Maratón 2/3
Logan Pov's
Estuvimos haciendo las compras todos juntos. Esta era la primera vez que veníamos todos, generalmente lo mandamos a uno. Hacemos un sorteo y el que sale es el que irá. Matt salió la última vez pero como no tenía tiempo no vino. Para mi que eso era una excusa ya que tenía pereza o estaba triste por lo de Madison. Lo comprendía demasiado, a todos nos afectó. Más esa última noticia. No entendía porque haría eso. Ella sabe que yo la amo.
Definitivamente no dejaría que algo así sucediera. Ella no podía casarse con él. Yo la recuperaría cueste lo que cueste.
—Chicos, iré por unas cosas, los alcanzó luego— se excusó Patrick y se perdió por una fila.
—¿Que más nos falta?— pregunto Ryan.
—Yo creo que nada más— habló Noah.
—Bien, iremos a pagar— dijo Nick.
Seguimos caminando hasta que una pelotita amarilla rodó por frente de nosotros. Mire hacia la fila y había un bebé en un coche, estirando sus manitas en dirección donde el juguete rodó. Estaba solo, a su lado había un carrito con mercadería.
Tome el objeto y camine hasta estar frente de él. Los chicos me siguieron dejando nuestras cosas al final de la fila.
—Ten pequeño— tomo la pelota con sus dos manitos. Y salto de alegría —Que lindo eres.
Y era verdad. Sus ojos eran azules, parecían dos zafiros. Su piel era blanca y su cabello negro. Era una cosita hermosa. No parecía tener más de unos meses, seguramente ni hablaba.
—Hola bebé— Dylan se puso en cuclillas frente de él y le depositó un beso en su frente —¿Que haces tan solito?
El niño solo se limitaba a reír, ya que James le hacía caras graciosas por detrás de Cooper.
—¿Creen que lo puedo cargar?— pregunto mientras se levantaba.
—Siiii yo también quiero— exclamó Andy.
Solo me encogí de hombros, admito que tenía ganas de cargarlo, me parecía muy tierno.
Dylan lo tomó en su brazos y él pequeño soltó su pelotita, esta callo dentro de su carriola. Así fue pasando de brazos en brazos recibiendo besos y demás cosas que lo hacían reír. Hasta que al último me tocó a mí.
El bebé puso sus manitos en mis mejillas y reía cuando movía mi cabeza.
—¿Como creen que se llame?— pregunto enternecido Jack.
—No lo sé— le di un beso en la frente.
—Deberíamos pregúntale a su mamá— opinó Luke —Aunque no la veo por ningún lado.
—¿Quien es tu mamá, pequeñito?— pregunté mientras él miraba por mi hombro.
—Aba— grito mientras estiraba sus manos por mi espalda.
—Veo que la encontraste— me di la vuelta y en ese momento no supe cómo reaccionar.
Madison estaba parada al inicio de la fila. Solo esperaba que esto fuera una coincidencia.
El bebé seguí repitiendo lo mismo mientras estiraba sus manos hacia ella. Tome coraje y me fui acercando a donde se encontraba. Ella estiro sus manos y lo recibió al pequeño sin sacar su mirada de la mía.
—¿Conoces a su madre?— pregunté esperanzado.
—Yo... yo soy su madre— dijo al fin, dejándome sorprendido.
Mire al niño que se abrazaba a su cuello y posaba su pequeña cabeza en el pecho de ella. Tenía un ligero parecido. Su cabello era el mismo, al igual que su piel. Pero los ojos no. Esos zafiros azules me hacían dudar.
—¿Es... es tu hijo?— pregunto Dylan posicionándose a mi lado. Él estaba al igual que yo, su cara no podía ocultar la sorpresa.
—Si— su expresión era neutra.
No, esto no podía ser cierto. Ese pequeño no podía ser su hijo. Me negaba a creer que lo fuera.
—Esto no puede ser posible— negué con mi cabeza —Si tu eres su madre, entonces ¿Quien es su padre?
No quería saber la respuesta, o tal vez si. Ni yo mismo entendía mis emociones en este momento.
—Soy yo— apareció quien menos quería pero del que más sospechaba.
Mire sus ojos solo para comprobar. Y ahora me di cuenta de quién saco esos zafiros. Aunque Jones los tenía mucho más claros que el pequeño en brazos de Madison.
Ellos tenían un hijo juntos, un pequeño ser que tenía un poco de ambos. Una cosita hermosa como ella. Por eso ellos iban a casarse. Esa era la verdad.
Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, camine hasta llegar a su lado y solo pude susurrar mis palabras.
—Ahora entiendo tu motivo.
Y me fuí, sintiéndome herido, destrozado por dentro. Y queriendo morirme.
Aylen/Madison Pov's
Cerré los ojos fuertemente intentando no llorar. Eso fue demasiado duro. Pero no podía hacer nada. No iba a negar a mi hijo, aunque amara a Logan, yo amaba más a Kylan.
—¿Cu-cual... cual es su nombre?— preguntó Dylan, había olvidado por completo a los demás chicos.
—Kylan— dije despacio. Mi pequeño levantó la cabeza para mirarme y me lanzo un beso. Sonreí como respuesta, solo él podía mejorar esta situación.
—Es un lindo nombre— sus ojos estaban cristalizados. No sabía porque.
—Lo sé— mire a Christopher quien se mantenía callado —Deberíamos irnos.
—Claro— me sonrió comprensivo. Sabía que no quería seguir aquí.
—Nosotros también nos iremos— habló Nick. Su voz sonaba rara, como triste.
Yo solo asentí con la cabeza, ellos empezaron a pasar por mi lado hacia la salida de la fila. Uno por uno miraba a mi hijo en mis brazos quien solo saltaba.
El último fue Dylan. Él se paró frente mío y tomo una de las manitos de mi hijo.
—¡Aba!— dió un salto mientras sonreía.
—Si, eres un lindo bebé— le dió un beso en su frente y se fue.
No me quise dar vuelta, solo escuchaba sus pasos y sostenia a Kylan mientras miraba por detrás de mi hombro.
—¿Estas bien?— me pregunto Chris cuando estuvimos solos.
—No— una lágrima resbaló por mi mejilla —Viste como estaba
—Al igual que tu ahora— limpio mi mejilla, Kylan se volvió a posicionar en mi pecho —Te sigue importando.
—Mas de lo que debería— lloré mientras abrazaba a mi bebé —Yo lo amo.
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Teen FictionDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...