo, se sorprendieron en demasía. Okey, eso había sido rápido de arreglar entonces.

—No te preocupes, bro, seguro es una chica muy bonita que te tiene prendado.

—Bueno... aunque no hayan sido muchos días, me gustaría una compensación por tu falta de atención hacia una amiga tan maravillosa como lo soy yo —dramatizó Monique, viendo la oportunidad y tomándola.

Nino rió y juguetonamente le dio un codazo en las costillas. Adrien hizo una mueca lastimera, como si de verdad estuviese muy apenado por su actuar, aunque lo estaba en realidad.

—Muy bien. Es que... saben que esto es nuevo para mí. Y tengo esta constante sensación que querer estar a su lado, escuchar su voz...

—Verla, acariciarla, tocarla y no dejarla ir nunca —bromeó Monique con un tono exageradamente meloso—. Lo entendemos. No te preocupes. Pero eso sí, los amigos no son reemplazables por una novia, ni porque sea el amor de tu vida, tu otra mitad, y todas esas cosas, ¿entendido?

—Claro —aceptó Adrien de inmediato.

Monique le sonrió encantada. Nino se hizo a un lado para hacerle cancha al muchacho rubio que había terminado su conversación con Nathaniel minutos antes porque éste tenía que hacer algo. Aún tenían, tal vez, unos diez minutos, o menos, y los aprovecharían para terminar su comida.

SÉPTIMA PARTE LISTA Y ENTREGADA. Siento que estoy haciendo relleno. #Sorrynotsorry.

Perfectly ImperfectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora