La tarde había llegado en Hillwood, Arnold había tratado de comunicarse todo ese tiempo con Sophie Y Gerald ha pasado ese tiempo en la casa de huéspedes siendo su apoyo incondicional de su mejor amigo.
—Gerald, Sophie sigue sin contestarme ni siquiera una llamada y mis mensajes, esto esta mal — menciona con acongojado mientras suelta el celular sobre la mesa.
—Bueno amigo, por lo que me contó Phoebe está muy molesta contigo y con más razón lo estará con lo que estas apunto de hacer — responde Gerald preocupado.
—Lo sé, no es sencillo todo esto, lamento que las cosas salieran de esta manera, pero ella tampoco merece vivir con mentiras, necesito decirle todo, entre ella y yo nunca había secretos, nos contábamos todo y no quiero perder al menos eso, su amistad—Se entristece.
—Viejo, perderás más que eso, ¿estás de acuerdo?, ya imagino a Sophie diciendo ¡si Arnold seremos amigos aunque hallas decido dejarme por tu viejo amor de juventud!— menciona con burla.
-Si, ya, entiendo tu punto, iré a buscarla a su casa, quería que nos viéramos en otro lugar pero si no hay otra opción, tendré que buscarla, no puedo dejar pasar más tiempo y no buscaré a Helga sin hablar primero con Sophie, eso es lo que debo hacer primero.
—Acaso temes no controlar tus bajas pasiones a lado de ella viejo —Dice Gerald mofandose.
—Aunque te burles Gerald, así es, cada que estoy cerca de ella tengo unas inmensas ganas de besarla y no puede pasar eso, no hasta finalizar mi relación con Sophie.
—Viejo, no pude evitar recordar cuando tuviste tu cita con Ruth y Cecile, siempre estabas en apuros, hoy pareciera ser el mismo asunto.
-Si, Cecile era mi Helga, otras de sus intrépidas acciones de amor para estar a mi lado—Dice Arnold nostálgico.
-Si y esa vez también la preferiste a ella.
-Helga y yo habíamos salido de clases en sexto de primaria, llevábamos 3 meses saliendo, tome su mano y juntos caminamos hacia mi casa, mis padres habían preparado hamburguesas, algo que le encantaba comer, pasamos un momento agradable, ambos subimos a mi habitación y jugamos videojuegos esa tarde, siempre ganaba era realmente buena en todo, su mirada a mi pared con fotos de mis amigos le hizo terminar por ponerle pausa al juego.
-Arnold- me dijo dudosa.
-Si Helga.
-Tengo que confesarte algo.
-¿Confesar?, acaso debo preocuparme.- dije curioso.
- No lo se Arnold, creo que ahora que ya sabes que siempre vivi enamorada todo este tiempo de ti, supongo que será menos grave decirte esto, pero ¿recuerdas a esta chica?- se dirigio a tomar la foto de Cecile.
-A si, ella es Cecile, la persona con la que intercambiábamos cartas en cuarto año ¿que pasa con ella?, espera, ¿la conoces?- dije curioso.
- Amm... yo... este... si, bueno esa noche saliste con ella, buena con la otra Cecile y bueno...
- Como sabes todo eso Helga.
-No, es que te hubiera espiando Arnoldo, pero la otra Cecile era... era yo...
Mi corazón palpitaba intensamente, tu rostro preocupada y asustada a mi reacción me hizo enternecerme por ti.
-Bueno Arnold, dime algo, grítame si quieres o insúltame, cuestióname, soportare todo pero por fvor no te quedes callado, tenía que hacer algo, tenías que conocerme como era yo, era la única manera que encontré para acercarme a ti, no me odies Arnold puedes decir algo porfvor...
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Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.
FanfictionHelga, una mujer dedicada a las artes escénicas a decidido regresar a Hillwood a solucionar los problemas por los que se alejó del lugar, pero se llevará la gran sorpresa de encontrase con un pasado lleno de dolor, un viejo amor a punto de compromet...