Vestido en multimedia
Observaba mí reflejo en el enorme espejo. Me veía bien. Mí maquillaje era perfecto, al igual que mí peinado y vestido. Hoy era el día de mí boda. El más esperado por todos. Hoy me casaría con el padre de mí hijo.
Había renunciado a todo lo que más quería, había tomado la decisión de alejarme y nunca me retracto de eso. Hace dos años cuando perdí la votación sabía que no quería dejar a los chicos, pero no me arrepentiría de mis decisiones, jamás.
Me gustaría que mí madre estuviera presente, se que es algo imposible y eso duele. Necesito un consejo de su parte.
–Estas irreconocible– hablo detrás mío.
–¿Eso es bueno o malo?
–Depende como lo veas.
–¿Sigue en pie la oferta de acompañarme si quiero huir?– me di la vuelta.
–Dijiste que no pretendías vivir huyendo– me miro mal.
–Y tu que nunca es tarde para arrepentirse.
–Pero hoy sí lo es, no dejaras a mí mejor amigo plantado en el altar– se cruzó de brazos –De todos modos ganaste la apuesta.
–Lo se– reí –Te queda lindo el traje.
–Tenia que ser el padrino más guapo– se encogió de hombros.
Cambiamos el sistema de boda. Tendríamos dos padrinos y dos madrinas. De parte de cada uno. Los míos serían Megan y Dylan. Los de Christopher serían Kayla y Alec.
Y en vez de damas y caballeros de honor, elegiriamos a seis chicos, que ocuparían ese lugar, tres al lado de cada uno. Puedo decir que no faltaron las burlas de los que estarían de mí lado diciendo que representaban mujeres. En fin, elegimos a Félix, Anthony y Frederic, que estarían de mí lado. Y a Bastian, Allen (que se sumó a nuestra fraternidad) y Kyle.
Nathan y Abel serían los encargados de cargar los anillos. Cedrick y Jace debían ir detrás mío cuando ingresará a la iglesia levantando mí vestido. Todos teníamos algo que hacer.
Patrick debía cuidar a Kylan. En un principio queríamos que mí bebé llevará los anillos pero después decidimos que no. Habíamos invitado a los Zetas, aunque dudaba que vinieran desde California a New York solo para ver mí boda. No los quise elegir en nada por respeto a Logan. No quiero que luego tengan problemas.
Los padres de Thomas habían venido desde Italia, la familia de Christopher desde Francia, debo decir que solo me llevo bien con mí cuñada que es como una mejor amiga. Me hubiera gustado que la señora Tania estuviera pero tenía asuntos pendientes.
–Eres la persona más hermosa– me sorprendió escuchar esa voz.
–Viniste– sonreí.
–¿Pensaste que me perdería la boda de mí mejor amiga?– hizo pose de diva –Estas loca, cariño.
–Te extrañe mucho, James– lo abracé –Esta semana estuve muy ocupada y no pude llamarte.
–Lo se, nena– dejó un beso en mí frente.
–¿Para mí no hay abrazo?
–¡Jacky!– grite y lo abracé.
Así, uno a uno los chicos Zetas entraron a saludarme. Claro que Logan no estaba, no quise preguntar por él y ellos tampoco me lo dijeron. Yo creía que era lo mejor.
–La boda va a comenzar– mí padre entro a la habitación –Salgan todos. Quiero un minuto a solas con mí hija.
Los despedí con la mano, Cedrick y Jace prometieron estar detrás de la puerta para cuando tengamos que irnos.
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Novela JuvenilDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...