Capítulo 1

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—¡Jace ven aquí, maldito idiota!— grite bajando las escaleras a toda velocidad —Eres hombre muerto.

—A que no me atrapas— canturreo.

—Nathan atrápalo— le grite a mí rubio amigo. Este reaccionó y tomo de los brazos al castaño.

—Traidor— gruñó enojado/divertido.

—¡¿POR QUE TE COMISTE MÍ HELADO?!— le grite.

—¡¿Te comiste su helado?!— pregunto sorprendido Bastian saliendo de la cocina —Ya considerate un cadáver.

—Ten piedad de mí, Ayli— suplicó nervioso.

—Te comiste mí helado— hablé remarcando cada palabra.

—Te compraré otro, mucho más grande— habló rápidamente —Te llevaré siempre que quieras a la heladería y yo pagaré todo solo no me mates.

Lo pensé por un momento, era una buena y tentadora oferta.

—Esta bien— suspiré —Puedes soltarlo Nat.

Mí amigo soltó a la rata escurridiza de Collins y todos fuimos al living.

Ahí estaban, los chicos más populares de toda Columbia, tirados como vacas viendo un partido de baloncesto.

Los conozco desde el año pasado, son las personas más divertidas y también las más idiotas, arrogantes, engreidas y molestas. Pero lo mismo los quiero.

Los quede mirando un rato, no habían cambiando absolutamente en nada, seguían iguales. Creo que merecen saber más de ellos.

¿Por quien empezamos?

—Vuelaaaaaaa— le grito Abel a la pantalla.

Bien, encontramos a nuestro afortunado.

Abel Moore un chico infantil, aunque muy tierno, es castaño con ojos marrones, con una personalidad muy especial, y cuando digo muy es muy, nunca sabes con que cosa saldrá.

Nunca habló de los Zeta pero hoy haré una excepción, si me toca compararlo con alguno, definitivamente este sería Andrew.

—Cállate idiota— lo miro mal Alec.

Alec Bell de sobrenombre puesto por mí "Rubia". Un chico serio y malhumorado. Pero no siempre es así, no es el más "responsable" de aquí pero tampoco es descuidado. Su cabello es largo y rubio. Y se molesta cuando lo tratamos como a una mujer por eso. Es extremadamente guapo pero un poco serio cuando alguien no le cae bien.

Creo que él sería el Patrick de aquí, ustedes no se imaginan la conexión que tenemos. Y en cuanto a Mitchell, él ocupa el lugar de mí hermano.

—Los idiotas aquí son todos ustedes, menos yo— habló con burla Cedrick.

Cedrick Davis alias "No toques la copa". Castaño, ojos claros, un total presumido, mujeriego y sin cerebro. Este sería Jeremy. No le gusta que le hagamos bromas con Harry Potter.

—Pero nadie es más listo que yo— presumió Jace saliendo de la humedad, no literalmente, pero uso esa expresión porque no se donde demonios esta su mente, claramente no estamos hablando de eso.

Jace Collins no creo que en esta casa haya alguien más inteligente para robar comida, claro que no del todo pues cada vez que saca algo se empieza a reír y lo descubrimos, también es mujeriego como todos en esta casa y le gustan plásticas sin neuronas. Hello Ryan.

—No me dejan escuchar el partido— se quejo Kyle.

Kyle Patterson, mariscal de campo, capitán del equipo de Columbia, esta estudiando para ser un empresario como su padre pero igualmente no dejo su sueño del football americano. Su cabello es negro y tiene ojos entre azules y grises.

Es el atleta de la casa y con eso ya puedo decir que es Noah.

—Tengo hambre— interrumpió Félix.

Con esa frase saben que este es igual o peor que James.

Félix Anderson alias "Morocha". Uno de mis mejores amigos, es un chico tierno y agradable, ama la comida y le llama la atención la tecnología. Su cabello es largo de color marrón y los ojos también.

—Definitivamente hay que comer— le dió la razón Tony.

Ambos se levantaron y se fueron a la cocina.

Anthony Roberts pero todos le decimos Tony. Es como el Jack de aquí, presumido, buen amigo, mujeriego e igual de obsesionado con la comida como Félix. Otro de mis mejores amigos.

—¿Pueden dejar de hablar?— pregunto Nathan.

Nathan Sanders le decimos "Nat" de cariño. Rubio de ojos celestes. Es un chico bastante alegre, tiene cara de presumido pero no es tan así. Es muy amable y es amigo de medio mundo, literal. Es como Luke.

—Ya cállense— exclamó cabreado Bastian.

Bastian Ross el más serio, incluso más que Alec cuando está de mal humor. Responsable y perro faldero de Jones. Es como Nick pero muchísimo más amigable cuando te toma confianza y no le importa mucho la popularidad.

—Paz interior muchachos— Frederic recibió miradas confundidas de todos.

Frederic Baker, es un chico calmado, alegre y carismático. Es uno de mis mejores amigos. Sus ojos y cabellos son negros, sin embargo, su sonrisa es encantadora. Es como Matt pero mucho más cool y no es una copia de nadie, o sea, no tiene mellizo.

Todos los chicos empezaron a pelearse entre sí, algunos gritaban y otros emitían ruidos solo para molestar.

—El que diga una palabra más le irá muy mal— y con esa simple pero aterradora oración todos los chicos quedaron en silencio.

Mire a mí derecha y ahí estaba, el preciado rey de esta fraternidad y creo que de la universidad.

Christopher Jones, rubio cenizo, ojos azules, sonrisa encantadora, mirada angelical que ni miedo da pero aunque no lo crean si da miedo su presencia. Chris es una excelente persona, si le pides ayuda él no dudará en hacer de todo para que te sientas conforme, no intimida a las personas, solo cuando está muy enojado, parece un niño bueno pero déjenme decirles que es todo lo contrario.

Jones puede causar mucho miedo cuando quiere, hace bromas que ninguna persona desearía recibir ni por equivocación. Tiene demasiada influencia en los chicos y todos le hacen caso, puedo decir que se ganó mi respeto. No es el típico líder engreído ni nada por el estilo, es comprensivo y amistoso. Todo lo contrario al sujeto.

En fin, no debo hablar de esas cosas.

—Buenos días, Aylen— se dirigió a mi una vez que todos guardaron silencio.

—Buenos días, Christopher— le sonreí.

—¿Haras algo hoy, cariño?— pregunto.

—Ire a ver a un viejo amigo— respondí —¿Quieres acompañarme?

—Seria un placer— me guiño un ojo.

Algunos de los chicos nos miraban divertidos y otros simplemente nos ignoraban. No es sorpresa que nosotros nos tratemos así. Chris es muy tierno conmigo, existe una línea entre la amabilidad y el coqueteo, nosotros dos sabemos diferenciarla.

Lo nuestro es sólo amistad, los chicos dicen que deberíamos ser novios ya que lo parecemos pero eso no pasará.

Por más que nos tratemos de "amor" "cariño" "corazón" ambos tenemos claros nuestros sentimientos.

Salimos de la fraternidad y nos dirigimos al lugar de encuentro. Íbamos en el auto de Jones ya que odia ir de copiloto, así de raro es.

—¿Y a que amigo vamos a ver?— pregunto rompiendo el silencio que nunca es incómodo entre nosotros.

—A Patrick— mostré un amplia sonrisa y él igual.

Ellos si lo conocen, saben todo de mi, saben mi pasado, saben literalmente todo. Incluso saben mi nombre real pero aún así me llaman Aylen. Y aclarando todo, yo fui la que les contó, no deje que se enteraran por otra persona que no fuera yo. Ellos me generan mucha confianza, son como mi familia y me ayudaron a superar todo el dolor que me causaron los Zetas.

Y aprendí algo.

Ya no importa quien te lastimó y te hizo llorar, sino aquel que curo tus heridas y te hizo sonreír.

Nadie Se Mete Conmigo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora