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Corazones que hablan...

Hacia tres semanas que nada sucedía, no hubo que lamentar nuevos incidentes por parte del pelirosa ni siquiera en la construcción, la cual había tenido un avance considerable.

Kyung se había mantenido ocupado comprando material y muebles para la nueva casa. La cual faltaba poco para ser habitable.

Tanta suerte comenzaba a ser sospechosa, por eso cuando un viejo conocido ofreció su ayuda no fue cuestionada su colaboración...



-- Y porque querrías ayudarnos?- pregunto cauteloso el ojon. El grupo se encontraba reunido en la sala del apartamento en una símil audiencia publica.

-- No estoy ofreciendo mi ayuda por las buenas.- le espeto el otro -- Soy un cazador, eso es lo que hago, cazar lobos. Y llevo demasiado tiempo sin encontrar alguno. Al principio había creído que la raza se extinguió, pero obviamente no es esa la razón.- el peligris miro al rubio desdeñoso. -- Solo he estado buscando en el lugar incorrecto. Sé con seguridad que quedarme cerca de ustedes los atraerá aquí tarde o temprano. Sólo les pido me dejen quedarme y a cambió detruire a las amenazas seré de utilidad, puedo hacerlo y lo saben.- el alto cruzó sus manos al frente apoyándolas entre sus rodillas en espera de una respuesta.

El grupo se miro pausadamente entre ellos, las dudas silenciosas compartidas entre sí no fueron dichas pero no por eso fueron ignoradas.

-- Los que estén a favor?- tres manos se levantaron. -- Los que estén en contra, digan porque..- Soo dejo a los disconformes hablar. El primero fue Luhan y nadie se sorprendió por eso.

-- El mata lobos!!- grito envolviendo al licántropo entre sus brazos. El peliblanco río entre dientes y asintió.

-- Mataras a Sehun?- quiso saber el ojon. No hubo respuesta, Luhan inhaló -- Sera mejor que te vallas- corto Kyung ya que nunca permitiría que alguno de sus amigos este en peligro mientras este en sus manos el protegerlos.

-- No lo haré- ladro el cazador. Todos lo miraron expectantes, excepto el vampiro y el elfo quienes se pusieron de pie listos para el ataque. -- No mataré a ese lobo.- espeto claramente disconforme con el trato.

-- no dañarás a nadie en esta habitación y tenemos un trato.- negocio el ojon como todo un experto en relaciones humanas. Seungcheol los miro bajo un pronunciado seño fruncido pero a fin de cuantas acepto.





Desde entonces los nueve compartían parte de sus días en el apartento. El cazador solía rondar un rato dentro para luego salir y hacer guardias. Kai se mantenía al tanto sobre el mismo para no tener lamentarse luego. Mientras Chanyeol los tenia a todos en una burbuja de protección mientras estuvieran cerca.














-- Chen, podrías pasarme ese tazón?-

-- Pero ese tazón es mio, lo que pongas en él sera mio.- fue la respuesta, Min sonrió

-- Vamos, no seas egoísta debes compartir con el resto y además el tazón es grande. Podrías comer tu y algunos otros de él- el felino estrecho sus ojos agitando su cola salvajemente, pero no soltó su tazón. Min camino hasta él y mirándolo a los ojos lo tomo lentamente de entre sus manos y sonrió cuando este no reaccionó luego solo volvió a hacer lo suyo. Cuando llevo el tazón a la mesa de te donde se compartía una tarde de te, el felino permaneció en la cocina y no quiso unirse al grupo.

La actitud no paso de ser percibida por el ojigato por lo que suspirando tomó dos tazas y volvió a la cocina.

Casi cae de espalda ante la escena que lo recibió. El orejas de gato estaba medio cubierto en harina mientras golpeaba una plasta que suponía era de lo mismo, con una cuchara sobre el mostrador de la cocina.

Sin poder evitarlo comenzó a reír y tras dejar las tazas procedió a tomar una fregona para limpiar. Cuando la cocina estuvo un poco mas limpia encaro al felino.

-- Ven te ayudare!- susurro tras acortar la distancia entre ambos y con pequeñas palmaditas sacudió la harina del felino. Cuando hubo acabado no resistió la tentación de sobar sus orejas ya que estas permanecían es estado horizontal haciéndolo ver extremadamente tierno. Casi como un niño. Jugo un poco con ellas y cuando noto la falta de reacción del alto busco en su rostro, descubriéndolo triste y con el fantasma de lágrimas tras sus pestañas.

Volvió a la alacena y saco lo necesario, luego empujo al joven otra vez a la mesada.

-- Primero debes poner la harina, ahora romper cuidadosa mente los huevos..- comenzó con el orden de la masa y aunque al principio el chicogato permaneció ajeno fue luego que poco a poco comenzó a poner de sí. -- Jajja no así, presiona con mas fuerza , bien así...- juntos prepararon amasaron y cortaron las galletas y compartieron una breve guerra de alimentos mientras limpiaban.

Cuando estuvieron listas el felino casi pierde sus garras por querer sacar la bandeja sin protección. Fue rápidamente secundado por el ojigato quien le entregó correctamente sus galletas ya separadas en un tazón diferente. Cuando las tubo en su poder solo se giro dejándolo solo, Minseok solo termino de ordenar lo que había quedado. El grupo ya no estaba reunido por lo que en cuanto termino se retiró a su habitación buscando despejar sus ideas.

Una sonrisa gatuna adorno su rostro y lo acompaño el resto del día cuando sobre su mesita de luz, diviso un par de galletitas. Las comió lentamente disfrutando del sabor de un nuevo sueño.












Era la primera luna llena en ese mundo y Luhan lo sabia. Esta vez estuvo preparado.

Sabia que los lobos salían a correr los días de luna por lo que tras compartir la merienda arrastro a Sehun a un bosque de caza limitada a unos kilómetros de donde se encontraban.

-- Bueno, no estoy seguro de que vas a necesitar para esta noche. Por lo que traje ropa, un poco de carne al horno y ... Esto.-

-- Una correa?- Sehun lo miro incrédulo

-- Tu eres el que puede hablar con su lobo, no me pidas tener todas las respuestas, no se que necesitarás lamento saber tan poco!!- se defendió de la dura mirada del rubio, ofendido giro sobre sus pasos dejando todo botado ante el licántropo.

Tras dar solo dos pasos lo alcanzo tomándolo por su brazo.

-- Lo siento Luhan, quedate conmigo hoy, si?- el menudo reacio a mirarlo a la cara espero unos segundos en los que tubo una dura batalla consigo mismo para no ceder, pero le resultó imposible. Amaba a su lobo y no había daño suficiente que lo hiciera correr en sentido contrario.

La Mansion ParanormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora