veintiséis

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-Relajaros lo que resta de día. Ahora a comer, que ya habéis hecho ejercicio suficiente por hoy- dijo Aurora mirándonos con cariño.

-¡Me voy a poner las botas!- dijo María corriendo hacia el hotel- La que llegue última es peor que una cerveza caliente- dijo antes de desaparecer tras una esquina.

Nos empezamos a reír a carcajadas... ¡María y sus ocurrencias! Fuimos al hotel, y después de ducharnos, bajamos a comer.

-Chicas, ¿que os apetece hacer?- preguntó Natalia- Aurora me ha dicho que podemos hacer lo que queramos siempre y cuando permanezcamos juntas.

-¿Y si hacemos surf?- preguntó Marta.

-A mí me parece una idea estupenda- dijo Alba.

-Y a mí.

-.....

Al final decidimos ir a surfear, ninguna tenía mucha idea por no decir que no habíamos tocado una tabla en la vida.

-Hola chicas, soy Sara. ¿En qué puedo ayudaros?- dijo una chica que estaba en un puesto donde había varias tablas de surf.

-Hola, nos gustaría apuntarnos a una clase de surf- dijo Natalia.

-Muy bien, yo soy la monitora. ¿Tenéis alguna experiencia?

-Ninguna.

-No pasa nada, ya veréis como cuando terminemos sabéis subiros a la tabla.

Al cabo de dos horas y después de haber estado practicando los movimientos en la arena, cada una estaba en su tabla tumbada intentando subirse sin mucho éxito... ¡Qué difícil!

-¡Esto es imposible!- dijo María- El día que consiga subirme, monto una fiesta.

-Tú siempre encuentras motivos para celebrar- dijo Juls riéndose.

-Hombre, es que si no que vida más aburrida- contestó María.

-Venga chicas, a la primera que se suba le compro un helado- animó Natalia.

Todas nos apresuramos a intentarlo, me encontraba ya con un pie colocado y con los brazos flexionados, sólo me quedaba apoyar el otro pie... y... me caí. ¡Había estado tan cerca! Seguí intentándolo durante otra hora más y, finalmente conseguí levantarme.

-Muy bien, Ana- me felicitó Sara- Ahora intenta mantener el equilibrio.

Me mantuve encima de la tabla unos cinco segundos y, al final me caí.

-Natalia, me debes un helado- dije emocionada por haber conseguido levantarme.

-¡Sííí!- contestó- Es la primera vez que estoy contenta por tener que comprarle un helado a alguien- dijo riéndose.

Cuando terminamos el curso de surf, regresamos al hotel.

-¿Qué tal chicas?- preguntó Aurora cuando llegamos.

-Muy bien, hemos estado surfeando- dijo Marta.

-Bueno, más que surfear, hemos intentado subirnos a la tabla- dijo Juls- y ninguna ha tenido éxito excepto aquí la amiga Ana Guerra- completó señalándome.

-No pasa nada, en estas dos semanas, ya veréis como podéis tomar más clases y al final conseguís subiros todas- dijo con convicción.

-A ver, tampoco hay que motivarse...¡Es muy difícil!- dijo Alba.

-Yo confío en vuestra cabezonería- dijo Aurora mientras se reía- Os quería comentar algo, ¿qué os parece si esta noche vamos a la playa a ver una película?

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