veintiocho

350 31 4
                                    

-Piiiiiiiiiii- sonó el silbato dando comienzo al encuentro.

Comenzaron sacando ellas, las delanteras pasaron la pelota a una central y salieron corriendo junto con las extremos y la mediapunta hacia nuestra portería. Entonces, la central dio un pase en largo con una precisión increíble, tuvo tanta puntería que el balón le llegó justo a la delantera, que ni siquiera se paró a controlar el esférico y lo remató en el aire con una tijera, enviándolo así al fondo de la red. No nos dio tiempo ni a reaccionar de la sorpresa, y la velocidad a la que hicieron la jugada no ayudó en nada. 

0-1

Las tribunas se pusieron como locas, una parte celebraba el golazo que nos habían metido, pero otra parte nos animaba a recortar la distancia en el marcador. Mi padre y mi abuela, estaban de pie animándome como si les fuese la vida en ello. La mujer castaña también me animaba pero además, me hizo un gesto para que me acercase a ella, no sé por qué lo hice, pero tuve ese impulso.

-Vamos chica, no habéis estado matándoos a entrenar todos los días en la playa para que os quedéis como pasmarotes. No os dejéis impresionar por su juego, he estado observándoos todos los días y os puedo asegurar que no sólo tenéis el mismo potencial que ellas sino más. Yo confío en que saldréis adelante- me dijo.

-Muchas gracias- agradecí- Me gustaría saber quién es.

-No creo que falte mucho para que lo descubras, tiempo al tiempo. Por te sirve de motivación, si ganas el partido y me dedicas un gol, te lo cuento- dijo sonriente.

-Trato hecho- dije para después correr al centro del campo- ¡Chicas! No os quedéis ahí como si hubieseis visto la jugada de vuestra vida, nosotras podemos con eso y mucho más. ¡Si ellas nos meten un gol, nosotras metemos dos!- grité mientras me colocaba en mi posición.

Eso parece que las despertó del trance en el que estaban.

-¡Vamos!- grito Natalia- Ánimo chicas.

-¡Sííí!

A partir de ese momento, nuestro juego mejoró con creces. 

En una jugada, Noelia sacó de puerta pasando le el balón a Marilia, quien avanzó por la banda con él pegado al pie y se deshizo de una rival con una bicicleta. Ella, le cedió el balón a Marta en un pase al hueco sorteando así a otras dos rivales. Marta, continuó conduciendo el balón por el medio del campo pero le cerraron el paso dos jugadoras del Lyon. Entonces, me acerqué corriendo por detrás y ella me dio un pase con el tacón, para acto seguido salir corriendo entre las jugadoras. Yo le devolví el balón pasándolo por encima de las dos jugadoras rivales, quienes se habían quedado desconcertadas por la jugada y sólo pudieron seguir el balón con la vista. Nada más controlar el balón, Marta dio un pase en profundidad al corner, y cuando parecía que se había pasado y que el esférico se iba a ir por la línea de fondo, apareció María, quien se deslizó por el césped para evitar que saliese. Acto seguido, dio un centro milimétrico y depositó el balón en la cabeza de Natalia para que esta finalizase la jugada metiendo un gol por toda la escuadra. Aquella jugada si que era de ensueño.

1-1

Fuimos todas como locas a abrazar a Natalia para celebrar el gol.

-¡Vamos chicas, no bajamos el ritmo!- gritó ella- Vamos a por otro.

-Síííí- coreamos.

-Vamos a demostrarle qué equipo es el mejor del mundo- dijo Alba.

-Vamos a mandarlas de la Tierra a Marte- dijo Juls.

Pusieron en juego otra vez el esférico e intentaron hacer la misma jugada que habían hecho antes, pero ya teníamos un plan para pararlas, era arriesgado pero si funcionaba nos vendría muy bien.

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