40.

143 25 3
                                    

'Loba y mujer.
Algunos días
soy más loba
que mujer
y aún estoy aprendiendo
a no disculparme
por lo salvaje de mi ser.'

El desayuno fue tenso, según Adrien. Tal vez fue el único en sentirlo así, porque todos a su alrededor estaban como si nada hubiese ocurrido en las últimas horas. Picoteó el desayuno unas cuantas veces hasta que la voz de su madre le ordenó duramente que dejase de jugar con la comida.

—Lo siento —respondió el chico, con la mirada baja, pero obedeciendo finalmente.

La señora Agreste carraspeó de manera sonora, y Adrien tuvo que levantar la cabeza y colocarse nuevamente sobre la silla, para que su madre estuviese contenta. Claro, clara arriba, atención en los demás, no en uno mismo de manera encimismada.

—Bueno, ya me he puesto al tanto de tu situación, Adrien. Debo decir que me siento decepcionada de ti por tu  inadecuado actuar en mi ausencia. Sin embargo, algo bastante interesante nos ha propuesto la señorita Sancoeur, aquí presente.

¡Su madre estaba de vuelta y eso podría truncar sus planes! Adrien volvió su mirada directamente a dónde su madre estaba, con el plato prácticamente limpio y dispuesta a conversar lo que sea que se le ocurriera. Y el tema elegido había sido el plan de Adrien para volver a ver a aquel chico pelirrojo, aunque claro que sus padres no sabían que era un plan con fines personales. Su mente se empezó a llenar de dudas y escenarios catastróficos en un instante, sin embargo no perdió la calma, sino que esperó a que su madre continuara su monólogo.

—Adrien, una lección que debes que aprender, aparte de que el destino no existe porque todo lo que tienes en la vida es producto de tu propio trabajo, es que el dinero atrae más dinero. No obstante nuestro dinero en particular se produce con mucho esfuerzo de nuestra parte y en inversiones inteligentes, es mejor no quedarse en una sola área de trabajo.

Adrien aguantó las ganas de querer rodar los ojos. Él amaba a su madre, de una manera extraña porque normalmente ella estaba ausente, sin embargo, no le gustaba mucho estar con su madre cuando a ésta lo único que le importaba era hablar de dinero. Tenían dinero, muchas del suficiente, y preferían sus padres seguir concentrándose en ganar más dinero en vez de pasar más tiempo de calidad con su hijo, si ese actuar le dolía diariamente a Adrien su madre no debía de agregarle más impacto a su golpe diario de estrés personal.

—Y estas inversiones se harán inteligentemente si se ve un fructuoso futuro en una idea. Los jóvenes son el futuro, son los productores de ideas ingeniosas y adaptadas a su necesidad, y la preparatoria donde los Burgeois han inscrito a su hija está empujando a los jóvenes a crear nuevos productos... —La atención de Adrien estaba en las palabras de su madre, no en la mirada fría y calculadora o en una pequeña sonrisa soberbia—. Creo que lo adecuado para ti, Adrien, es que veas con tus propios ojos lo difícil de nuestro trabajo, así que hemos decidido que irás con nosotros a ver estos proyectos que muchos van a ignorar por creerlos mediocres, y si invertimos en algo, estarás ahí a cada paso. ¿Has escuchado bien?

Adrien no supo si podía suspirar, y tampoco supo si ese suspiro sería de alivio total o sería uno molesto. Sus padres no eran siempre inversionistas, pero hacían su dinero de una serie de cosas diferentes que iban de inversiones hasta la política, tal vez sus padres querían que sus nombres sonaran en todos los campos posibles.

—De acuerdo, madre —aceptó Adrien.

—Bien, estarás atento a lo que hagamos, luego te haré preguntas y espero una respuesta adecuada. La exposición es el miércoles de esta semana que sigue, vete preparando, es casi seguro que tendremos mucho trabajo qué hacer.

Con eso el siguiente tema que fue hablado también fue borrado de la memoria de Adrien. Al rubio sólo le importaba ése tema de la presentación de negocio en la escuela de Chloé. Parecía que aunque su madre negaba mucho su existencia, sí había algo, aunque fuese pequeño, que podrían llamar destino o suerte.

Adrien sintió tensión en su pecho, y no supo descifrar si era por la emoción de que una difícil puerta se le fuera abierta o porque el escenario de su cabeza sobre el miércoles que se aproximaba se había dificultado por diez. Con su padre no era tan complicado apartarse, hasta a Gabriel había veces en que se le olvidaba que tenía un hijo, no obstante su madre era mano dura de hierro bien forjado. Sería muy complicado separarse un tanto de ella para hablar con Nathaniel.

Una idea brincó a su mente. La idea de aquel momento en un futuro donde su madre y Nathaniel convivieran juntos en una habitación. ¡Seguro su madre odiaría a Nathaniel! Y esa idea, por extraño que sonase, tanto lo asustaba como emocionaba.

Cuando pudo regresar a su cuarto a "estudiar", se aseguró que sus padres se quedaran abajo discutiendo proyectos, mientras él se encargaría de organizarse. ¿Sería bueno comentarle a Nathaniel que iría a verlo? Tal vez sí, pero realmente quería volverlo a sorprender, ¿cómo reaccionaría?, ¿se pondría contento de verlo acaso?, ¿se emocionaría o todo lo contrario? Adrien no tenía las respuestas, sólo las preguntas, y éstas se lo comían de apoco.

Adrien deseaba que el fin de semana se fuera rápido, para poder anunciar del cambio de planes a sus amigos. Seguro Nino comentaría que ahora que la situación se había puesto más difícil, el nivel del reto sería parecido a una lucha con uno de los jefes. Monique seguro intentaría meterse en la situación para solucionarla a su antojo y Adrien tendría que convencerla de alguna manera para que el miércoles se quedase en su casa, o que Nino la arrastrase a alguna divertida tarde llena de videojuegos en su casa. Y Chloé tendría que cambiar sus planes, si es que la chica ya tenía algo planeado.

Lo único que Adrien decidió, unas horas después de estar pensando, fue que sería la tercera vez que vería a Nathaniel y que hablaría con él para tener una mejor organización para verse. Quería conocerlo y lo haría, ni siquiera su madre lo detendría.

Tarán. Por quienes esperaron, gracias. Ya sólo falta que llegue el fin para el siguiente capítulo y estar "a mano". Sin embargo, ¿les agradaría tener un tipo maratón como la otra vez? Díganme qué opinan sobre esta idea.

Agradezco a todos los que han sido pacientes con esta historia y hayan llegado hasta acá, los felicito como no tienen idea. Aún tenemos un largo camino que recorrer, pero ya han pasado muchas cosas, ¿qué tantas más le esperarán a Adrien? Díganme qué piensan que le sucederá a Adrien y el plan principalmente creado por Chloé.

También tengo que agregar en la nota que la verdad no me acuerdo si especifiqué el trabajo de los padres de Adrien, y si sí qué era. Digamos que tienen un trabajo fijo y también hacen más dinero a través de tratos e inversiones, y tienen su propia empresa y así, ¿Okey? Mucho trabajo para tres personas (porque Nathalie también trabaja incansablemente con ellos).

Les deseo una linda mitad de semana chicos. ❤️ Gracias por llegar hasta acá.

Nos vemos, bye bye.

Perfectly ImperfectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora