Estúpido cabeza de balón.

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-¡Sophie ¿que haces aquí?!- exclamó Arnold con sorpresa cubriéndose con la toalla.

- Solo quería charlar un poco despues de lo que paso - tomó asiento lentamente al ras de la cama sin dejar de observar a Arnold deseosa de él.

-Esta bien - respondió Arnold algo nervioso tomando en sus manos la ropa -espera aquí en lo que me cambio en el baño.

- Vamos Arnold, no es la primera vez que nos vemos de esta manera ¿recuerdas?, ¿que sucede?- camino la castaña hacia el entusiasta y coqueteó.

Arnold retrocedió dos pasos antes de que Sophie llegara hasta él.

-Lo se Sophie solo que esta vez están mis padres, prefiero evitar que nos sorprendan en esta situación y además no quiero mojarte- respondió con excusa mientras corría rápidamente al baño.

Sophie exhaló con fastidio mientras Arnold cerraba la puertas tras de ella, confundida y sin opción esperaba pacientemente pero un aun así decidía esperar. Arnold, por su parte, limpiaba con las manos el vapor que empañaba en espejo en que suele mirarse, encontrarse era lo mejor que podían hacer en ese momento, pensaba tanto en Helga que se esclaviza con los recuerdos, estaba siendo absurdo, su mente divagaba en algo que no debía pensar y sin embargo accedía adentrar en él, sin duda el desprecio de Helga, ahora se volvía tortura.

---- ¡Maldicion! ¿que esperaba?, que después de este tiempo ¿mí amada Helga aun suspiraría por mí?, ¿qué me extrañara siquiera? como pude confundir sus palabras, tal vez realmente no se refería a mí- murmuraba a si reflejo.

Las palabras de Helga retumbaban en su cabeza para hacer placentero su sufrimiento.

.... "los mejores fueron a tu lado antes de partir de Hillwood...."-recordaba con emoción..

- No Arnold, que tú sientas algo por ella no quiere decir que ella te corresponda, así que, deja de insistir ¿de acuerdo? Es mejor ser lo que siempre debiste tener, una vida sin ella - se decía a si mismo tomando si ropa bruscamente.

Arnold sale del baño ya cambiado y se apresurado para no hacer esperar a Sophie, por primera vez en su vida deseaba detener el tiempo, que no llegara la hora de su estúpida decisión, pero ya estaba todo listo, era ahora o nunca.

- Estoy listo Sophie- mencionó con una sonrisa forzada.

- Bien, ahora puedes decirme ¿ que sucede contigo? Parece que ahora tengo que adivinar cada paso que das Arnold.

- Lamento que te sientas así -dijo sincero mientras la envolvía en sus brazos - estoy feliz de que estés aquí y por eso mismo quiero pedirte perdón por todo y...

-Olvídalo Arnold- respondió la castaña con su dedos dedo en la boca de Arnold y silenciarlo, su mirada se tono triste y una lágrima rodó por sus mejillas - no fue tu culpa, exagere las cosas, pero todo está en su lugar ahora y mis sentimientos aclarados.

- Si fue así, ¿que sucede?, ¿Por qué estas llorando?- cuestiona Arnold preocupado.

-Es porque estoy feliz y triste a la vez, las cosas entre nosotros ahora estén bien Arnold, te extrañe estos días pero fui demasiado cruel contigo y con Helga, me comporté como una tonta celosa, y jamás me has dado razón para hacerlo.-decía sincera besando con ternura los labios de Arnold que el accede a responder.

--Tok Tok...- tocan levemente la puerta mientras Gerald asoma la cabeza.

-¿ Puedo pasar tortolitos? espero no haber interrumpido el inicio de algo más caliente como ese beso- mofó Gerald como su costumbre.

-Claro que no Gerald, pasa-dijo Arnold alejándose de Sophie lentamente..

-Quería ver si me acompañas Sophie por unas sodas, Gertie exige su favorita, no se cual es así que pensé que podrías ayudarme- decía Gerald guiñando el ojo.

Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora