Nadie Se Mete Conmigo #2

Capítulo 56

Logan Pov's

Estábamos todos sentados en la mesa. Me senté justo al frente de Madison. Me encontraba enojado. Celoso mejor expresado. Cuando me enteré con quién había estado ella tuve ganas de golpearme por ser tan imbécil. Aquella vez cuando me lo nombró pensé que era una broma, bueno, luego de molestarme ella me aseguro que lo era pero ahora me doy cuenta que solo fui un ingenuo. El tal William si existía.

—Mi niña— llamó la atención de todos la mamá de Patrick —¿No piensas comer?

Levanté la mirada y la encontré mirándome. Al percatarse de eso bajo la cabeza y empezó a negar. Se encontraba hermosa. Usaba un vestido negro largo con una abertura en su pierna derecha. Sus tacones del mismo color la hacían más alta. Su pelo estaba suelto y su maquillaje era perfecto. Ella era preciosa con cualquier cosa que usará.

—No tiene apetito— respondió Jones por ella.

Madison volvió a beber de su copa de vino. Si no perdía la cuenta, está era la tercera que bebía. Sonreía al aire como si estuviera muy lejos de esta cena. Seguía ebria aún después de bañarse, de eso estaba seguro.

—¿Qué estuviste haciendo esta tarde, Aylen?— pregunto la madre de Jones.

—Salí a caminar— respondió arrastrando un poco las palabras.

—Volviste un poco tarde— la miraba sería —Christopher estaba preocupado, no puede hacerle eso a tu futuro marido.

Me dieron ganas de matarla pero me contuve. ¿Quién demonios se cree para hablarle así?

—Madre, Aylen está perfectamente grande para hacer lo que ella quiera— le respondió enojado.

—Pero no es una actitud aceptable— volvió a hablar. No me había dado cuenta de la voz chillona que tenía —Ademas, le dejó su hijo a un extraño. ¿Qué clase de madre hace eso?— apreté mis manos en un puño.

—Madre...— fue interrumpido.

—Logan no es ningún extraño— se levantó de la mesa —Es mí ex novio— todos se quedaron callados y sorprendidos, incluso yo, no creí que lo dijera —Y tengo todo el derecho del mundo de salir y volver a la hora que quiera, ¿Acaso comprometerme con su hijo me convierte en su prisionera? ¿No puedo salir sin él?

—Aylen...— volvió a ser interrumpido.

—No te metas Christopher— lo miro mal —Usted está equivocada si piensa que yo dejaré de hacer cosas solo por estar casada— la señora la fulminaba con la mirada —Y yo sí quiero dejó a mí hijo con quién me parezca, soy responsable de él y si algo le ocurre será mí problema.

—¿Cómo te atreves a hablarme así? Deberías respetarme.

—Yo le hablo como usted me habló a mí— quizás era el alcohol en su sangre que le daba coraje para hacer esto porque estoy seguro que no lo haría sobria —No puedo respetarla sino me respeta.

—¿Quieres respeto?— rió sarcástica —Llegaste borracha ¿Esa clase de educación te dieron? O peor, ¿Esa educación le darás a mí nieto?

—No le permito que hable así de mí hija— esto se ponía bueno.

—Yo hablo como sea de esa borracha.

—Basta— Félix se levantó golpeando la mesa, parecía furioso —Usted no se va a referir de esa manera a mí mejor amiga. Christopher, si tu permites esto estás equivocado— quise aplaudirlo.

—Yo tampoco lo permito— se levantó Christopher —Madre disculpate con Aylen.

—Descuida cariño, no necesito que me defiendas, puedo hacerlo sola— hablo llamando la atención —Y no necesito su disculpa mediocre— miró a su amigo —Félix nos vamos.