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Espero paciente a que la sensación de chapuzón pasara, con alivio abrió sus ojos buscando de inmediato a su compañero de aventura, lo encontró llorando en silencio no muy lejos de su lecho. Lentamente se acercó temiendo ser rechazado, tomo al mas bajo entre sus brazos, acunó su cabeza acariciándole como a un cachorro, para ser sinseros esto de ser amable con agenos era totalmente nuevo para él, si éste le empujaba o golpeaba lo tendría bien merecido.

No sucedió, solo sollozo en silencio por un largo periodo.

-- Tu cabello es bonito, deberíamos cortarlo y llevarlo a casa.- irrumpió

-- Que tonterías dices.- repuso el otro, aliviando en parte el corazón del cazador. Era un enano bastante fuerte. Momentos más tarde se separaron y el pequeño se limito a limpiarse el rostro para luego mirar a sus alrededores. Una mezcla de nuevo y antiguo se salpicaba en su entorno. Era como si hubiera una feria renacentista en épocas modernas.

Muchas chicas se observaban por las ventanas al pasillo, las paredes extrañamente de piedra les brindaban un refugio seguro de las miradas inoportuna.

-- Wooow ahora sí quiero!- comento el alto, una sonrisa socarrona adornando su cara.

-- De que rayos hablas idiota.- al mirar hacia abajo entendió por qué.

Bubis, tenía bubis. Las tocó conmocionado rápidamente buscó su paquete sin encontrar nada más que vacío.

-- Oye!! No toques a la niña, no olvides que es un cuerpo prestado!- le regañó. Y si bien en parte era cierto, el pelirosa había albergado la esperanza de encontrar un compañero para quedarse, quizás debía acostumbrarse a las locas hormonas si pretendía si quiera intentarlo. Suspiró.

-- Okey, manos a la obra!- logro dar un paso deteniéndose en seco. Observó al alto en silencio su mirada recorriendolo lentamente de pies a cabeza. El alto puso las manos en la cadera haciéndolo ver como un matón. El elfo río sin poder evitarlo.

-- Que es?- quiso saber.

-- Tu pelo se ve genial- corto el enano sin responder a la pregunta.

Llevado por la curiosidad el alto comenzó a recorrer su cabello encontrandolo perfecto, largo y sedoso.

Nada mal... Pensó.

-- Pero mis bubis son más grandes.- terminó el pequeño dejando la habitación por una puerta alta de madera. El peliblanco llevo rápidamente sus manos al pecho y de echo apenas podía diferencia la curva que sospechaba eran pechos de mujer.

Murmurando por lo bajo algo referido al físico adecuado que hubiera preferido de haberse convertido en mujer, siguió hacia el pasillo al enano.

Estaban en una universidad que se basaba en un castillo.

-- Parece un mala película de Disney.- se quejo el alto.

-- No está tan mal, al menos ya no soy un animal. Ahora... Por dónde comenzar?- el ex pelirosa barrio con la mirada la multitud de adolescentes que se dispersaba en los espacios abiertos de la universidad. Con grupos bien definidos por gustos, no sería difícil encontrar uno en cuál comenzar.

Un grupo en particular comenzó a desplazarse hacia la entrada amurallada frente a la gigantesca estructura. El grupo hacia mucho ruido entre comentarios y risas. Entonces sucedió, el gran grupo se movía como un enjambre al rededor de un chico en particular quien apenas atrapó un vistazo del elfo sonrió brillante en su dirección. El grupo siguió y se perdió en la entrada del edificio principal.

-- Ni de coña!- ladró el alto.

-- Creo que es él!!- la sorpresa siendo clara en su voz.

-- Mira no hay que rebanarse los cesos pensando, si es como en las películas... Uno, terminan en un musical absurdo y felices para siempre. Dos, es un asesino serial y tú cuerpo no será encontrado en varias generaciónes.- ennúmero el cazador un poco cansado con toda esta cacería.

-- Mira cayate, cuando el me miró sentí un...un... Bueno un no sé. Pero es algo, no sabré si estoy equivocado hasta que lo pruebe.-

-- Equivocada.- el enano suspiró.

--Bien a movernos.- el pequeño fue ennumerando sus pasos. El primero consistía en hacerse de información, tanto de su posiblecompañero como de las chicas a las que tomaron.
El grupo de las chismosas populares fue de gran ayuda, con solo cruzarse con un par el rollo de sus personas fue soltado.

Al parecer el par no era exactamente unidas o eso es lo que todos creían. Por su puesto el par actual no estaba para juzgar por lo que solo trataron de apegarse a sus posibilidades.

La pequeña de buenas curvas, alias Wooziie provenía de una familia acaudalada que no se encontraba en el país. La morocha de pelo largo era casi un fantasma y nadie sabía dónde y con quién vivía, por lo que acordaron quedarse juntas con el pretexto de ser tutora y alumna.

Wooziie no perteneció a una familia pudiente en su vida original por lo que seducido nuevamente por el dinero, arrastró al alto en un frenesí de compras con pretextos de seguir un elaborado plan.

-- Que tal este vestido?-

-- demasiado revelador.-

-- estás loco? Somos posadolescentes debemos ser sexis y atrevidas!-

-- No-

-- En que clase de monasterio te criaste amigo?-

-- Nací en una familia estricta y estaba bien, ahora ponte algo por el amor a todo lo sagrado, que ese cuerpo no es tuyo- reto el moreno cubriendo el torso del enano con una blusa que tenían a mano.

Dicen que la curiosidad mató al gato y Wooziie pronto descubriría por qué.

Cómo estaba planeado el prospecto a compañero ingreso al paseo de compras pasadas las cinco, según los datos era un músico novato que tenía un acuerdo con el local para tocar un poco de música en las hora pico del lugar.

El par, bebidas en mano se dirigió frente al improvisado escenario para estar lo más visible posible.

-- Que tal me veo?- indagó el ahora castaño elfo, el alto movió la cabeza pensativo.

-- apta.- la expresión del enano fue graciosa.

-- apta?, Bien ahora que lo pienso, creo que no tienes mucha experiencia en esto de la seducción?- el alto nego.

-- en mi clan los matrimonios están arreglados desde antes de nacer, nos concentramos en el entrenamiento y luego en tener hijos.- explicó. El elfo mordió el sorbete de su bebida. Pensando seriamente que es nacer con una vida estrictamente planificada. Sin miedo a los errores pues alguien más los preveía por él, pero sin la más absoluta muestra de libertad.
Miró nuevamente al alto y se pregunto cómo llegó hasta este punto.

-- Seungcheol, como terminaste aquí?- indagó, el alto lo miro perdido sin saber a qué se refería.

-- Pues he Sido arrastrado con un enano engreído dimensión tras dimensión.- explicó.

-- No- nego el pequeño -- Me refiero a como pasaste de ser un cazador estructurado a estar con una bola de inadaptados que creen ser una loca y disfuncional familia. Ellos no te tienen amenazados, entonces como? Porque?- preguntó bajando la voz para que el grupo a su alrededor no pudiera escucharles.  El pelilargo lo miró serio, muchas cosas brillaron tras su mirada pero nada salía de su boca.

-- Hola Kim Minha- la oración saco al par de su guerra de miradas volviendolos al presente. El prospecto estaba a unos pasos de ellas saludando animadamente, en su espalda cargaba su guitarra, por lo que supusieron que el show había terminado.

-- Hey hola.- el pequeño respondió con una sonrisa que esperaba sea encantadora, se veía elegante por lo que  "apta" no fue una opinión del todo desasertada...

La Mansion ParanormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora