Maratón 2/3
Narrador omnisciente
Durante el viaje de regreso ninguno de los chicos dijo nada. En primera porque iban súper incómodos y en segunda porque aún pensaban en las palabras de Sarah Speke sobre a quien prefería Madison.
Mientras que Aylen y Allen se dirigieron en su moto hacia la fraternidad del chico. No estaba en los planes pero como Madison era una persona demasiado terca iba a sacar a su mejor amigo de esa casa de locos y pelearía con toda su universidad hasta que Allen entrará.Cuando los chicos de Cornell y Berkeley llegaron a su broma frustrados porque no encontraron a Patrick ni a Madison, se dieron con la sorpresa de que su guardia no estaba. Algunos de los idiotas abrieron la puerta desesperados y le cayó su propia broma encima. Y el resto de los idiotas fueron por la puerta auxiliar olvidando su otra broma. Así que a ambos grupos le volvió el karma o como Madison decía "3° ley de Newton".
Chad enojado encontró la nota en medio de la habitación.
Buen intento pero no olviden que siempre estoy un paso adelante de ustedes.
Espero que hayan disfrutado de ser nuestras marionetas pero tengan cuidado, ustedes ya atacaron. Ahora nos toca a nosotros.
Cuiden sus espaldas y si es posible, duerman con los ojos bien abiertos porque en cualquier momento les llegará la factura.
Un beso.
Madison Aylen Cooper Manson.Claramente la frustración que tenían se incrementó un 100%. Todos sus planes habían fallado, otra vez, esa chica les había ganado y se había reído en sus rostros.
Zetas y Omegas estaban impacientes por la llegada de las dos personas que salieron antes que ellos. El ambiente estaba tenso. Era un momento complicado para todos aunque cuando llegó Aylen cargando a su hijo mientras reía no pudieron evitar hacer una sonrisa al ver la imagen tierna de su amiga siendo madre.
Madison/Aylen Pov's
—Hola chicos— salude feliz mientras entraba al living.
—Hola— respondieron a coro.
—Abel, ¿Por qué aún no te curaste?— lo reprendi.
—Lo siento, es que estaba preocupado por ti— se excuso.
—¿Por mí? Abel se cuidarme sola— rodé los ojos —Tardamos porque fuimos a buscar a Kylan de su niñera y las pertenencias de Allen.
—¿Y por qué hicieron eso?— pregunto confundido Christopher.
—Porque desde hoy vivirá con nosotros, mañana mismo hablara con el director para ingresar a la universidad— sonreí mientras lo miraba —Es lo menos que podemos hacer, él fue de mucha ayuda hoy.
—Tienes razón— hablo Logan —Personalmente iré a hablar con Sherman para que esta vez sí puedas entrar.
—Gracias— respondió Allen.
—¿No es genial chicos?— pregunté feliz.
—Si— respondieron con pocas ganas.
—Pues no suenan convencidos— los mire mal —¿Después de tanto tiempo aún siguen enojados con él?
—No es eso Mad— empezó Patrick —Olvidamos nuestras diferencias con Johnson y lo aceptamos como nuestro amigo pero es que estamos cansados y por eso no estamos mostrando sonrisas.
Yo no le creo.
Ya somos dos.
—Okey— sonreí cínica —Félix dime que saben que yo no sé.
—Nada— bajo la cabeza.
Está mintiendo.
Lo se, es mí mejor amigo, lo conozco.
—¿Anthony?
—No soy el indicado para decirlo, Ayli— suspiró.
—Y supongo que Frederic tampoco me lo dirá— él negó con la cabeza —¿Alec puedes decírmelo?
—Solo una tontería— hizo una mueca —No te preocupes.
—Patrick— levantó su cabeza —¿De qué hablan?
—Juro no tener idea, en los autos estaban igual— se encogió de hombros.
—¿Dylan?
—No me preguntes a mí— respondió cortante.
—Ya me estoy cansando de ser paciente con ustedes— dije enojada —Habla James.
—Una discusión con Sarah Speke— respondió después de un tiempo.
—No digas nada más— lo hizo callar Logan —Al final de cuentas no es importante.
Allen rió —Loquere Sarah stercore caput nititur hie amicorum [Sarah Speke le metió mierda en la cabeza a tus amigos]— todos dirigieron su mirada confundida hacía él.
—Quid enim dicunt? [¿Qué les dijo]— pregunté sería.
—Ubi dicitur quod pervenit ad vos, ego audivi, cum se refert ad vos animadverto, quod, qui ex amicis auxilio quoniam Primus Seruilius consules fiunt. Causa quod separati sint. [Escuché cuando les decía que cuando tu llegarás ellos se darían cuenta quienes son los amigos que más te importan ya que tú correrías a ayudarlos primero. Esa fue la razón por la que estaban separados]— me quedé un momento pensando sus palabras.
Yo corrí hacia Abel, él es un Omega. Oh mierda, los Zetas deben sentirse fatal.
Maldita zorra.
Al fin que estaba intentando recuperar a mis amigos ella viene a destruir todo lo que avance. Pero esto no se quedará así. Voy a vengarme.
—¿Qué vas a hacer?— hice una sonrisa forzada.
—Ni se para que lo preguntas si ya sabes la respuesta.
—¿Que sucede?— pregunto Dylan.
—Yo... yo tengo un poco de sueño— dije con frustración.
—¿De qué hablaron?— pregunto curioso Jack.
—De Sarah— respondí cortante.
—¿Qué hablaron de ella?— pregunto Matt.
—De lo que les dijo— lo miraron sorprendidos —Si, escuché todo.
—Mad nosotros...
—No digas nada— interrumpi a Luke —Ya entendí porque están así y entiendo que deben estar pensando en muchas cosas— suspiré —Y siendo sincera tampoco sé que pensar ni decir al respecto, solo que yo los quiero a todos por igual. Les agradecería si me dieran un voto de confianza.
Todos bajaron la cabeza.
—Se que se deben sentir reemplazados pero quiero decirles que no es así, todos son mis amigos y me hacen falta de distintas maneras.
Bese la frente de mí bebé que se estaba durmiendo en mis brazos —Es hora de descansar.
—Aba— movió su manito a los chicos en forma de despedida.
—Nos vemos mañana— hice una mueca —Allen ven conmigo, te mostraré tu habitación.
—Bien— ambos empezamos a caminar pero un grito nos detuvo.
—¡Madison Aylen Cooper Manson!— me gire irritada.
—Christopher Isaac Jones te dije que no volvieras a gritarme— pronuncié palabra por palabra.
—Se lo que tramas— me miro mal.
—No se a que te refieres— mí semblante estaba serio.
—Estoy seguro que cobrarás venganza— suspiró —No voy a detenerte, pero déjanos ayudarte.
—No— hablé firme —Esta es mí guerra, no la suya.
—Igual no te estábamos preguntando si quieres— habló Logan —Te vamos a ayudar así que vete acostumbrando.
Estúpido idiota.
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Teen FictionDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...