Helga, una mujer dedicada a las artes escénicas a decidido regresar a Hillwood a solucionar los problemas por los que se alejó del lugar, pero se llevará la gran sorpresa de encontrase con un pasado lleno de dolor, un viejo amor a punto de compromet...
Arnold se sentía un iluso y tonto a la vez, los sentimientos que tenía por Helga habían pasado de amor a ira y es que en todos los puntos en que él quisiera buscarle una explicación, simplemente no la encontraba, los celos lo cegaban y la sensación de soltar en llanto lo invadían, pero aun así pudo controlarse pues lo más sensato era ser indiferente a la humillación que sintió su corazón.
-¿Qué haces aquí Arnold?.- se dirige Helga apartando de su camino a Jake.-
Arnold no sabía que responder.
-¡Hey Arnold! , ¿que pasa? ¿Que haces por aquí? -dijo Jake sonriente yendo hacia ellos.
-Hola Jake-respondió Arnold con desánimo.
-¿Lo conoces? -dijo Helga a Jake con asombro.
-¿Quién no se conoce en este viejo suburbio? -respondió divertido.
-Claro... -respondió Arnold con molestia-yo solo pasaba por aquí y...
-Dabas un paseo, eso es bueno-respondió Jake animoso-estamos por hacer lo mismo.
-Por supuesto, lamento haber interrumpido sus planes. -dijo Arnold con reclamo.
-No es lo que piensas Arnold yo... -intervino la rubia con acongojo.
-No te preocupes Helga, no necesitas dar más explicaciones, una vez más, lamento haber intervenido.
-Arnold es que yo....
Jake miraba el rostro de ambos y ninguno de ellos parecía estar alegre de escontrase, había fricción y lo notaba, romper ese momento era necesario, sobre todo con Helga tartamudeando. .
-Descuida Arnold-intervino Jake dando unas palmadas sobre el hombro del rubio- puedes venir con nosotros si quieres, no cabemos los tres en la moto, pero podemos hacer otra cosa si gustan.
- No es necesario Jake, -Decía Arnold ocultando aún más su furia-de hecho iba rumbo a ver a Sophie, a mi bella novia.
-Vaya, no tenía idea de que estabas por comprometerte, seguro que es especial, es un hermoso arreglo de flores- dice Jake.
-Las rosas son hermosas, -intervino la rubia-son parecidas a las que me regalaste el otro día en la comida de tus padres.- decía nostálgica Helga.
-¿A sí? , no lo había notado-finge demencia-a Sophie también le encanta este color sobre todo porque esta es una fecha especial.
-¿Especial Arnold?- Temía Helga.
-Si, hoy le propondré matrimonio a Sophie.- Dijo Arnold con seriedad y frialdad.
-Mi corazón se ha detenido por unos segundos, tus palabras seguras e indiferentes hacia mí me invaden creando un nudo en mi garganta, no era especial para ti, las rosas tampoco lo fueron y ahora me lo dices, lo que había temido todo este tiempo, ahora se estaba haciendo realidad, no mi amado, nunca había tenido tantas ganas de gritarte lo tonto que eres mi cabeza de balón por no notar que aun te amo.- Pensaba Helga.
Helga queda en shock, contiene las lágrimas mientras Arnold la miraba con celos e indiferencia esperando al menos que mostrara un sentimiento de dolor, pues en ese momento eso quería ver, si a Helga le molestaba tanto como a él el verla con Jake,
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