La rabia estremece la mente de Jake que no apartaba la mirada del fijó camino hasta llegar a la casa Pataki donde solo ansiaba llegar lo más pronto posible esquivando cualquier auto sin prisa que pasaba frente a él. El frío de la noche se calmaba con buena señal de ser un mejor dia a medias mañana, pero Jake solo pensaba en el hoy, el la búsqueda de Helga y el miedo que lo paralizaban de creerla perdida pero con la irá floreciendo en el de ser Arnold el posible responsable de ese miedo que lo molestaba con afán.
JAKE.
--Sentía la adrenalina recorrer desde la punta de los dedos de mi pies hasta los dedos fríos y entumecidos de mis manos con la sola idea que abrumaba mi pensamiento en que Arnold pudiera hacerle algo a la mujer que ambos decimos amar, las cosas no podían quedarse así y que él se saliera con la suya, Helga, ella siempre defendió su nobleza y su fidelidad pero que cierto que el amor no es más que una venda para cegar a quien más puede amarte y dar todo por ti y aun asi, asi le correspondes, maldita la hora en que te cruzaste en su vida y maldita la hora en la que yo no pude hacerlo, haz sido su perdición y la causa de su sufrimiento ¿ que ve en ti Arnold Shortman,? tú que has jurado amarla por siempre frente un altar y no lastimarla jamás ahora lo haces presente frente a sus ojos, la has herido y sin duda su desaparición no es más que tu culpa. Pero te lo repito, esto no se quedara así, lo has de pagar.
Jake llegó hasta la casa Pataki con la ira que no se desvanecía de el, bajo de su moto a prisa con el casco sobre su codo.
Ding... dong... —tocaba la puerta insistentemente.
—Jake...—dijo Miriam abriéndole la puerta pasa hijo tenemos noticias de Helga, al parecer es algún tipo de venganza en contra de Bob— dijo al borde del llanto.
Jake la tomó de las manos con ternura.
—Te lo repito, traeré de vuelta a Helga, sana y salva.
Su mirada se perdió en los ojos verdes de Miriam en tan confortador ánimo para después buscar la de Arnold que miraba con molestia la promesa que le daba a su exsuegra.
—Arnold... —dijo Jake fríamente necesito hablar a solas contigo.
—¿A... a solas? — preguntó Miriam con preocupación, ¿no harán una locura cierto? Bob dijo que debemos esperar.
—Tal vez eso no sea necesario— acecha Jake con la mirada fija en Arnold
Gerald inconforme ante esa mirada respondió desconfiado.
—Cualquier cosa que necesites hablar con Arnold estaré presente— aclaró Gerald mientras tomaba el hombro de su amigo.
Jake cambio su mirada hacia Gerald que intervenía innecesariamente, pues Arnold no debía ser defendido por nadie ante los ojos del mejor amigo de Helga.—Si te preocupa que lo lastime, no es el caso — dijo Jake con firmeza aunque con mentira— ambos nos preocupa la misma situación, encontrar a Helga, pero antes necesito aclarar unas cosas con él, dudo que te niegues a hacerlo ¿cierto Arnold?.
Arnold lo miró con molestia mientras su ceño se frunció y su mirada se clavaba en la de él, pero los demás solo veían confundidos el momento.
—Desde luego que no— intervino Gerald una vez más— yo...
—Descuida Gerald — responde Arnold seguro— Jake tiene razón, haremos cualquier cosa por encontrar a Helga, así que no se preocupen, otro pleito como el de hace rato señora Shortman no volverá a pasar.
Jake metió una de sus manos en su chaqueta mientras se dirigía a la puerta y con la otra mano la abre rápidamente.
—Bien, después de ti — mencionó Jake seriamente.
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Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.
FanfictionHelga, una mujer dedicada a las artes escénicas a decidido regresar a Hillwood a solucionar los problemas por los que se alejó del lugar, pero se llevará la gran sorpresa de encontrase con un pasado lleno de dolor, un viejo amor a punto de compromet...