Capítulo 11

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N/A: Buenas, nos vamos con otro capítulo. Estad atentos durante la semana, porque quizás haya alguna sorpresa, tengo ganas de celebrar mi cumpleaños que es esta semana, con vosotros, y la mejor manera de hacerlo es regalándoos un capítulo extra. No sé si lo haré el jueves o el domingo. Vosotros decidís.

Los personajes no me pertenecen…
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POV KATE

Me despierto y cuando lo hago lo veo allí despierto mirándome con una sonrisa. Cuando me ve abrir un poco los ojos se acerca un poco colocando su mano sobre mi cintura moviéndola en pequeños círculos.

-¿Qué haces despierto?

-No podía dormir.

-¿Por?

-Porque sabes mi segundo nombre y yo no.

-¿Y eso te tiene sin dormir Alex?-digo sonriendo mientras me muerdo el labio sin poder evitarlo.

-No me llames Alex-dice haciéndome cosquillas, haciendo que me retuerza sin poder evitarlo.

-Para, para-digo casi sin aliento.

-Pues no vuelvas a llamarme así.

-¿Así como? ¿Al…?-pero me cayo cuando lo veo dispuesto a atacarme de nuevo.

-No juegues con fuego-dice colocándose sobre mi bloqueándome con su cuerpo.

-Buenos días-digo mirándole sacándole una sonrisa.

-Buenos días. ¿Qué quieres hacer hoy?

-No lo sé.

-Podemos quedarnos toda la mañana en la cama-dice besándome el cuello sacándome una sonrisa.

-Lo siento pero no. tengo que ir por la tarde a trabajar y no quiero estar todo el día en casa.

-Está bien-dice desesperado-¿A dónde vamos?

-No sé demos una vuelta. Pero antes creo que me debes un desayuno.

-Vale. Pero tienes que quedarte en la cama. Hoy toca desayuno en la cama. Estamos solos ¿no?

-Si Lanie no se ha quedado dormida-digo con una sonrisa.

-Entonces espérame. No te muevas-dice señalándome mientras va hacia la cocina.

Me estiro en la cama, me encanta las camas grandes por eso, pero ahora que llevo unos días durmiendo con Rick, sé que va a ser muy complicado volver a la normalidad, no puedo negar que a pesar de que me gusta estirarme en la cama, tampoco me he quejo el poder dormir abrazada a él toda la noche, he dormido como un lirón estos días.

No sé cuanto tiempo llevo sola en la cama pensando en lo que me espera cuando se vaya, cuando aparece con el mandil de Lanie, cuando lo veo con él no puedo evitar reírme.

-No te rías-dice colocando con cuidado la bandeja sobre mis piernas.

Ha preparado huevos revueltos, beicon, tostadas, tortitas y café, sin duda un desayuno contundente, no falta nada.

Vacaciones en RomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora