Nadie Se Mete Conmigo #2

Capítulo 18

Maratón 3/3

Baje las escaleras como todos los días, aunque era raro ya que estaba acostumbrada a otro color en el ambiente, el naranja no es lo mío.

En fin, debía acostumbrarme.

—Tu desayuno está servido— habló Christopher saliendo de donde supongo es la cocina.

Lo ignore totalmente y camine directo a la puerta.

—Oh vamos cariño, fue sin querer— volvió a hablar.

—¿Ya te vas, Ayli?

—Si, Abel— le sonreí mientras escuchaba bufar a Jones acompañado de un "a él si le responde y a mi me ignora".

—¿No vas a desayunar?— apareció Bastian.

—No tengo hambre— le guiñe un ojo y salí.

Ross sabía que siempre que peleaba con mi prometido hacia lo mismo, no comía el desayuno ya que eso le molestaba.

En mi defensa, soy una infantil.

Me subí en mi auto y conduci hasta la universidad, esto me resulta tan conocido que hasta me da miedo. Estacione mi auto y me quedé un minuto en silencio.

¿Que estaba haciendo? ¿Por que había vuelto a este lugar?

Por Kyle, tu amigo.

Si, lo sé.

Debo dejar atrás los malos pensamientos, esto es por nuestra amistad y se que podré superarlo.

Me baje del vehículo y camine por el campus siendo observada por todos, decidí colocarme mis gafas de sol ya que me incomodaba la situación. Compre un café y lo iba bebiendo de a poco ya que estaba caliente.

—Disculpa— me dijo el chico que me acababa de chocar, levanté mi mirada y sentí que todo se paralizaba —¿Estas bien? No te ví.

—Si, estoy bien— fingí calma.

Hoy ando fingiendo todo.

—Me alegra escuchar eso— suspiro —Me llamó James Bowers— estrechó su mano.

—Aylen Manson— repetí el gesto. Su cara se descoloco y se me quedó mirando raro —Ya se que soy hermosa, no hace falta que me mires así— acomode mis gafas.

—Claro— empezó a reír —Solo me sorprendió esto.

—¿Ah si?

—Si, digo, todos dicen que eres mala y aún no me haz gritado— se encogió de hombros, quise reírme por su ingenuidad.

—Descuida— invadi su espacio personal y le hablé al oído, pude ver cómo se tensaba ante mi cercanía —No creas lo que dicen de mi— golpeé los apuntes que llevaba en su mano haciendo que cayeran al suelo y derrame sin que se diera cuenta el líquido de mi vaso —A veces soy peor.

—¿Que mierda...— miro sus pertenencias que estaban en el piso todas manchadas.

—Nos vemos cariño— pase por su lado riéndome.

Me alegra que no me reconozcan es realmente divertido jugar con ellos.

[...]

Las clases como siempre eran aburridas, agradezco al cielo de que no me hubiera tocado ninguna con los Zetas. Sería un verdadero desastre. Pensé en ir a la cafetería pero sabía que los chicos no estarían ahí, a ninguno de ellos les gusta este lugar y sin mi no se irán.

Me fui directamente a la casa y como lo supuse, estaban aquí. Entre al living de donde provenían todas las voces y me los encontré tirados en el sofá viendo televisión.

—Ustedes no cambian más— negué riendo.

—Ayli te extrañe— corrió a abrazarme Frederic.

—Ya basta, Baker— habló serio Christopher.

Ah sí, cuando nosotros peleamos se pone celoso si alguien me abraza o me toca.

—Yo también te extrañe— correspondi su abrazó y lo hice durar más sólo por molestar —Estare en mi habitación si me necesitan.

Sin esperar respuesta subí corriendo las escaleras, estaba realmente aburrida y quería hablar por teléfono con la abuela de mi hijo para saber cómo estaba, no veía la hora de que me lo devuelvan.

Escuche el timbre de la casa pero no le lleve importancia, me acosté en la cama y saque mi celular.

Christopher Pov's

Aylen subió corriendo, de seguro seguía enojada conmigo. Agh, me siento un idiota por actuar de esa manera. Debería disculparme o darle algún obsequio, me perdonará más rápido.

El timbre me saco de mis pensamientos.

—Voy yo— Jace se levantó y fue caminando como si le pesara la vida.

Ni me moleste en prestar atención, no tenía ganas de nada, solo quería hablar con mi prometida. Pensándolo bien, no somos ni novios, es demasiado raro que de ser amigos pasemos a comprometernos. ¿Nos salteamos la etapa de noviazgo?

—Chicos vengan— grito serio Jace, esto se ve mal, él nunca emplea un tono tan amargo.

Todos nos miramos asustados y literalmente corrimos a la puerta. Vaya sorpresa que nos llevámos.

—¿Que hacen ustedes aquí?— hablé sin expresión en mi rostro.

—Solo vinimos a hablar con la señorita Aylen Manson— habló el que supongo es el líder.

¿Como se llamaba el idiota? Ah sí, Logan.

—Ella no está disponible— conteste.

—Eso no me importa, quiero hablar con ella ahora mismo— me miro mal.

—Te repito— lo mire el doble de mal —Ella no está.

Mire a Patrick, este solo me esquivo la mirada.

—Entonces esperaremos hasta que venga— habló un chico de cabello marrón. ¿Nicholas? Mmm creo que Aylen mencionó que era el que siempre hablaba junto a Morgan y que tenía un hermano.

—Eso no pasará— habló Alec a mi lado.

—¿Con que motivo quieren hablar con ella?— pregunto Bastian.

—Queremos arreglar un asunto— respondió Morgan.

—¿Cual?— cuestione.

—El que sucedió esta mañana— lo mire raro —¿No lo saben?— negué de mala gana —Su querida amiga le derramó café a James en unas cosas muy importantes para mí.

¡Ay Aylencita! ¡Siempre metiéndote en problemas!

—No creo que lo hiciera a propósito, si lo hizo fue por alguna causa— mire al chico que rodó los ojos mientras largaba una carcajada sarcástica —¿Que le hiciste?

—Yo no le hice nada— me miro mal —Sin querer la choque y le pedi disculpas.

—Ahí esta— sonreí —Tu la chocaste, NADIE le hace eso sin sufrir las consecuencias— hice énfasis en la palabra "nadie".

—Fue sin querer.

—Para ella no existe tal cosa— me encogí de hombros —Seguramente lo tomó como un insulto a su persona.

—Pues yo tomo como un insulto lo que ella hizo— habló Morgan con odio —Esto no se va a quedar así, ustedes van a pagar por su error.

Si, tenía ganas de partirle la cara.

—Como digas.

—¿Y donde está ella? ¿Acaso es tan cobarde como para no darnos la cara?— se burló. Me hervía la sangre.

—Mejor vete de aquí, o lo lamentaras— hablé con rabia.

—¿Acaso ella no piensa mostrarse ante nosotros? No sabes las ganas que tengo de conocerla.

Sentí las manos de Nathan en mi brazo, me sostenia para que no lo golpeará.

—Vete.