What about us

Final

Los párpados me pesaban. Me froté los ojos. Bostecé.

-Amor, vamos a la cama- dijo Miriam- Llevas toda la tarde escribiendo, tómate un descanso y ya continuarás mañana.

-¿Y si se me olvida lo que he conseguido recordar?- pregunté preocupada.

-Tranquila, no va a pasar y, si por casualidades del destino ocurre, aquí estaré para ayudarte a recordarlo- dijo Miriam acariciándome el pelo.

-Está bien, vamos- dije levantándome del asiento y dirigiéndome a nuestro cuarto.

Seguíamos viviendo en el apartamento que estábamos alquilando cerca de la universidad. Había sido un año muy intenso. Todavía no había regresado a mi vida nomal, no había retomado la universidad ni el fútbol porque estaba en proceso de recuperar mis recuerdos; sin embargo, ya faltaba poco para poder ponerme en marcha de neuvo.

Durante la operación habían ocurrido algunas complicaciones, pero finalmente, se llevó a cabo con relativo éxito; sin embargo, no desperté hasta un mes después.

Flashback

Empecé a oír ruidos a mi alrededor. Tenía la sensación de haber dormido durante años, pero aún así estaba cansada. Abrí los ojos. Delante de mí estaba Miriam discutiendo con una enfermera.

-Vete a casa, no te has separado de ella en una semana. Descansa- dijo la enfermera.

-No me voy a ir, ¿no lo entiendes? ¿Qué pasa si se despierta y se encuentra sola?- preguntó Miriam preocupada.

-Si se despierta estaremos nosotros para cuidarla.No te preocupes- dijo la enfermera.

Me fijé más detalladamente en Miriam. Estaba pálida, tenía ojeras y sus facciones mostraban que estaba agotada.

-M-Mi-Miriam...- dije intentando que la voz me saliese firme. En cuanto me escucharon ambas se giraron bruscamente para mirarme.

-Mi amor- dijo Miriam con los ojos llenos de lágrimas- ¿Qué tal te encuentras?- preguntó mientras se acercaba a mí.

-Bi- bien, ve-vete a ca-casa- dije entre tartamudeos- Des-descansa.

La enfermera comenzó a ver mis signos vitales y, después de comprobarlos, fue a buscar al médico.

-Hola Ana, me alegro de verte otra vez- dijo sonriente.

-Ho-hola, doc- dije saludando con la mano.

-Verás, como ya sabes te sometimos a una operación muy delicada. Durante la cirugía hubo algunas complicaciones, pero finamente logramos sustituir las neuronas enfermas por otras nuevas y fuertes; sin embargo, tenemos que hacerte muchas pruebas para ver cómo estas evolucionando.

-Es-está bi-bien- dije otra vez tartamudeando.

-Son bastantes pruebas así que, como los monitores nos muestran que tus signos vitales están bien, comenzaremos mañana a primera hora de la mañana- dijo el médico- Descansa esta noche, que mañana será un día duro- dijo para después irse con la enfermera.

-Por fa-favor, Le-leona, ve-vete a des-descansar- dije cada vez más frustrada por no poder hablar bien.

-Amor, es imposible que descanse sabiendo que tú estás aquí despierta. Sabes que donde mejor estoy es contigo, así que no me digas que me vaya, porque lo que más quiero ahora mismo es estar a tu lado.

-Va-vale- cedí- ¿Cu-cuánto ti-ti-tiempo lle-llevo a-aquí?- pregunté.

-Ha pasado un mes desde la operación. Cuando saliste de la cirugía, todos fuimos a verte, pero nos dijeron que no despertarías en varios días. Así que los chicos se alojaron en casa durante dos semanas, pero como no despertabas y tenían asuntos pendientes, regresaron a sus casas; sin embargo, me han dado recuerdos para ti. Estoy segura de que en cuanto les diga que has despertado, estarán aquí en segundos- dijo Miriam mientras se sentaba a los pies de mi cama.