Maratón 3/3
Llegamos a la fraternidad en completo silencio. Ninguno dijo nada y Kylan estaba tranquilo jugando con mis manos.—¡Volvio mi bebé hermoso!— grito Kyle bajando las escaleras.
Escuchamos ruidos por todos lados, los chicos salieron de todas partes corriendo solo para ver a mi pequeño.
—¡Amor del tío!— Nat me lo arrebato de los brazos.
—¡Aquí esta tu tío preferido!— grito Frederic cargando ahora al bebé.
—¡Yo soy su tío preferido!— le discutió Alec.
—Ya quisieran, ese soy yo— se metió Abel.
Otra vez con esa discusión.
—Jajaja ilusos— habló Félix apoyado en la pared.
—Mi turno— dijo Bastian quitandole de los brazos de Nat a mi hijo —¡Hola bebé hermoso mío! ¡Te extrañe!
Y así fue básicamente lo que estuvimos haciendo. Mirando como Kylan pasaba de brazos en brazos y reía.
Su risa era melodía. Dulce y frágil. Ese tipo de melodía que te llena el alma.
Kylan era mi boleto de salida de la depresión. Convertía mis días en los mejores. Amaba su manera tan inocente que mostraba cuando quería que lo carguen. Esa sonrisa sin dientes que me alegraba la vida. Amaba a ese ser tan pequeñito. No podía entender como una cosita tan chiquita podía cambiar mi estado de ánimo con tan solo estirar sus bracitos. De verdad lo amaba. Era mío. Era mi pequeño. No dejaría que nadie me lo arrebatara. Lo protegería de todo, no permitiría que le hicieran daño. Aunque tuviera que dar mi vida para salvar la suya no lo dudaría ni un momento. Él no entendía la maldad del mundo, tampoco merecía pasar por cosas malas. La primera vez que lo cargue me di cuenta que nunca más volvería a ver las cosas como antes. Yo amaba tener a mi hijo, amaba tener una vida para cuidar la suya.
Kylan me daba su amor, el más puro de todos. Me seguía a todas partes. Hacia todo lo que yo hacía. Le gustaba estar acostado a mi lado, escuchando música y haciendo una extraña forma de baile que sólo consistía en mover sus bracitos de un lado al otro o simplemente saltar.
Les juro que adoraba cada vez que me gritaba cuando le decía que me iría. Esa carita de angelito que ponía para que lo llevará conmigo. Adoraba que se me tirará encima para dormir, para que yo lo tuviera como cuando era más pequeño y le hiciera caricias mientras le cantaba alguna canción.
Nunca imaginé decir esto, pero yo no me imagino una vida sin él. Se que lo dije antes, y muchas veces. Pero en verdad amo a ese niño.
Lo tome en mis brazos y lo levanté a la altura de mi rostro.
—Cuore... mi piace como ridi...
Y Kylan volvió a reír con mis palabras.
[...]
—Hola amiguito Kyl— acerqué la tortuga a mi hijo y este se rio.
Estaba haciendo jugar a Kylan. Le tenía miedo a Lechuguita, así que trataba de hacer que se le pasará. Agarraba a la tortuga y la movía un poco mientras "la hacia hablar". En poco tiempo mi bebé ya le tocaba la cabecita al animal y lo quería tener pero era muy pesado.
—Amor— entró Jones a la habitación —Hay alguien que quiere hablar contigo.
—¿Quien?— pregunté sonriendo.
—Patrick— habló un poco incómodo.
—Dile que venga aquí— fue lo único que respondí y seguí haciendo jugar a mi bebé.
Al poco tiempo sentí que la puerta se volvió a abrir. Pero no me di vuelta. Sabía quien era.
—¡Aba!— grito Kylan estirando sus bracitos hacia él.
—Hola pequeña pulga— lo cargo y lo tuvo abrazando por un largo tiempo.
—No le digas así— lo regañe.
—Pero si parece una pulga, vive pegado a ti— habló divertido y yo solo reí —¿Como estas, Mad?
—Bien— respondí sabiendo que era mentira —Ellos ya lo saben.
—Si, me lo dijeron— dejo al bebé en la cama junto a la tortuga —Y también saben que yo sabía todo.
—¿A que te refieres?— pregunté confundida.
—Saben que soy el padrino de tu hijo— me quedé helada por un momento.
—¿Y... y que dijeron?
—La mayoría están enojados conmigo por no decirles que yo estaba en contacto contigo.
Me dió pena por Mitchell. Esto no debería ser así. Al fin los Zetas sabían toda la verdad. Ya no había nada que ocultar. Todo fue revelado.
—Lo siento mucho— le di un abrazo que correspondió al instante.
—No te preocupes— beso mi frente —Yo no venía a decirte esto.
—¿Y a que entonces?
—Dylan— habló con seriedad.
"Si, es un lindo bebé".
Sus palabras me vinieron a la cabeza.
—¿Q-que pasa con él?— pregunté nerviosa.
—Esta afuera, en el auto— señaló la ventana.
Camine hasta ella y mire para darme cuenta que no mentía.
—¿Que es lo que quiere?— pregunté cómo quien no quiere hacerlo.
—Conocer a su sobrino.
—¡¿Que?!
—Lo que escuchaste. Me pidió que lo trajera y que hablará contigo— suspiro —Sabe que soy su padrino y me pidió que te pidiera que lo dejarás conocer.
—Él ya lo conoció esta mañana— dije neutra —Y no se lo tomó muy bien.
—Solo estaba sorprendido— tocó mi mejilla —Por favor, Mad. Déjalo aunque sea unos minutos.
—No quiero que Kylan sufra— dije con frialdad.
—Aunque estés peleada de él, debes reconocer que es tu hermano y que no le haría daño a su sobrino. Lo conoces.
—Te equivocas, yo nunca conocí a mi hermano— hablé con amargura.
—Por favor, hazlo por mi— me miro suplicante.
Mantuve mi postura firme hasta que me giré y mire al pequeño que tiraba de mi remera. Mi mirada automáticamente se relajo y una sonrisa apareció en mi rostro.
—Cuore— me puse en cuclillas y le di un beso en la frente.
Su mirada me generaba confianza. Me manipulaba un bebé de seis meses que ni siquiera entendía la situación.
—Promete que estará bien.
—Lo prometo— habló Patrick.
—Esta bien, dejaré que lleves a mi hijo con Dylan.
°°°°°°
Cuore... mi piace como ridi.
Corazón... me encanta como ríes.
Este capítulo fue dedicado indirectamente a mi pequeña hermanita. Aunque solo compartamos la sangre de mi padre la amo como a nada en este mundo. Al principio pensé que no la llegaría a querer tanto y ahora me siento estúpida al haber pensando eso. Ella se volvió todo para mí.
En fin. Subo esta especie de maratón hoy ya que por una semana no publicaré nada.
¡ME VOY DE VIAJE A BRASIL!Nos leemos pronto💖 los amo💖
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Teen FictionDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...