Hoy es un día muy especial. Tanto para mí hijo como para todos los chicos Omega. Hoy, hace exactamente un año, Christopher y yo encontramos a Kylan. Al no saber el día exacto de su nacimiento decidimos que el 7 de marzo seria su cumpleaños.
Todos los chicos estaban muy entusiasmados con el primer cumpleaños de mí hijo. Habían comprado miles de regalos, no exagero, desperté por la risa de Kylan que intentaba abrir una caja con papel de regalo, había varias en la cama rasguñadas y otras en el piso intactas. Con razón, no me molestó para que le prestará atención.
También querían hacerle una fiesta de cumpleaños. Todo de varios colores ya que al parecer mí bebé aún no se decide sobre su favorito.
La fiesta sería a las 6. Vendrían todos los amiguitos con sus mamás de la guardería de mí hijo así que debíamos hacer la fiesta más entretenida.
Ya se lo que pensaran, no se puede organizar una fiesta en un solo día. Yo también lo pensé. Pero mis amigos me están sorprendiendo.
Patrick ya había conseguido una súper torta multicolores de tres pisos.
Félix consiguió animación.
Nathan una decoradora de fiestas, que le prometía muchos globos de colores.
Jace un pelotero inflable.
Anthony los souvenirs, que eran unos pequeños globos de cristal que dentro tenían una luz de distinto color cada uno y grabado el nombre de mí pequeño.
Bastian se había encargado de contratan un servicio de mozos y la comida.
Frederic el centro de mesa, eran globos de helio sujetados con un cofre lleno de golosinas que hacían peso para que no volarán.
Cedrick se encargó de las bolsitas con juguetes para algunos de los invitados.
Allen y Christopher se encargaron de entregar las tarjetas de invitación. Claro que yo les mandé un mensaje a las madres que era real todo. Solo por las dudas.
Kyle encargó un servicio de vajillas.
Alec encargó mesas y sillas.
Abel se encargaba de las cosas dulces. Si, yo también pensé que podía ser un peligro.
Y técnicamente nuestra tarde se fue volando. Yo debía cuidar a mí hijo y fijarme que todo estuviera bien, y de vez en cuando dar mí opinión sobre alguna cosa.
[...]
—Esto es hermoso— hablo alguien detrás mío.
—Perfecto— se puso a mí lado —Es perfecto.
—Tienes razón— me sonrió —Kylan tiene suerte de tener personas que lo quiera tanto.
—Somos su familia— sonreí observando a mí bebé en brazos de Dylan junto a los globos.
—La mejor que le pudo tocar— puso su mano en mí hombro —Estoy orgulloso de ti, Madison. Lograste hacer feliz y darle un lugar a un pequeño que lo necesitaba.
—Kylan solo necesitaba amor— lo mire fijamente —Y yo también.
—Lo sé— bajo la cabeza.
—Yo lo ayude a crecer feliz, pero él me ayudó en muchas cosas a mí— sonreí —Le debo tanto.
—Con todo lo que haces por él día a día creo que le estás pagando— me sonrió.
—No lo sé, pero haré lo posible para que nunca deje de sentirse amado.
—Se que lo harás Madison— acarició mí rostro —No hay nada que no puedas hacer.
—Gracias, James.
—No sé si te lo dije, pero me gusta como suena mí nombre solo cuando tú lo dices— me guiñó un ojo.
Quedamos en silencio. Un silencio para nada incómodo. Mirándonos fijamente. Necesitando uno del otro. James era mí mejor amigo, reconocía que me hacía mucha falta y podía notar que él sentía lo mismo.
—Lo siento— dijimos al mismo tiempo y ambos reímos.
—Deja copiarme— hablé divertida.
—Tu siempre me copias a mí— respondió en el mismo tono.
—Pero yo quería hablar ahora y disculparme.
—Yo quería hacer eso— se quejó.
—No seas tonto, las damas primero— lo mire fijamente —Perdóname por todo lo malo que te dije.
—Tu perdoname por todo lo malo que te hice— bajo la cabeza —Me arrepiento de no haber cambiado las cosas y que tengamos que haber llegado hasta el punto de odiarnos.
—Yo también lamento no haberte escuchado— tomé su rostro en mis manos —Pero ¿Sabes algo? Eso es parte del pasado, ahora somos distintos, con una nueva oportunidad.
—¿Volverías a ser mí mejor amiga?— pregunto con esperanza.
—Solo si tú vuelves a ser mí mejor amigo— él sonrió y me abrazo. No tarde en corresponderle el abrazo.
Estaba feliz. James era la persona que me hacía falta. Félix y él son y serán los mejores amigos que siempre quiero tener cerca. Aparte de Christopher, que es un caso especial.
—¿Debería sentirme mal?— escuché alguien detrás mío.
—¿Por qué lo harías?— me separé de James y lo mire.
—Quizás porque acabo de escuchar como me cambiaste— hablo triste.
—Yo no te cambie— tomé su mano —Tú y James son mis amigos.
—Pero yo siempre ocupe su lugar— se encogió de hombros —Y ya se lo devolviste.
—Te equivocas— tomé la mano de James —Los dos tienen un lugar distinto aunque empatado.
—No puedes tener dos mejores amigos— respondió.
—Yo puedo tener lo que quiera porque soy Madison Aylen, la chica más linda del universo— hablé con superioridad haciéndolos reír —De ahora en más, los tres seremos los mejores amigos más inseparables que nadie haya conocido.
—¿Los tres? ¿Quieres decir que tendré que ser amigo de él?— se miraron mal.
—Felix— lo mire mal.
—¿Por qué tendría que compartir mis secretos con él?
—James— lo mire amenazante.
—Definitivamente no— dijeron al mismo tiempo.
—¡Idiotas!— les di un golpe en la nuca a cada uno —Ya dije que seríamos amigos y nos llevaríamos bien.
—Okey, igual me parece buena onda— se encogió de hombros Félix.
—A mí también me parece divertido— respondió el otro.
Los mire con la boca abierta. De verdad son bipolares.
—Me van a sacar canas verdes— los empuje de la frente a los dos y salí caminando —Estúpidos.
Sentí sus manos en mis brazos, me tiraron hacia atrás y nos juntamos en un abrazo grupal.
—Los quiero chicos— dije sonriendo.
—Y nosotros a ti— respondieron al mismo tiempo.
Esto era felicidad. Tener una amistad verdadera es algo valioso, tener dos es más que eso. Pero tener a 26 es considerado una bendición.
Estaba agradecida de tener a los Omegas, Zetas, a Allen, a Megan y a Thomas.
—¡Hora de cantar el cumpleaños!
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Feliz año nuevo ❤
Los amo mucho❤
Fueron lo mejor de mí año❤
Espero que este año también ❤
Besos desde❤😘
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Teen FictionDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...