—Hola Helga...
Helga trata de mirar quién a dicho su nombre, su voz no le suena familiar así que saca su celular para poder percibir...
—Disculpa ¿te conozco? —dice Helga alarmada y temerosa.
—No, tranquila, no debes asustarte, tu no me conoces pero yo si Helga y no sabes el gusto que me da por fin conocerte,¿ que te parece si salimos a la calle? Para poder observarte —dice aquella voz entusiasta.
Helga camina a su lado un poco desconfiada, aquella voz dulce le recuerda un tanto de su hermana Olga, espera sinceramente no encontrarse con alguien igual de empalagosa como ella al llegar al faro de luz.
—Wow... ¡Vaya!.. —dice Sophie con asombro y una tierna sonrisa—, realmente eres mas hermosa de lo que me ha contado Phoebe.
—¿Phoebe? Bueno, bueno...—inquiere la rubia con fastidio — basta de halagos... ahora dime ¿de donde me conoces?.
—Tranquila Helga, mi nombre es Sophie, soy la mejor amiga de Phoebe, bueno, creo que la segunda, el primer lugar lo llevas tú sin duda, me ha contado tanto de ti que tal parece que ya eres amiga mía — sonrió.
—¿Phoebe? ¿Mejor amiga? —Pregunta Helga emocionada y confundida —¿dónde está ella? Me gustaría verla y abrazarla, ¡Por Dios! cuanto tiempo y... pero espera... — pensó un momento —, yo nunca te había visto.. ¿ cómo supiste que estaba aquí? ¿Y como supo que yo había llegado a Hillwood? .
Sophie dio una gran sonrisa.
—Tú mamá se encargó de hacérselo saber, hace un rato que llamó a Phoebe para decirle que habías llegado de París y que habías salido a dar una vuelta, tu madre esperaba que te buscara para darte la bienvenida.
— ¿Míriam hizo eso? —pregunta sorprendida— pensé que olvidaría muy rápido mi llegada como es su costumbre—murmura.
—¿Perdón? —preguntó confundida.
—Olvida eso Sophie, ¿dime que pasó con Phoebe? — decía Helga.
— Te decía, Phoebe visita regularmente a Míriam, hablan de vez en cuando pero creo que eso ya lo sabías, así que, como tu mejor amiga me mandó a buscarte conociendo el lugar donde creía que estarías.
—¿Pero porque no vino ella? y disculpa, no quiero que te ofendas pero realmente quería verla... —Se entristece y Sophie la abraza con mucha familiaridad…
—Este abrazo es de parte de ella—dijo estrechando la fuertemente que la sorprende — no te preocupes, ya podrán verse, pero en este momento ella está trabajando por eso es que no pudo venir, ella trabaja en el acuario, pero su trabajo es demasiado demandante —sonríe levemente— Ya habrá tiempo para todo pero vine a dejarte esto..
Inmediatamente saca de su bolsillo un sobre.
—Mira, esta es una invitación para la graduación del 6° año de la escuela donde trabajo como maestra de 1° año junto con mi novio, hemos organizado una pequeña comida, esperamos nos puedas acompañar y claro, Phoebe estará ahí, así que sería un buen momento para reencontrarse, y Creo que así podamos conocer un poco mejor ¿no crees?
HELGA.
——Sophie tiene una cabellera larga y castaña, es muy hermosa y no me sorprende que seas amiga de Phoebe, realmente se ve una persona muy dulce, pero a mi forma de ver es tremendo fastido, lo que temía, Olga se quedó en París pero no es necesaria su precensia pues Sophie tomará su lugar ¡hiugh...! ... Pero Sophie tiene un buen humor que contagia, creo que después de todo podríamos llevarnos bien, aunque sea todo lo contrario a mi, ahora que la miro detenidamente, su bondad me hace recordar a alguien; ¡Oh Vaya, si, claro! , a Arnoldo, supongo que juntos sería algo aún más terrible,¡ RAYOS,! ¿otra vez pensando en él? — pensaba.
—Claro Sophie, sería buena idea conocernos más — contesta Helga sonriente..—y en cuanto a la fiesta aún no lo se yo acabo de llegar y...
—Vamos... —interviene—será divertido...
—Tal vez sea una buena idea, acabo de llegar y no habrá mucho que hacer por aquí así que, supongo que esta bien... —Responde algo inconforme—estaré ahí sin falta.
—Puedes llevar a Míriam si lo deseas, ella está invitada, desde luego—ahora debo irme es tarde y tal vez deberías hacer lo mismo, Hillwood puede ser peligroso de noche. À bientôt... —dice despidiéndose.
Helga sonríe...
—Merci, À bientôt Sophie... — Se despide mientras la ve alejarse..
.
.
.Helga camino ha casa, esperaba tener que tardar más para evitar llegar pronto, pues el auto del hombre de sus Pesadillas estaba nuevamente presente frente a esa casa como en los viejos tiempos. Entró con cautela como su costumbre mientras lo ve recostado en el sofá con una botella de vino en mano y el televisor encendido en el box como cuando era ella tan solo una niña...
—¡Míriam he llegado!... — Grita desde la puerta.
Helga cierra la puerta mientras su rostro se torna a uno de cansancio, mira a su mamá con una charola con pan tostado, una leche caliente, algo de comida para su pequeña Helga, algo que solía comer de niña aunque no fuera por gusto.
—Querida que gusto que llegaste, te hice algo de cenar... Lo subiré a tu alcoba, tu padre acaba de llegar pero hebrio como es su costumbre así que, lo mejor, es que mañana hables con él, tal vez tu presencia lo haga cambiar su forma de ser..
Helga mira el rostro de su madre ilusionado y esperanzador, sin embargo, mira la charola y no puede evitar sentirse mal por esa cena que ahora piensa su madre que era su favorito cuando en realidad no tenía más opción que comer lo que ella encontraba en el refrigerador y en la alacena debido al descuido de Míriam, así que asiente con la cabeza en forma de agradecimiento no sin antes pensar en lo que su madre pensaba respecto a Bob, era tonto, sobre todo por que su precensia no haría ningún cambio, eso sí, podría empeorar las cosas pero que hacerle al amor más grande de Míriam “el Gran Bob Pataki", si Míriam no lo hizo cambiar durante tantos años , ¿que haría ella que fuera diferente? No obstante, Helga está cansada y opta por no tocar el tema, solo sonríe a su madre, le da un beso y ella misma sube la cena a su cuarto..
—Descansa Míriam— dice entre agotador suspiro subiendo las escalera a su habitación.
Mientras cenaba, se recuesta en su cama a pensar todo lo que ha sido su vida y que esperaba encontrarse con alguien más que no fuera Sophie en la calle, esperaba fuera Arnold, pero no fue así, así que se dirige a su viejo armario y revisa esas cajas en las que ha guardado sentimientos pero que a la vez ya están llenos de polvo, encuentra en ellas un pequeño libro rosa que inmediatamente le trae recuerdos de zopenco que muchas veces dijo odiar pero que por dentro moría de amor y nunca dijo nada hasta después del viaje a San Lorenzo.
Después de eso Arnold ya era completamente suyo y su poesía ya no tenía que ser plasmada en hojas ya que era la manera de reprimir sus sentimientos.. Pero al abrirlo sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar un pequeño poema escrito con tinta rosa.
—Oh querido amado,
Entre las penumbras de la noche pronuncio tu nombre y no escuchas llamado, en la oscuridad he dejado estos sentimientos y aún percibo el inmenso amor cada día de amanecer y en mi triste anochecer.
SI tan solo mi amado príncipe escucharas un poco de lo mucho que siento por ti inmensamente serias muy feliz..Oh ARNOLD siempre tuya Helga.
—Siempre tuya— suspira mientras las pronuncia— Palabras demasiado intensas, el aire se ha llevado esas palabras Arnold—Cierra el diario.
Mientras limpia su alcoba y acomoda sus cosas. Cae rendida en profundo sueño en su almohada con las pregunta de ¿qué sucederá el día de mañana?
—Volveré a ver a mis viejos amigos pero sobre todo a Arnold... Criminal sin duda, aún eres importante... —sonríe y queda dormida
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Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.
FanfictionHelga, una mujer dedicada a las artes escénicas a decidido regresar a Hillwood a solucionar los problemas por los que se alejó del lugar, pero se llevará la gran sorpresa de encontrase con un pasado lleno de dolor, un viejo amor a punto de compromet...