(o'ϑҿҿϑ`o)

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Dame tu mano...

Especial Hun Han, parte uno...

El dolor instalado en su espalda había comenzado a subir por su columna, primero lo había sentido en la nuca pero ahora lo encontraba en el centro de su cabeza. Le estallaba, pero no podía parar.

Cuidar de Sehun para él, era un placer. Pero para total sorpresa de todos, el licántropo no se sentía para nada cómodo con ello. Sus berrinches lo habían llevado a un humor poco amigable, evolucionado en tonos irritantes, terminando en un frío y poco comunicativo compañero. Pero ese no era el total de los problemas de Luhan, a todo esto debía sumarsele los constantes ataques de un elfo de luz ensañado en hacerles la vida imposible. Cada ataque era sorpresa y diferente al anterior, Lu admiraba la capacidad de improvisación del pelirosa aseguraba que si fuera bueno la hambruna mundial y la corrupción serian opcionales, pero esta mente brillante es la que había obligado a los compañeros a enemistarse. Primero borrando la memoria del Lobo y ahora haciéndolo sentir inferior al necesitar una niñera de raza humana. Quizás su naturaleza debía haber permanecido oculta hasta acomodar un poco sus recuerdos pero el plan fue echado por la ventana el día en que el primer problema se presento, pues la astuta exloba jugo sus cartas perfectamente revelándole su naturaleza licantropa al alto para remarcarle las diferencia entre él mismo y los que lo rodeaban, aunque la tipa desconocía la situación del alto, pero de todas maneras fue una considencia muy conveniente.

Explicarle cada cosa para un humano que en realidad había estado en pleno aprendizaje cuando le fue cedida la tarea de tutor, le resulto un desafío. Su cuerpo y su mente pasaron factura. Poco a poco la falta de sueño y el estrés lo arrastraron a la mala alimentación y el desgaste constante. Pelear con Sehun era lo que mas le costaba al menudo, siendo sinceros el humano odiaba tener que pelear con el lobo. Extrañaba fervientemente pasar las tardes de paseo con su Lobo. Las tardes en el parque...

Las sonrisas tiernas, las caricias inocentes su compañía reconfortante. Todo de su lobo enamorado.

Luhan no quería darse por vencido porque si bien era cierto que el uranio licántropo con el que luchaba día a día era difícil sabia que tras todo ese miedo y dolor estaba su Lobo. Esperando...pidiendo ayuda.

Nunca lo dejaría, lucharía con garras y dientes falsos si era necesario pero salvaría a su Lobo, hoy o mañana...o cuando se dé.

Ese día particualrmente su cuerpo se revelaba a sus ordenes, podía culpar al hambre o al sueño pero la realidad era su dejadez lo que lo estaba matando.

Vivía alerta para estar listo para las sorpresas.

Mientras luchaba por igualar los pasos del alto, alternaba sus cansados pulmones y hacia cuentas para encontrar tiempo para estudiar. Sus finales se acercaban, los trimestres podían parecer cortos pero no eran difíciles de sobrellevar en cambio los finales eran otra cosa. Prácticamente otro nivel y debía estar listo. Si bien la idea de pedir una prorroga en sus estudiados hasta sanar al licántropo cruzo por su cabeza fue descartado con inmediatez, no podía o mejor dicho no debía. Llevaba años luchando por su titilo y pedir una prorroga solo mancharía su historial y su futuro.

Pudo hacer dos pasos hacia el frente cuando el carecteristico cambio en el ambiente lo rodeó. Un portal se abriría a su derecha, como lo sabía? Bueno cuando tienes semanas corriendo de un loco elfo aprendes a escuchar o sentir cosas que nunca antes pudiste. Vivir atrapado en el mundo paranormal no era un paseo por el parque y lo había aprendido de la peor forma. Rápidamente tomo el brazo del alto arrojándolo hacia la izquierda con lo que el quiso pensar era toda su fuerza, la realidad es que solo había movido al licántropo a solo unos pasos del portal espontáneo a su derecha.

Por poco...

Y lo sabia, ese había estado peligrosamente cerca..., apenas tubo tiempo de captar lo que después sucedió.

El portal se movió, habanzando hacia ellos y arrastrándolos en un parpadeo.











El estomago de Luhan se volteó cuando en su caída sintió los minutos demasiados largos, no dejaban de caer y era un echo. En algún momento la manga del alto se safo de su mano, posiblemente en uno de sus manotazos. Era humano y sus instintos no pudieron apagarse obligando a su cuerpo a buscar agarre.

Perdi a Sehun!!!!..

La desesperación lo abrumó, aun con su cansado cuerpo trato de girarse para buscar al lobo pero fue en vano, sintió el duro golpe que le robo el aliento.









Tras quejarse largamente abrió sus ojos abrumado, su primera visión del mundo fueron las estrellas. Eran estrellas? Eso esperaba porque eran bellas. Regresando a la realidad se sentó sorprendido de que sus dolores no fueran tan graves como esperaba, aunque si tenia pero eran soportables, otro quejido le heló el alma.

-- Sehun??!!- busco al nombrado pero no fue a él a quien vio. El primero en aparecer en su campo visual fue a un tipo araña gigante con cara de pocos amigos. Donde había caído esta vez...

El siguiente en llamar su atención fue al pobre ser bajo su cuerpo, era grande, enorme y aplastado!!! Se quito de ensima lo mas rápido que su cuerpo se lo permitió. La cosa con numerosas trompas exparsidas por su cuerpo comenzó a Quejarse? Pues sonidos salían de el y parecía enojado pero no entendió nada.

-- Lo siento, lo siento- se disculpo en cuanto idiomas recordó, una y otra vez a gachando su cabeza cada vez pero no creía haber sido entendido. La cosa retomo su camino en un curioso andar, acaso no le dolió?
Luhan estaba desconsertado. La criatura aracnida siguió al boluminoso tromposo desapareciendo de su vista y dejandolo solo.

Solo un instante después se puso de pie, aunque debía agradecer al tipo de haberlo salvado no parecía buena idea y ahora tenia algo mas importante que hacer. Comenzó a correr en círculos gritando el nombre del lobo. Como esto no esta resultado, se detuvo a pensar.

Donde podía estar el lobo?, lo había soltado en lo alto y probablemente se encontraba lejos....o muerto.

El peor de los miedos se hizo espacio en su pecho, Luhan comenzó a correr sin rumbo con su cabeza en cualquier lado menos en el raciosinio. Corrió hasta chocar contra algo duro y solido.

Levanto la vista a la enorme construccion ante él, parecía parte de una gran entrada. Camino para rodearla encontrando la puerta en el proceso. La curiosa entrada estaba abierta, era eso o las puertas aquí eran invisibles, no descartaba la posibilidad.

En lo alto dos lunas se elevaban, una blanca y una roja. Hermosas, llenas y completamente Sehun.

-- Sehun...- susurro, era obvio que las lunas le recordarían a su lobo pues los licántropos decían eran hijos de la luna y ella los llamaba en cada luna llena. -- La   Luna..  Los llama!!!- por supuesto, si Sehun estaba vivo y por dios que lo estaba, el podría haber sido llamado por sus padres luna...o algo así, se entiende.

Corrió tras la puerta transparente hacia la zona boscosa, si imaginabas que esas cosas negras y blancas eran arboles, claro está.

El aullido poderoso lleno el aire y pronto todo su corazón. Tal vez Sehun no recordaba quien era, pero su lobo sabia perfectamente quien era.

Su pareja...

La Mansion ParanormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora