Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.

¿CAMBIOS?

La rubia camino a casa con sus fieles amigos, ahogada en llanto profundiza en sus sentimientos mientras Jake no evitaba tener los ojos cristalinos al llanto de su amada y no ser más que el pañuelo de lagrimas de ella. Phoebe aunque bella e inteligente chica, sufría con la angustia en la que Helga se encontraba pero también en contradicción luchaba con la furia ante la impotencia de no poder unir mas a sus mejores amigos. Los sueños de la rubia ojiazul se desvanecen destrozados pero una vez más, limpiar sus lagrimas seria lo que mejor haría en esta ocasión, no por ella si no por el ser dentro de ella.

Llegando a casa, Jake dejó las maletas sobre el corredor mientras Helga se abrazaba asi misma pensativa y llena de nostalgia mientras Phoebe cerraba la puerta tras de ellos, aparecía un silencio largo y tenso tal vez esperando que cualquiera de los presentes rompieron el incómodo momento pero al ver la necedad de todos, Phoebe lanzó una mirada minuciosa sobre Jake para que hiciera algo más que cruzarse de brazos después de dejar las maletas sobre el suelo, sin embargo, el captando la intención negaba con la cabeza al ser él quien empezará con el interrogatorio y sin más, la asiática giro los ojos con fastidio y después de aclarar un poco la garganta con una tos leve repetidamente decidió hablar para romper el silencio y salir de las dudas que los acongojaba.

-¿Helga?-caminó unos pasos hacia ella-¿que sucedió hace un momento?-dijo sin tapujos.

Helga respiro profundamente y giró los ojos con fastidio, sabía que sus amigos con las mejores intenciones preguntarían por lo sucedido.

-Phoebe, no quiero hablar de esto en este momento, no me siento muy bien-se recargaba sobre la pared frotando la cien con las yemas de los dedos.

-No tiene caso que te quedes aqui ¿por que no te vas conmigo a casa?-insistió Phoebe.

-Seria lo mejor preciosa-opino Jake-estar aqui no sera muy bueno para ti sobre todo en esta casa que hasta mi me da escalofríos-hizo un gesto de desagrado.

Helga se quedó callada solo observando la casa, frunció el ceño e hizo una mueca de lado al igual de desagrado para después respirar profundamente y terminar por darle el giro a la hoja y dar por terminado el sufrimiento y con una actitud más positiva pero fingida decidió actuar.

-No Phoebe, no es necesario, estoy bien, después de la tormenta viene la calma y eso sera para mi de ahora en adelante, mi vida estará en calma-respiro profundamente.

Phoebe la miró extrañada y un tanto molesta por lo que trataba su mejor amiga de disimular.

-No puedes fingir que no paso esto Helga, ¿nos dirás qué sucedió con Arnold en la casa? todo el camino estuviste callada.

-Esta bien que llores y te desahogues, puedes hablar con nosotros.-intervino Jake sinceramente.

-No quiero hablar más de esto,- dijo Helga con un tono de molestia.

-¿Y esa es tu respuesta?-reclamo Phoebe con el ceño fruncido un tanto exaltada.

-Criminal Phoebe, no necesito darles explicaciones.-predio la paciencia.

-Es por Bob, el hizo esto ¿cierto? el lo hizo, ¿te esta obligando?, por qué lo sigues permitiendo, es un idiota, porque hacerlo algo como esto a su propia hija?, deja de ceder ante sus peticiones, no le debes nada, date cuenta, acabas de divorciarte de un día para el otro del amor de tu vida, Arnold no está bien y acabas de dejarle el camino libre a esa zorra de Lila y tu estas tan....

-¿Tan que Phoebe...?-interrogó Helga molesta.

-Despreocupada.-respondió sin compasión Phoebe igual de molesta.

-No te atrevas a juzgarme-contesto Helga indignada- Phoebe, no tienes idea de lo que estoy sintiendo, él está mejor sin mi, el lo superará.

-No se como estará mejor sin ti, solo sé que acabas de echar todo a perder.