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Detrás del velo...

Cuando toda actividad cesó y el silencio bañó la montaña SeungCheol comenzó su marcha aprisa. Como habían acordado solo podía unirse al grupo de rescate solo si la intensidad de la batalla desaparecía dándole paso a la calma. Por su parte, el cazador había protestado y peleado por su derecho a participar en el rescate pero todo había sido inútil. El alto debía aceptar que podía ser muy bueno en batalla pero nunca podría ganar en una batalla contra dos elfos cabezas duras.

Camino presuroso, tratando de ser lo mas silencioso que pudo. Saltando tras un árbol cuando el sonido de las hojas se hizo eco en el silencio, espero con la guardia en alto sintiendo como poco a poco su cuerpo se ponía duro como una roca, listo para el ataque.

De entre las sombras la silueta de tres hombres se hizo ver, se alejó de su escondite para ayudar al lobo en su torpe andar, paso un brazo bajo su hombro poniéndolo erguido y sosteniendo su peso solo para mirar al alto y delgado joven que lo acompañaba.

Era evidente que se trataba de uno de los buenos, ya que el de curioso cabello largo cargaba en brazos a un inconsciente Tao.

-- Y los otros?- indagó acomodando al licántropo y su peso. Sehun limpio un hilillo de sangre que caía sobre su labio.

-- la tienen difícil- graznó para seguido toser, Cheol lo sostuvo con fuerza ya que los brutales espasmos amenazaban con romperlo.

-- Daos prisa- ordeno arrastrando lo mas rápido que pudo al lobo contra su cuerpo. Sonrió satisfecho cuando el otro lo siguió sin hacer preguntas, definitivamente estaba acostumbrado a este tipo de vida.

Guió al grupo lo mas rápido que pudo a una furgoneta en una calle vacía, abandonada en la nada. Cuando sugirió la idea, los elfos se negaron, alegando ser mas que suficientemente efectivos como para llevarlos y traerlos, según el punto del cazador, el estar preparado nunca estaba mal.

Metió al lobo en la parte trasera haciendo ingresar seguidamente al par restante.

-- Sehun..mirame!- llamo la atención del lobo quien luchaba fieramente por mantenerse despierto. No pudo decir una palabra pero miro al cazador esperando a que terminara -- dime, podre ir a buscar al resto, o debo llevarlos a casa para mas seguridad?- preguntó aunque ambos sabían que ir a casa le tomaría varios días desde donde estaban, pues no se encontraban precisamente a la vuelta de la esquina. El haber podido llegar hasta ahí, fue gracias al par de elfos. Sehun negó, SeungCheol cerro los ojos y resopló.

Rápidamente ideaba un plan en su cabeza, se giro hacia el desconocido

-- Nombre?-

-- Jeonghan- Respondió instantáneamente, Cheol señalo sus alas aun atadas a su espalda, el joven suspiro -- Demonio- contesto a la silenciosa pregunta. El Cazador no pudo ocultar su sorpresa, un demonio estaba en ese momento frente a él, ayudando a uno de los suyos.

-- En que se metieron..- susurro, volvió a mirar al pelilargo -- puedes tener un ojo en este par?- el otro negó

-- suelta mis alas, mi poder es limitado estando así- Cheol asintió sacando una navaja para trabajar en las fieras cerraduras que apresaban a las enormes extremidades.

Tras varios intentos, un corte y muchas palabrotas el cazador por fin hizo ceder el aparataje, con mucho cuidado desenfundó las alas quitando del todo las pesadas ataduras, el demonio salio del vehículo dejando con el alto a Tao para estirarlas. Totalmente expuestas, las gigantescas alas imponían miedo y respeto, SeungCheol sintió el temor de involucrarse con este tipo de criaturas solo con ver la envergadura de las alas ante él, pero era demasiado tarde para evitarlo.

Rápidamente se pusieron de acuerdo y el cazador emprendió la marcha, el demonio le había asegurado que nadie podría encontrarlos si el permanecía cerca, pero de igual manera le pidió no tardara Puesto que  tanto el lobo como Tao necesitaban de atención medica.

Volvió a emprender la marcha redoblando el paso, ya no iba en modo furtivo si no en todo el plan de atacante, luego de escuchar que la tenían difícil mas la aparición de un demonio dejaba en claro que se encontraban en desventaja. Corrió saltando troncos y esquivando ramas, hasta el claro desde donde una mansión en ruinas se alzaba a la distancia. Corrió un poco más aprisa, pero un grito desde el otro lado de la arboleda le hizo frenar.

-- SeungCheol!- le llamaron y no dudo en acortar distancia. Llegando, encontró al vampiro muy mal herido apostado en el suelo y arrastrándose hacia la mansión, a unos pocos metros Chen lamia sus heridas.

-- Detente, deja que te ayude- le dijo mientras lo ayudaba a ponerse de pie -- Vas hacia aya?- señalo las ruinas, el moreno negó.

-- Voy hacia aya!- respondió dejando escapar algún que otro quejido en la oración. Cheol fijo su mirada en la zona de guerra buscando la razón para tal travesía, sin poder dar con ella. Sin decir mas ayudó al vampiro a avanzar a dicho sector.

El horror empapo su alma en cuanto estuvieron mas cerca y la escena mas increíble se montaba ante sus ojos. Dos elfos, uno de blanco y uno de negro yasian tendidos sobre el suelo sin movimiento. Soltó cuidadosamente al vampiro y corrió otra el primer cuerpo.

Era el pelirosa, tendido de lado y con los ojos cerrados. Temeroso de sus movimiento con mucha paciencia el cazador lo puso boca arriba. La recepción no se hizo esperar cuando no hubo respuesta del mas pequeño a su tacto, luego poco a poco fue revisando el daño en su cuerpo. Encontrando numerosas heridas que sabia eran mas feas de lo que se podía apreciar. Echo el examen salto al siguiente elfo, solo para encontrarse en la misma situación.

Ambos permanecían inconscientes, tibios pero sin reacción. Podrían estar muriendo por lo que al cazador respecta pero su conocimiento de primero auxilios no abarcaba especies como esta. Rápidamente analizó las opciones.

* el enemigo no estaba a la vista: por lo que debieron darlos por muerto y abandonaron el claro.

* ambos elfos no respondían: por lo que no podían defenderse o defender a nadie. Mucho menos sacarlos de ahí.

No pueden defender a nadie. Pensó, de inmediato su cabeza viajo a los humanos en la mansión. Temió lo peor cuando los malos no estaban a la vista y los débiles del grupo al alcance.

Pero nada se podía hacer, no desde donde estaban. Primero lo primero, sacarlos de ahí.

Busco entre los escombros un gran pedazo de puerta que ato con cables esparcidos en el claro. Subió los cuerpos de los elfos y comenzó a arrastrarlos no paso mucho cuando notó que el vampiro tampoco podía hacer por si mismo. A pesar de las protestas del moreno, Cheol lo puso junto a los elfos y volvió a tirar de ellos. Chen lo seguía en silencio pero de cerca. 

Se movían mucho mas lento, y aunque le esperaba un viaje largo y tortuoso se aseguraría de que al menos tenia a todos.

La Mansion ParanormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora