cincuenta y cuatro

250 20 1
                                    

Me encontraba en la terraza admirando las calles de Madrid, recordando cómo se había tomado mi madre la noticia de mi enfermedad. Decírselo no había sido más fácil que contárselo a Miriam. Eran dos personas bastante diferentes, sin embargo, tenían una cosa en común, ambas me amaban con locura. Al principio se había quedado en shock, después pasó a una fase de sobreprotección extrema. Me llamaba al menos cinco veces al día y nos visitaba cada dos por tres, revisando si me tomaba la medicación o si había tenido otro episodio de pérdida de memoria. Agradecía que se preocupase por mí, pero finalmente le hice entender que necesitaba mi espacio, que no quería que me tratase de una manera diferente a como lo hacía antes.

Tras la darle la noticia a mi madre, tocó el turno de los amigos. La pandilla, la cual estaba desperdigada por el mundo, quiso venirse a Madrid lo antes posible; sin embargo, sabiendo que estaba trabajando en grandes proyectos y que estaban muy ocupados, les convencí para que continuasen con sus vidas, dejándoles claro, al igual que a mi madre, que no quería que me tratasen de forma diferente, que no me tuviesen pena. Me dijeron que se quedarían siempre y cuando les contase como iba avanzando y les avisase de cualquier percance que tuviese o de cualquier cosa que necesitase.

Por otro lado las Camren todavía no sabían nada, no porque no tuviese la suficiente confianza con ellas, para nada, era porque quería decírselo en persona. No merecía decírselo por teléfono viviendo en la misma ciudad; sin embargo, no las vería hasta que comenzase la universidad, ya que estaban fuera de Madrid y no regresarían hasta el último día de vacaciones. Las cuales, por cierto iban llegando a su fin. Tenía un gran dilema, todavía no había decidido si retomaría la universidad.

Por un lado pensaba, ¿de qué serviría ir a clases si luego me iba a olvidar de lo que aprendiese? Pero por otro deseaba llevar una vida "normal". No quería perderme la experiencia de vivir esa etapa, una etapa en la que a pesar de tener que estudiar y estar estresados por los exámenes y los trabajos, se caracterizaba por la libertad. Una libertad que permitía a los universitarios descubrirse a sí mismos y encaminar su vida hacía un futuro prometedor. Además, con un poco de suerte, si lograba recuperarme de esto, podría graduarme en pocos años.

Unos brazos muy conocidos rodearon mi cintura.

-Canaria, ¿por qué tan pensativa?-pregunto Miriam dejando un beso en mi mejilla.

-Sigo pensando en si merece la pena regresar a la universidad-contesté.

-Bueno, no sé si esto te ayudará, pero, ¿recuerdas lo que te llevó a elegir esa carrera?

Claro que lo recordaba, la semana anterior a selectividad había estado tan nerviosa que era incapaz de pegar ojo.

Flashback

Como las tres noches anteriores, me encontraba dando vueltas en la cama. Mi mente estaba llena de interrogantes, ¿cómo sería la selectividad? ¿Sería muy difícil? ¿Y si suspendía y la nota no me daba para estudiar lo que quería?... Pero de entre todas mis preguntas, sobresalía una, ¿qué quería estudiar?

De pequeña mi sueño era ser jugadora profesional de fútbol, y, aunque seguía en pie, con el paso de los años me había dado cuenta de que era muy difícil vivir de ello. Por desgracia el fútbol femenino no estaba tan valorado como el masculino y, como consecuencia, muy pocas chicas podían vivir simplemente de ello. Además, también pensaba en que aunque pudiese a costa de hacer lo que más amaba en el mundo, no duraría para siempre. En algún momento dado me tendría que retirar, ¿y entonces qué? Pues ahí estaba yo, pensando en lo que quería hacer después de jugar al fútbol.

Daba gracias a que Miriam no estuviese conmigo esta semana, porque sino la leona tampoco hubiese pegado ojo en toda la noche. En cierto sentido la envidiaba, ¡ella sabía lo que quería hacer con su vida! Desde que éramos niñas se había interesado por el teatro y ese interés había crecido con el paso de los años hasta que el arte dramático se convirtió, junto con el fútbol, en su pasión.

What about usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora