Capítulo 40

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Narrador omnisciente.

Los Zetas llevaban una hora juntos discutiendo sobre cómo encontrar a Madison, intentaban cualquier alternativa solo para atrasar el hecho de tener que hablar con Allen. Christopher estaba demasiado nervioso y preocupado, sin embargo trataba de calmar a Abel que lloraba desconsoladamente. Logan se sentía miserable. Quería golpear algo o a alguien, exactamente a el mismo. Odiaba está situación ya que él la provocó. No soportaba estar en una habitación junto a las personas que le robaron a su Maddie. Pero no era el único que se sentía mal. Los Zetas en general lo hacían.

James tenía bronca al escuchar a Félix decir que era su mejor amigo porque solo él podía serlo.

Jack y Tony se miraban con odio porque ambos querían ser el mejor amigo de Mad.

Matt miraba mal a Frederic pero no sé atrevía a decir nada, él siempre fue un chico calmado y no crearía una pelea en esta situación.

Luke empezaba a irritarse al escuchar la voz de Nathan mientras hablaba por teléfono buscando a su amiga.

Andy lloraba pero no dejaba de mandar miradas asesinas a Abel. No tenía una justificación pero lo hacía ya que creía que él ocupaba su lugar.

Todos los Zetas creían que estaban frente a sus reemplazos.

Nick odiaba la forma en la que Bastian ponía las cosas en su lugar y mostraba seriedad ante la situación. Él quería ser igual.

Noah ya tenía un enfrentamiento con Kyle. Ya que en dentro de poco sus equipos competirian entre sí para ganar la final del campeonato.

Jeremy y Ryan se mantenían al margen de la situación. Mandaban mensajes a sus "amigas" para preguntar por Madison pero todas les respondían que no la vieron y que otras personas (Cedrick y Jace) ya le había preguntado. Empezaban a odiar a esos dos chicos.

Dylan era un caso especial, él no sabía si odiar o querer a Patrick. Ya que sentía que él ocupaba su lugar. Pero estaba agradecido porque cuido de su hermana pequeña.

Mitchell era el único que no odiaba a ninguno, simplemente intentaba buscar información lo más rápido posible.

Pero ninguno, Zetas y Omegas, encontraba alguna información sobre Madison y Kylan.

Ya rendidos recurrieron a su última opción que en realidad fue la primera pero eran tan orgullosos como para hacerlo.

Logan le pidió a Jeremy que llamara a Allen y lo pusiera en alta voz. Y así lo hicieron.

*INICIO DE LLAMADA*

—¿Hola?— respondió detrás de la línea, su voz estaba ronca ya que había estado durmiendo. Le parecía demasiado extraño que uno de los Zetas lo llamara.

—Johnson— fue el saludo que hicieron Logan y Christopher. Fue una mala idea hablar los dos juntos ya que se miraron mal.

¿Morgan y Jones están juntos?— pregunto divertido. Le daba mucha gracia está situación pero en su interior estaba nervioso, algo malo debía pasar para tal coincidencia.

—No es momento para bromas, Johnson— Logan no lo soportaba, desde hacía tiempo que lo odiaba y más cuando vio como la chica que le gustaba lo trataba —Madison se fue hace dos días de la fraternidad junto a Kylan y no la encontramos.

¡¿Qué?!— Allen no podía creer lo que le decían, quería creer que esto era una broma, pero el hecho de que ambos líderes que competían por una chica estuvieran juntos y se dignaran a llamarlo ponía en duda las cosas —¡¿Dos días?!— lo más importante ahora era su mejor amiga —¡¿Por qué no me lo dijeron antes?!

Allen estaba muy preocupado, casi igual que los demás pero recordó algo. Era muy normal en ella huir cuando se sentía amenazada. Respiró varias veces antes de hablar ya que ninguno de los chicos que estaba detrás de la línea lo haría.

Olvidenlo, yo la encontraré— dijo despacio escuchando un gruñido de parte de Logan.

—Ya lo intentamos todo, en ninguna parte esta— le dijo de mala gana.

Y Allen, solo para hacerlo enojar largo una carcajada.

Solo denme una hora, llevaré a Mad a la fraternidad.

*FIN DE LA LLAMADA*

Esas últimas palabras no le gustaron nada a Christopher y mucho menos a Logan. Él aún la quería y ya se sentía amenazado por alguien como para agregar un amor del pasado de ella.

Mientras tanto Madison disfrutaba de la compañía de su hijo. Prácticamente odiaba estar lejos de la tecnología. La naturaleza se le daba muy poco, antes le gustaba pero eso fue mucho más antes de entrar al mundo del internet. Hacía dos días que estaba en ese hotel en medio de un bosque. Era un lugar agradable aunque aburrido.

El pequeño Kylan lloraba por las noches. Extrañaba a su padre y a sus extrovertidos tíos. Siempre estaba rodeado de gente que le daban mucha atención, pero ahora solo tenía a su madre.

Madison sabía que las cosas no podían seguir así, debía hacer algo. O seguir esperando un milagro.

Allen por otro lado, se alistó para salir en busca de su mejor amiga y su sobrino. Conocía tanto a Madison que los posibles lugares donde estaría se le incrementaban cada momento que se detenía a pensar. Sabía que solo tenía una hora, que quizás para nadie sería suficiente. Pero él era Allen Johnson, podía con esto.

¿Qué tan difícil sería encontrar a la desobediente Madison?

Enumero las cosas que le gustaban hacer y las que no.

Descarto lugares que ella iba frecuentemente. Analizó los que no le gustaban. Pero aún no le terminaba de cuadrar algo. ¿Por qué su celular estaría en la fraternidad? Si ella lo había dejado, seguramente dónde iría no lo necesitaría.

De pronto un lugar se le pasó por la cabeza. Tomo las llaves de su auto y se dirigió directamente al otro lado de la ciudad.

Nadie Se Mete Conmigo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora