Christopher Pov's
—¡Voy a matar a ese idiota!— grito Bell rojo de furia.
—¡Cómo se atreve a pensar algo así!— esta vez grito Frederic. Creía que en cualquier momento sufriría de un colapso por estar tan nervioso y enojado.
Y no lo culpaba. Todos estábamos así después de leer la nota que Aylen nos dejó.
"Chris me fui de casa, no puedo seguir aquí tampoco sé cuándo volveré. Mí bebé corre peligro. Logan cree que es su hijo y hasta no saber la verdad no va a parar. Sabe que no eres su padre y tengo miedo de que me separen de mí pequeño. No voy a permitir tal cosa. Cuida mucho a mis chicos y diles que los amo. PD: no me busquen."
Estaba a punto de volverme loco. No entendía porque Kylan estaría en peligro pero eso me alteraba demasiado. No podía imaginar ver mal a mí familia. Esos estúpidos de Zeta me la iban a pagar. Llevábamos dos días sin dormir bien. Las cosas estaban tensas y cada vez nos encontrábamos más molestos al no encontrar una solución. La buscamos por cielo y tierra pero no estaba.
—¿Dónde estás Ayli?— le hablaba al teléfono Félix mientras intentaba saber su ubicación —¡Mierda Aylen! ¡Voy a matarte por ser tan inteligente! Claro, una vez que te encuentre— lo último lo susurro.
—¿Encontraste algo?— le pregunto Tony.
—Dejo su celular en su habitación— respondió con tristeza.
—Mierda— dijimos todos al unísono.
Ella siempre estaba un paso adelante que cualquier persona.
Si se preguntan porque recién lo estaba haciendo. La explicación es fácil. No lo pensamos.
En nuestra defensa, Aylen siempre se encarga de buscar las posibles soluciones.
—Acabo de hablar con Patrick— me comunico Bastian —Ya vienen.
Me limité a asentir con la cabeza. Le había pedido a mí amigo que informará a Mitchell sobre la situación pero que no la divulgará y obligará a todos esos idiotas a venir a nuestra fraternidad para dejar las cosas claras. No sabía dónde podría estar Aylen y Kylan. Tenía los ojos rojos por tanto llorar. No me mal interpretan, soy una persona dura. Pero cuando se trata de mí familia no puedo serlo. Ellos son todo para mí.
Solo pasaron unos minutos para que el timbre sonará y Nathan fuera a abrir la puerta. Espere sentado hasta que los vi entrar al living.
—¿Qué ocurre? ¿Por qué nos hicieron venir aquí?— pregunto el idiota mayor.
No aguante más y me levanté bruscamente mirándolo mal.
—Te lo advierto Morgan— lo señale —Si algo le llega a ocurrir a mí hijo o a mí prometida te voy a matar— sentí los brazos de Jace y Kyle que me sostenían.
Me miró confundido —¿Qué demonios dices? No entiendo a qué te refieres.
—A esto se refiere— Cedrick le dio la nota.
Morgan la miró desconfiado hasta que la leyó. Su cara se descompuso en cuestión de segundos.
—¿Dónde está ahora?— se notaba la preocupación en su voz.
—¿Crees que si lo supiéramos te habríamos llamado? La única forma de estar juntos sería si nosotros estuviéramos desfigurandolos por hacer sentir mal a Aylen y a mí sobrino— nunca había escuchado a Abel hablar con tanto odio.
—Calmense y expliquen lo que ocurrió, por favor— intervino Patrick.
—Aylen se fue de la casa— todos los Zetas tenían cara de sorprendidos y asustados —Se llevo varias cosas y a Kylan también.
—¿Por qué hizo eso?— pregunto Dylan nervioso.
—Porque ella cree que le harán algo a nuestro hijo— los mire con odio —Ese estúpido— señale a Morgan —Se encargo de hacerle creer que puede venir como si nada y meterse en nuestra vida privada pensando que Kylan es su hijo. Ella no quiere que la separen de su bebé y yo tampoco.
—¡Kylan es mí hijo!— expreso con furia —No digas que es tuyo cuando todos sabemos que no lo es.
Auch. Eso me dolió.
—Entiende que no es tu hijo— bajé la cabeza.
No discutiria un tema tan delicado con un idiota que no entendía lo que estaba ocurriendo.
—Este no es el momento para hablar de eso— se volvió a meter Patrick — Debemos encontrar a Madison— todos asentimos.
Odiaba cuando tocaban el tema de mí paternidad. Kylan no era mí hijo de sangre pero si de corazón. Patrick era uno de los que no sabía esa historia. Solo los Omega, el señor Cooper y mis padres sabían la verdadera historia. Nadie más. Y me dolía demasiado cuando alguien insinuaba que Kylan no se parecía en nada a mí ya que sabía que tenía razón y tampoco me gustaba que juzgarán mí forma de cuidarlo.
—James toma mí celular y rastrea a Mad— dio las órdenes a su amigo.
—No te gastes Mitchell— intervine —Anderson ya lo intento y dejó su celular en su habitación.
—Mierda— maldijo —Jones es tu prometida, debes saber dónde está.
—No lo sé— dije frío.
—Félix, Anthony, es su mejor amiga ¿Acaso no saben dónde se podría ocultar?— ambos negaron.
—Mira Patrick. Todos aquí compartimos cosas con ella. Cada uno hizo algo diferente para buscarla y no está— lo mire serio —Nathan se contacto con todos su amigos y no la han visto, Jace y Cedrick averiguaron con sus amigas, Frederic y Bastian dieron vuelta la ciudad, Kyle hablo con su equipo para que nos ayudarán a buscarla, Alec está haciendo de todo para recaudar información de hoteles y Abel... Bueno Abel colabora con decirnos donde podría estar y seguir llorando.
Todos quedaron en silencio. Estábamos nulo de información. Aylen no se encontraba en ningún lugar. Era como si la tierra se la hubiera tragado a ella y a mí pequeño.
—Tengo una idea— hablo Félix llamando la atención de todos los presentes —Yo soy su mejor amigo y...
—Tu no eres su mejor amigo, soy yo— lo interrumpió el que supongo sería James Bowers.
—Tu dejaste de serlo hace mucho tiempo— lo mire mal —Continua Anderson.
—Como decía, soy su mejor amigo y la conozco, pero no lo demasiado, no como él.
Lo mire confundido —¿Él?
—Nadie conoce mejor a Aylen que Allen Johnson.
Volvió el silencio sepulcral.
—Creo que deberíamos pedirle ayuda— finalizó su discurso.
Empecé a negar repetidas veces, de ningún modo dejaría que su ex novio se metiera en esto. Me caía mal, no por el hecho de que tuvieron una relación, sino porque yo lo conocía de antes y no tuvimos un buen comienzo.
—Aunque no quería admitirlo— dijo el idiota mayor —Necesitamos de Johnson.
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Novela JuvenilDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...