El segundo día de clases no es muy atractivo, y tampoco si me tengo que levantar de mi hermosa y caliente cama.
Eso suena mal. ¿Verdad?
Solo a ti te puede parecer mal, mente sucia.
Tiempo sin verte, empezaba a extrañarte.
No digo lo mismo, desapareci unas horas y ya te metiste en muchos problemas.
Es tu culpa por dejarme y no decirme que está bien o mal.
Infantil.
Agh. Dejaré esta pelea para después, ahora no.
Me levanté de la cama, con mucha pesadez. Fui al baño, hice mi rutina diaria.
Me vestí con un top blanco y un short tiró alto verde agua. Seque mi cabello y lo dejé suelto, aplique un poco de maquillaje, no demasiado. No me gusta estar muy cargada.
Tome mi celular, la mochila y salí de mi habitación.
Nuestra ubicación es simple, en el primer piso está la habitación de Félix al final de pasillo izquierdo, Abel en frente, a su lado las escaleras principales, Cedric en el medio, dividido de Nathan por las otras escaleras, luego está mi habitación y al frente la de Frederic.
En el segundo piso, a la izquierda está Bastian, al frente Jace, al lado de Bastian esta Kyle y la habitación de Chris, al frente el final de las escaleras con el balcón por detrás, le sigue la de Tony y al frente Alec.
Básicamente esa es nuestra organización, nuestra casa tiene dos pisos, más la planta baja. Donde está el living a la derecha, el comedor a la izquierda, detrás la cocina que es bastante amplia y también hay otra mesa. Tenemos el cuarto de limpieza, un baño de invitados, un salón de juegos y una habitación que nadie usa, solo Patrick cuando viene de visita.
Nuestra fraternidad es la más grande de Columbia.
Cada habitación es enorme, con baño propio. En esta casa no tengo balcón pero si un gran ventanal para no sentirme asfixiada. Todo gracias a Jones que me dió su lugar para que no tenga problemas.
Ellos saben que soy claustrofobica.
En fin, después de un rico desayuno donde el ambiente estaba tenso y nadie hablaba, me dirigí a la universidad en mi Chevrolet Camaro Panther, de color negro, regalo de Navidad.
Las primeras horas fueron tranquilas y aburridas, ahora estaba en epidemiología clínica, por suerte la profesora que dictaba la clase era un amor, era de edad un poco avanzada y eso la hacia adorable.
Una voz muy conocida salió del parlante, el director Olson, nuestro amigo.
*Atención alumnos, se solicita la presencia inmediata en dirección de los líderes y sub lideres de cada fraternidad y/o hermandad, muchas gracias*
Mierda. Algo malo debe estar pasando, no suele hablar tan formal ni convocar a todos.
Me levanté de mi lugar con mis cosas, me despedí de la profesora y salí de la clase, no sin antes lanzarle una mirada tranquilizadora a Nathan que compartía mi misma clase.
Subí hasta administración, la chica de recepción no era muy amable así que simplemente la ignore. Toque la puerta una vez y escuche un "adelante".
—Buenos días, Ayli— me sonrió Olson.
—Buenos días, señor Olson— le devolví la sonrisa.
—Solo Chad, querida— asentí con la cabeza —Bueno, creo que no falta nadie.
Y era la verdad, llegué tarde, todos corrieron al parecer y como soy muy floja no lo hice.
Estaban todos, Evaine Gibbs y Nishta Gibbs de Sigma, si, son hermanas, Catherina Russell y Pauline Sanders de Delta, Edgard Parrish con Ayrton Warren de Pi Beta, Kalena Grimaldi y Scott Sumpter de Lamda. Y por último Christopher Jones de Omega.
—Chicos, debo darles una noticia y no se como la tomarán— habló serio.
—¿Es buena o mala?— pregunto Ayrton.
—Eso depende de como lo tomen— mierda —Veran, casi a final del ciclo escolar pasado recibí un pedido del ministerio de educación, quieren emplear la integración con las demás universidades, para comparar el nivel de cada institución.
Eso no suena tan mal.
—A nosotros nos tocó un intercambio con la universidad que está en California, Stanford.
Ahora si se ve mal.
Muy mal.
Demasiado.
Intercambiamos miradas con Chris, él sabía que esto me iba a afectar.
—Elegimos que fuera una fraternidad o hermandad, ellos nos darán el alojamiento de la fraternidad que vendrá y ustedes prestarán la casa, claro que deberán tener sumo cuidado de mantener todo en su lugar.
Odio esta noticia, quiero que acabe ahora.
—¿Por cuanto tiempo será?— pregunto Nishta.
—Desde la semana que viene hasta el final del año— trague duro.
Todos nos empezamos a mirar nerviosos, a nadie le parecía algo bueno.
—¿Voluntarios?— pregunto el director con alguna esperanza.
—Lamda Mu da respuesta negativa— habló su líder, Kalena —La mayoría de nuestros chicos ya se irá en un viaje exactamente a California y sus días de entrenamiento han aumentado, además que el resto de nosotros tiene competencias, presentación y demás, no podemos abandonar la universidad ahora.
—Esta bien— habló con pesadez —Lo entiendo.
—Pi Beta Kappa también denega la propuesta, nosotros ya tenemos una actividad para este año y nos llevará mucho tiempo— habló Edgard.
—Sigma Theta igual, tenemos demasiados proyectos y los chicos no van a querer un cambio cuando se acercan las olimpiadas nacionales de las diferentes asignaturas— habló Evaine.
Mierda, solo quedan las plásticas y nosotros, y hasta ahora no encuentro una excusa.
—Aunque a Delta Psi le encantaría ir nos será imposible— estoy muerta —Usted sabe que este año es muy importante para nosotras, muchas campañas de modelaje nos estarán visitando para las pasantías.
—Lo entiendo— habló resignado el director —Solo quedan ustedes— dirigió su mirada a nosotros.
Chris me miro preocupado, sabía que no tenía una buena razón por la cual no ir, solamente la que todos saben, yo no quiero.
—Voy a ser directo Chad— empezó firme —Es una propuesta complicada, si bien no tenemos nada aceptable que nos impida, tenemos razones personales que no preferimos tocar— amo como resuelve las cosas —Me doy cuenta que somos los únicos que podemos ayudarte y te pido que nos disculpes, no podemos hacerlo.
Quería agradecerle por salvarme, pero me sentía culpable por la cara de decepción del director, de pronto la imagen de Kyle pasó por mi mente.
Esta era nuestra única oportunidad para no perderlo, nuestra única salvación.
—Chris espera— lo detuve —Yo...
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Ficção AdolescenteDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...