Todos me miraron negando serios. ¿Que? No es mi culpa ser curiosa.
—Lamento escuchar su conversación sobre MI— hice énfasis en la última palabra —Pero no hay nada que hablar.
—Claro que si— me miro enojado Christopher —Nosotros tomamos una decisión, no realizaremos esa actividad que quiere Olson.
—Oh si lo haremos cariño— lo mire desafiante —¿Que te sucede? Este no eres tú, estas muy enojado y te tomas todo mal.
Jones cerro los ojos fuerte y suspiro pesadamente —Tienes razón, mejor lo hacemos con calma.
—Aylen, no vamos a permitir que te expongas— habló Alec.
—Chicos, yo los quiero mucho, y se que hacen esto por mí, pero debo hacerlo— los mire suplicante.
—No Ayli— negó Kyle —No hagas esto, no valgo lo suficiente.
—No digas eso— lo mire mal —Para mi ustedes valen mucho, son lo mejor que me pasó, tu eres importante para mí y me duele que pienses que eres insignificante en mi vida— él bajo la cabeza y luego me abrazó.
—Gracias, en serio— se separó y depósito un beso en mi frente —Tu también eres demasiado importante en mi vida, y por eso no puedo dejarte hacer esta locura.
—Es una locura, pero alguien me recordó que son cosas que tarde o temprano pasarán, y debemos plantarles la cara— sonreí.
—Oye Ayli, no hagas caso a mis consejos— habló rápidamente Félix y todos lo miraron mal.
—Tiene razón— dijeron a coro.
—Chicos, esto es algo inevitable, en algún momento los tendré que enfrentar sola o con ustedes, y prefiero que sea ahora, todos juntos.
—Pero...— lo interrumpí.
—Sin peros Christopher— me acerqué a el —Se que te preocupas por mí, pero estaré bien si todos están conmigo.
Suspiro rendido —Sabes que siempre estaremos de tu lado.
—Por eso los quiero— sonreí ampliamente —¿Abrazo grupal?
—¡Abrazo grupal!— respondieron todos juntos.
Mala idea.
Me aplastaron.
[...]
—Buenas noches— me despedí de los chicos después de una larga conversación sobre el viaje que sería en una semana.
—Buenas noches— respondieron.
Subí las escaleras, pero no me detuve en mi piso, seguí hasta el último y fui al enorme balcón. Amo este lugar, se ve perfectamente todo, y la luna hoy está hermosa.
Me apoye en la barandilla, y contemple la noche en silencio. Aunque mis pensamientos no se callaban, en ningún momento descansaban las preguntas.
¿Que pasará cuando lleguemos a Stanford?
¿Como miraré a la cara a los Zeta?
¿Seré capaz de soportar todo?
Esa última pregunta me atormenta, soy fuerte, pero no tanto.
Si solo escuchar a Dylan me dolió, imaginen si los tuviera que ver. Sería un desastre.
Pero yo soy buena actriz, se que lograré sobrellevar esto.
—Al parecer, hay sentimientos que a pesar del tiempo nunca desaparecen del todo— se puso a mi lado mirando el horizonte —¿No crees, Manson?
—Si— respondí sin mirarlo.
—Te haces la dura sólo para hacernos feliz, pero aun te afectan y te da muchas dudas— me miro fijamente —En ti creció un sentimiento grande hacia ellos, por eso te duele tanto.
—De noche no puedo ocultar las cosas— baje la cabeza.
—De noche somos nosotros mismos— me respondió —¿Que pasa por tu cabeza?
—Que debo suicidarme, pero no lo haré, porque eso sería hacerle un favor al mundo y yo no hago favores— intente bromear.
—Mierda, y yo que tenía esperanzas— fingió tristeza y le di un golpe en la cabeza.
—Tonto.
—Tu me adoras— habló divertido.
Y no sabes cuanto, a todos ustedes.
—Claro que no— lo mire mal.
—¿Por que no puedes ser linda?— pregunto burlón —Fea de mierda.
—Quizás no sea la más bonita, pero puedo hacer reír mucho, porque estúpida si soy— me encogí de hombros y empezamos a reír —Linda forma de subirme el ánimo.
—Lo se— me guiño un ojo —Pero hablando en serio, debes madurar.
—¿Y que es eso?
—No es sólo cosa de las frutas, en tu caso sería mirar a quien te lastimó y sonreír— habló serio —Y yo, por ejemplo, debo dejar de escuchar las estupideces de Félix.
Empecé a reír.
Es increíble como una persona te puede cambiar el ánimo en cuestión de segundos.
—No les guardo rencor, pero tampoco tengo amnesia— me encogí de hombros.
—Tienes razón— sonrió —Dime que piensas sobre el viaje.
—Sera difícil y no se si lo soportare— mire la luna —Creo que aún los quiero.
—¿Te refieres a todos o a uno en especial?
—A todos, no hay nadie especial y si lo hubo, ya lo superé— quise creer lo que decía, pero ahora lo dudaba.
—Es fácil decir que ya no sientes nada por alguien si no lo estás viendo, el desafío es verlo, escuchar su risa, su voz, y ser capaz de decir "esto ya no es lo que quiero".
Tenía razón, eso fue lo que me pasó con Dylan, estoy segura que con el sujeto no será diferente. Y espero equivocarme.
—Mis sentimientos son una mierda, no puedo ser tan sensible— comenté con amargura.
—Cariño, siempre habrá alguien que aunque no queramos será nuestra debilidad. La tuya es él— me abrazó.
—Gracias por entenderme y escucharme esta noche— correspondi su abrazó.
—Eres la enana con mal humor que me cae bien— se separó de mi —No te dejaré caer sola, nos hundiremos juntos.
—Otra vez gracias— le sonríe —Necesitaba alguien que me entienda.
—Eso es lo mejor— sonrió divertido —Quédate con quien entienda tu locura y te acepte tal como eres, quédate ahí, en la clínica psiquiátrica.
—Jace, a veces eres muy idiota— negué mientras me reía.
—Que tengas buenas noches— me lanzo un beso por el aire.
—Tu también— me despedí con la mano y lo observe hasta que se perdió por el pasillo.
Se fuerte corazón, nosotros podemos con esto.
Me fui a mi habitación dispuesta a dormir, mañana tendría clases y debería ir a hablar con el director.
Me puse mi pijama y me acosté en mi cama, cuando el sueño estaba llegando la alarma del techo de mi habitación empezó a sonar.
Mierda.
Hay alguien en nuestra fraternidad.
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Roman pour AdolescentsDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...