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Desde su punto de vista, diría q las cosas iban viento en popa. El chicuelo había procedido intercambiando números de móvil e invitandolas a seguir con su paseo de compras. Tomo el extraño guiño del ex pelirosa como señal para dejar de ser una tercer rueda, con la excusa de ir al baño, permaneció en las sombras observando la interacción.

No mucho después debió volver a unirseles o de lo contrario su encuentro perdería el carácter casual.



Más tarde en la habitación del más bajo...

--Tu sonrisa da miedo.- comento el alto metiéndose un puñado de gomitas en la boca.

-- No tengo idea de que hablas- respondió acomodando su peinado frente al espejo.

-- Parece que estás cómodo en tu nueva piel.-

-- Bueno, será mi piel permanente.- comento casualmente. Luego dejo a su cabello caer nuevamente. Suspiró giró hacia la cama y miró bajo las pestañas al alto. El cuál lo observó haciéndose el tonto. Dándose por vencido momentos después.

-- Solo dilo.- espeto enderezandose en la cama.

-- Me gusta más ser chicooo!!- lloriqueo el bajito. -- odio los cambios de humoooor!- el alto levantó una ceja pero decidió no sumar comentarios. Decidido a terminar de una vez con sus viajes temiendo quedarse sin tiempo, alentó al más pequeño a seguir con el plan, después de todo había Sido idea del contrario en primer lugar.

Dos o tres encuentro "casuales" más sucedieron hasta que el humano por fin invitó al mas bajito a una cita formal. En todo este tiempo Cheol acompañó espiando desde las sombras al elfo, puesto que no quería cometer el mismo error de dejarlo solo como antes, metiéndose en situaciones particularmente graciosas.

Un día en particular mientras seguía desde la orilla al par que paseaba en barco de remos. Tropezó en la orilla aplastando a un tierno castaño, el pequeño muy amablemente le ayudo a estar de pie, no burlándose de la situación o haciendo comentarios al respecto de porque se encontraba bordeando un lago por la parte más alejada de los transeúntes. En su caso el alto evitó preguntarle al mismo que hacía oculto en un lugar tan peculiar. Tras una charla corta el pequeño le invito un helado, el cuál asepto ya que lo dejaba cerca de la pareja que pronto abandonaría el agua.

-- Creo que ya entiendo.- pronunció de la nada el castaño mientras limpiaba la cuchara de helado.

-- Disculpa, como dices?- indagó el alto perdido ante el comentario al no haber estado prestando realmente atención a su compañero de caminata.

-- Decía que ahora entiendo que hacía una chica caminando por un sendero tan peligroso.- el cazador permaneció en silencio esperando las conjeturas del otro. -- Estás siguiendo a ese par... correcto?- señaló al elfo y su chico.

-- Atrapada - respondió sonriendo débilmente.

-- El amor puede ser tan complicado a veces.- se quejo el pequeño. -- Sabés, no tengo nada palneado para esta tarde, te molesta que te acompañe?- el alto sonrió verdaderente.

-- No veo el problema.-

Juntos simularon ser otra pareja que paseaba por el centro, estando aquí y allá, nunca lejos del elfo.

La tarde cayó y juntos esperaron a que el tipo despidiera a la bajita en un taxi a casa, escondidos tras unos contenedores en el estacionamiento del centro.

-- Creo que ya debo irme.- comenzó el alto.

-- Así es...vamos te acompaño hasta la parada.- sonaba tan caballeroso que el cazador no tubo corazón para negarse, no llegaron muy lejos hasta que un pequeño grupo de matones les cerró el paso.

-- Wook, mira esto.- susurro el más feo al tipo junto a él, ambos se veían de temer con sus cigarrillos y peinados punk. -- Una muy dispareja, pareja.- ambos rieron del mal chiste. El pequeño tomo la mano del alto caminando lentamente por un lado de los tipos. El cazador estaba conmovido, pero no pudo evitar que el momento le pareciera cómico. El par de sabandijas, siendo humanos no eran rivales para sus habilidades de cazador, pero el echo era ageno al humano que trataba de protegerlo.

Cómo todo un caballero.. pensó.

-- Hey, hey. Pero a dónde van pareja dispareja pensé que podríamos pasar un tiempo juntos.- indicó el feo mirando descaradamente el cuerpo del alto, el cazador sintió escalofríos. Ahora estaba de acuerdo con el elfo en cuanto prefería cuerpo de chico, siéndolo, esta clase de situaciones no sucedían. En menos de un parpadeo el par se abalanzó sobre ellos, el pequeño trato de bloquear el camino inútilmente siendo rápidamente echo a un lado cuando trato de ponerse entre ellos y el alto.

Grande fue su sorpresa cuando la chica a la que acompañó durante el día, dejó inconcientes al par con solo mover sus brazos. La admiración brillo en los ojos del bajito haciendo sonrojar al alto.

Sin mediar palabra dejaron el lugar.





-- Siiiii!! Por fin se dará por terminado!- exclamó el elfo, Cheol lo miraba girar abrazado a su almohada, al menos alguien estaba feliz. Muchas cosas rondaban su cabeza recientemente y necesitaba que todo el paseo terminara de una vez. -- Mañana en el baile, seremos una pareja oficial y fin del cuento!- canturreo. -- Crees que cantarán como en las películas? Al menos no parece que vaya a descuartizarme.- se refirió al comentario anteriormente echo por el alto. El tipo asintió en acuerdo. Por fin y duras penas estaban llegando al final.

Debieron aprender a peinarse y maquillarse, fueron horas de exclavitud frente al computador, pero parecían haber tenido éxito. No parecían payasos, casi, parecían adolescentes coquetas normales.

Vestidas y listas, se dirigieron a su institución, la música podía escucharse desde fuera haciendo burbujear de la emoción al expelirosa.

-- Cuál es el plan- quizo saber el alto.

-- Simple, bailamos, disfrutamos me presenta como a su novia y quedamos felizmente enamorados para siempre!- explicó el bajito.

-- Para siempre parece mucho tiempo.- se quejo siguiendo a un muy feliz enano.

En cuanto entraron en el salón de baile el prospecto tomo la mano de bajito arrastrándolo a la pista donde bailaron tiernamente.

Sin nada más que hacer, el alto se quedó a un lado probando los aperitivos de la mesa. Dejando a su vista vagar, no notó el momento exacto dónde el par dejo el salón, pero sí pudo ver cuándo la pantalla central se encendió.

Una cámara apuntaba a un salón vacío, apenas iluminado. Momentos después una pareja entro riendo. Reconoció al bajito en el acto.
 

-- Que está...?- iba a preguntar cuando en el salón los presentes se reunían frente al proyector.

-- Te diviertes minha?- escucho claramente, como si portan un micrófono muy cerca de ellos.

--Si, todo parece un sueño.- diálogo de película cursi, pensó el alto. No queriendo adelantar conclusiones iba a esperar a ver que se desarrollaba de todo esto. Tenía la esperanza de que sea la forma en el que el chico fuera hacer formal su relación. Parecía correcto, solos, pero al mismo tiempo no quedaría en secreto.

Solo esperaría.

-- Solo quiero hacerte feliz...-

-- Lo haces...--  sonaba tan esperanzado, el alto estaba triste.

-- Minha... Quería preguntarte, que harías tú, para hacerme feliz?-  y ahí, la primera alarma sonó en su cabeza.

-- Lo que sea.-- el alto se debatía si debía intervenir o esperar, no tenía por qué ser tan crítico como sonaba.

-- Minha, hay algo que puedes darme, que no solo me haría feliz, si no que al darmelo dejarías muy claro a quienes pertenecemos- Cheol contuvo el aliento.

-- No por favor, no me desepciones.- repetía una y otra ves, nadie parecía prestarle atención.

-- Pídelo y te lo daré.-

-- A ti, quiero todo lo eres, te quiero a ti- pronunció el chico acortando la distancia para tomar al bajito de las caderas tirando de ella.

-- No- ladró el alto saliendo en carrera hacia el pasillo...

La Mansion ParanormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora