Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.

Una serie de eventos desafortunados.

-¿QUIEN.?-pregunto Helga sorprendida mientras hacía a un lado la cortina del baño.

-Dice que su nombre es Damien Laforet.-repitió Olga.

-Oh, maldición, este día podría ponerse más del asco.-dijo Helga tomando el teléfono-Olga, gracias, déjame un momento a solas.-dijo mientras salía de la ducha.

-Como quieras hermanita si necesitas algo solo háblame .dijo Olga saliendo de la habitación.

-Bueno-Contesto Helga con fastidio en su voz.

- Bonjour belle dame, vous semblez surpris? (Buenos días bella dama ¿suenas sorprendida?)-dijo Damien.

- El gran Damien Lafoert, -exclama con burla-creí que nunca sabría de ti, si alguien tan indeseado hablara para molestar, cualquiera estaría sorprendida, ¿que necesitas?, habla rápido que estoy ocupada.-dijo Helga molesta.

-Valla cariño, no recordaba que nos habláramos con tanta indiferencia.

-Mmmmmm... Déjame recordar ¿por qué será?, aaaaa... ya claro, como olvidar la bajeza que me hiciste mientras salíamos, tal vez lo olvidaste pero te lo recordare, me engañaste con una de tus bailarinas sin cerebro GRANDISIMO IDIOTA.- gritaba a la bocina del teléfono,

-Oh vamos cariño, creí que había quedado claro ese asunto y que habías perdonado mi falta.-dijo con sarcasmo.

-Aja, si claro, ¿cómo conseguiste mi número? Y ¿cómo sabías que estaba aquí?

-Bueno, tu equipo de trabajo está al tanto de ti, no fue difícil dar contigo, una sola llamada y he aquí hablando tu yo, pero dime una cosa, ¿porque te fuiste a ocultar a ese lugar tan perdido y olvidado?¿acaso te escondías de mí?, ¿no me digas que aún me extrañas?- pregunto con soberbia.

-Bájale dos rayitas a tu ego espadachín presuntuoso. ¿Qué necesitas, apresúrate que tengo cosas que hacer?

-Créeme, después de lo que te diga, olvidaras todas las razones por las que me odias, bella dame, esto te va interesar cariño, tengo un papel en una obra para ti que recién termine de escribir ¿la recuerdas?, mi obra maestra quand le coeur se révèle y definitivamente el papel principal es tuyo, asi que regresa pronto a Paris, empezaremos con los ensayos en dos semanas.

-Espero que no estés ordenándome, Damien.- exclamo furiosa.

-Claro que estoy ordenándote, seré tu jefe, no tienes opción querida.

-Por supuesto que tengo opción, aun no te he dicho que si lo haré y por supuesto que mi respuesta es NO-recalcaba Helga.

-Vamos cariño, se cuánto morías por tener este papel, cuando comenzaba escribirla estabas entusiasmada, ahora no puedes negarte, este papel es perfecto para ti-dijo insistente.

-Lo siento Damien, no puedo, tengo otras cosas importantes que hacer y no pienso volver solo porque tú me lo pides.

-Es tu oportunidad de triunfar en otros países, esta obra rebasara fronteras es tu única oportunidad Helga.

-Bueno, en ese caso puedes decirle a tu bailarina de cuarta que le darás la oportunidad de ser algo mas que eso, dale el papel a ella a mi no me interesa y mucho menos trabajar contigo.

-Me conoces Helga, Sabes que no acepto un no por respuesta.-menciona con amenaza.

-Y yo no obedezco ordenes de alguien tan imbécil como tu, rómpete una pierna Damien, LITERAL hasta nunca- Helga cuelga el teléfono y lo lanza a la cama furiosa.

Después de hacer tal acción Helga se lanza sobre la cama, aun permeancia con el cabello escurriendo sobre ella, miraba cada uno de los puntos de su pequeña techo en su habitación tratando de analizar lo que acababa de pasar, parecía que su día podía empeorar, solo esperaba de verdad que eso no pasara, pues Damien había acabado con su buen humor.