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Segundas oportunidades...

Pasaron los días y una extraña rutina se formó.

Por las mañanas temprano Soo debía asistir a hacerse unos cuantos nuevos estudios, los cuales cada vez eran mas extraños, desde exámenes psicológicos, preguntas de su pasado que ya llevaba rato evitando y estudio de sus antepasados a través de su genética. Cada vez entendía menos pero no paso de ser persibido la preocupación en los ojos de Min, debía ganar cuanto ante la confianza de ambos para poder tener acceso a toda los misterios que los envolvía.

Mas tarde asistía a su trabajo donde podía disfrutar de un desayuno saludable. Lo cual despertó su alarma al verse mas rellenito que antes, no siendo gordo, pero mas rellenito. Debió de pedir de favor a Yeol que este le proporcionara ropas a su medida, ya que el pantalón que obtuvo en su primera salida le quedaba tan ajustado que parecía una segunda piel. A lo que el elfo reacciono dejandole varios juegos nuevos y pidiendo como única condición que no lo llamara fuera de sus habitaciones, nadie más que él debía saber su nombre, Kyung aceptó gustoso después de todo era una ganga. Tal vez sea un elfo oscuro, pero no parece ser del todo malo.

Al medio día se despedía de sus compañeros y emprendía camino a casa de su nuevo amigo Lu Han, donde ayudaba a preparar la cena, también se encargaba de los mandados y aportaba en la limpieza como pago por su alimento. En poco tiempo entablaron una buena amistad, el de dulce sonrisa había aceptado a Soo sin hacer mas preguntas y procuraba siempre tener pequeñas cosas en la que el ojon pudiera ayudarle o el mismo se negaba a comer. Para Lu la comida no era un problema, tenia un trabajo estable en una biblioteca local donde ya llevaba tiempo. Pero a su casa solo asistía Kyung, de su extraño y evasivo amigo no sabia mucho, solo que permanecía siempre a una distancia prudente del ojon, siempre donde este no podía verlo. Se preguntaba porque.

Por las tarde Soo ayudaba a una ancianita en una vieja verdulería de barrio, tras mucho vagar cayo como regalo del cielo al lugar. La anciana perdía rápidamente la movilidad y solo tenía su tienda como único sostén, lamentablemente no podía pagar a su nuevo empleado, a lo que el ojon encontró como solución, la tienda contaba con verduras 100% naturales ya que la anciana contaba con una extensa plantación de vegetales tras su pequeña casa en la que por supuesto ayudaba. Sus tardes eran bastantes pesadas entre verduras y clientes pero valía la pena cuando al final del día podía llevar una bolsita con los mismos vegetales de la verdulería a casa, el acuerdo era que podría cobrarse su ayuda con mercadería que no se vendía, asegurándose de que la misma no se pudriera y desperdiciara.

Sus noches contaban de forzosas clases de cocina en las que Min se esforzaba para hacerle entender al ojon el complejo sistema de cocción en una sopa. Soo no perdía las esperanzas de hacerlo bien alguna vez. Min lo acompañaba en las cenas cada noche pero el vampiro era otra historia. Al moreno solo podía verlo por las mañanas y un pocoprobable desmejoramiento se notaba en su cara. Esa podría ser la causa de la preocupación de Min. Se dijo, ya faltaba poco para poder hacer "la pregunta" como él lo llamaba.





Una tarde mientras trabaja en la verdulería Lu pasó saludándolo, esto le pareció raro al ojon ya que su casa no quedaba cerca, Soo lo sabia y en su caso nunca temió porque siempre viajaba "acompañado" y en caso de que algo no saliera bien podría llamar al elfo, en voz baja por supuesto para no romper su trato y escapar victorioso. Pero ese no era el caso de Lu, el volvía solo. En la noche. Y sin elfo en caso de emergencia.

La Mansion ParanormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora