—Claro— sonreí nerviosa —Pero primero debo hacer dormir a Kylan y darme una ducha.
Ellos asistieron con la cabeza. Ilusos. Yo había tomado una ducha media hora antes de que Allen me encontrará. Solo debía hacer dormir a mí hijo y buscar un plan de escape.
Tomé al bebé en mis brazos y me dirigí a las escaleras.
—Cariño, explicales lo que quieren saber sobre nuestro hijo— le dije a Chris —Cuando yo bajé responderé sus preguntas, ahorrame el tiempo, por favor.
—Claro, cariño— me dedico una sonrisa.
Y un plan se me cruzo por la cabeza. Me gire para mirar a Félix.
—Fel, tengo ganas de comer fresas— lo mire suplicante —Podrías conseguirlas, por favor.
Él rodo los ojos —¿Y como quieres que consiga fresas?
Sabía que había captado mí plan.
—No se, trepa un árbol, quizás ahí hayan— fue mí turno de rodar los ojos —Es obvio que deberías buscar en el refrigerador, deje unas cuentas ahí.
—Que molesta eres— bufó siguiendo mí actuación.
—Hare dormir a Kylan primero y eso no me toma más de 10 minutos, y luego me daré una rápida ducha de otros 15 minutos, para entonces quiero mis fresas— me di la vuelta y empecé a subir.
—Bueno, volvamos al living— escuché a Alec decir.
—Iré a la cocina— dijo Félix.
Estaba segura que había entendido mí plan. Verán, es mí mejor amigo. Tenemos reglas y señas secretas para salir de apuros.
Por ejemplo lo que acabamos de hacer. Yo siempre tengo antojos de todo. Y siempre se lo pido a él. Cuando yo le exijo que me traiga las cosas no significa nada. Pero cuando se lo pido por favor es diferente. Él sabe que me tiene que preguntar indirectamente como ayudarme y yo fingiendo contestar con sarcasmo le tengo que decir. Es sencillo. Y ambos lo entendemos.
[...]
James Pov's
Estábamos todos en el living. Algunos sentados y otros, como yo, parados. Me sentía molesto. No soportaba al idiota de Anderson cerca de MÍ mejor amiga. Pero no podía hacer nada. Luego tendría tiempo para mejorar nuestra relación. No sé porque pero presentía que algo andaba mal con esta situación.
—Bien, deberían empezar— se impaciento Logan.
—Esta bien— Jones respiró hondo —Kylan no es tu hijo.
—Oh por favor...— susurro mientras rodaba los ojos.
—Tampoco es mío— dijo con seriedad.
—¿Y de quién es?— se atrevió a preguntar Dylan.
—No lo sabemos— respondió con simpleza. Y me dieron ganas de golpearlo para que fuera directo.
—¡¿Quién demonios se comió las fresas de Aylen?!— entro corriendo al living el idiota con cara de asustado.
Todos los Omega se dieron vuelta asustados y dijeron al unísono "yo no".
—Pues alguien tuvo que ser, las fresas no se comen solas— los miró seriamente —Si Aylen se llega a enterar que no están se desatará la tercera guerra mundial.
¿Para tanto?
—Juro que yo no fui— dijo Collins.
—¿Qué voy a hacer?— Anderson caminaba de un lado al otro repitiendo lo mismo —¡Tengo una idea!
Todos lo miramos raro.
—¿Qué cosa?— pregunto Bell.
—Solo pasaron 5 minutos, tengo tiempo de ir a comprar nuevas sin que se de cuenta— todos asentimos —Cubranme.
Y salió corriendo. Lo vi agarrar sus llaves y salir rápidamente de la fraternidad.
Qué idiota.
—Sigamos— rompió el silencio Jack.
—¿Cómo es que no saben quién es el padre?— pregunto Nick.
—No solo no sabemos quién es el padre, tampoco sabemos quién es su madre— quedé en blanco y estoy seguro que todos mis amigos igual —A lo que me refiero es que Kylan no es nuestro hijo biológico. Es adoptado.
Todos quedaron en silencio. Nadie se atrevió a decir ninguna palabra. ¿Cómo podía ser eso posible? Se parecían demasiado.
—Es mentira— Patrick hablo mientras negaba con la cabeza —Yo la vi con mis propios ojos mientras ella experimentaba las etapas del embarazo.
La verdad, quería que lo que decía Jones fuera verdad. Madison y Logan eran la pareja perfecta y me encantaría que volvieran.
—Ella no estuvo embarazada, Mitchell— intervino Patterson.
—Cuando la visite por primera vez tenía muchas náuseas, mareos y asco a las comidas— contraatacó.
—Estuvo enferma dos meses, al parecer tenia un virus o algo así— se encogió de hombros Roberts —El doctor nos dio una dieta balanceada para que siguiera y habia medicamentos que le daban náuseas.
Patrick negó otra vez —En navidad estaba rara, usaba ropa holgada y ustedes la consentian demasiado.
—No puedo explicar lo de su vestimenta, quizás solo tenía ganas de cambiar de look— dijo Baker —Pero lo otro si, tu mejor que nadie sabe que las fiestas no son su época favorita, solo intentábamos hacerla sentir protegida.
—Pero...
—Patrick, Kylan no es su hijo de sangre— hablo Jones cortante.
—Para ser cierto lo que dices, ellos se parecen demasiado— opinó Dylan.
—Eso es pura coincidencia— se encogió de hombros.
—¿Y cómo fue que terminó siendo su hijo?— pregunto Matt.
—Eso es algo que Aylen debe responder— finalizó Jones y todos asistieron.
Tenía una sopa de preguntas en mí cabeza. Y esta me empezaba a doler.
—¿Puedo ir por un vaso de agua?— pregunté cambiando de tema.
—Adelante, creo que ya sabes dónde está la cocina— le asentí con la cabeza a Moore.
Camine pensando en todo lo que acababa de escuchar. Me resultaba totalmente loco. Llegué a la cocina y me servi el agua. Cuando estaba por tomarla mire el contenedor de basura que estaba medio abierto. Dejé el vaso y lo abrí completamente. Las fresas que supuestamente el idiota de Anderson no encontró estaban ahí. Esto me resultaba muy extraño. Corrí en dirección al living.
—¿No creen que Aylen ya se está demorando demasiado?— escuché que pregunto Sanders.
—Si pero Félix aún no regresa así que es mejor que siga demorando— respondió Ross.
Llegué a la cocina agitado y todos me miraron raro —No creo que ese idiota vaya a volver.
—¿A que te refieres?— me preguntó Jack.
—Mintió sobre las fresas, las acabo de encontrar.
—¿Por qué haría eso?— pregunto confundido Moore.
—Quizás para cubrir a Aylen— se puso de pie Jones.
—Pero ella no incluye a su mejor amigo en sus planes porque lo sabríamos— opinó Bell —Eso hizo la última vez.
—Exacto, eso hizo la última vez— dijo Jones —Y ella nunca repite las cosas.
—¿Qué quieres decir?— pregunto Ryan.
—Planeo hacer algo con Félix ya que no sospechariamos que lo usaría porque no lo hizo en su anterior plan pero no pensamos que ella nunca copia sus estrategias, siempre son distintas.
—¿Y por qué haría un plan?— pregunto Jeremy.
—Para escapar de ustedes y sus preguntas— respondió simple.
Mierda. Sabía que algo andaba mal.
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Nadie Se Mete Conmigo #2
Novela JuvenilDespués de un año de no saber nada de Stanford y de los chicos que habitan ahí, mi vida cambió completamente. Ya no más niña tonta. Ya no más nerd débil. Ya no más juguete de nadie. Ahora cambié, y con mis nuevos amigos nos convertimos en los reyes...