ACEPTO.

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Estaban listos cuando ambos tomaron la limusina con rumbo a su destino hacia The Little Chapel of the Flowers.

-No puede creer que estemos a punto de hacerlo-dijo Helga con ese vestido blanco que encajaba perfecto en su esbelta figura.

-Parece un sueño mi hermosa Helga-respondió Arnold que tomaba su mano con delicadeza.

Helga le regaló una sonrisa de complicidad,.el chofer no pudo evitar y ver por el retrovisor lo que ambos rubios estaban por hacer y de ver emotivo el momento.

-Con el respeto que se merece, esta muy hermosa Señorita Pataki-mencionó mientras conducía.

-Ammm... le agradezco Sr....-dijo esperando que él dijera su nombre.

-Llamenme Walter-respondiocon una sonrisa.

-Es cierto, recién sabemos su nombre- hablò Arnold apenado.

-Descuiden, no hay problema, pronto llegaremos y por cierto felicidades a ambos.

-Gracias Walter-respondió Arnold.

A su llegada ambos bajaron del auto entusiasmados por el momento, hace tiempo que Arnold soñaba con eso pero no más que Helga, que ella siendo una niña lo deseaba con anhelo y caminaron hacia el lugar.

-Arnold, ¿todo estará listo?

-Descuida, aquí todo es más fácil y llame previamente, así que solo hay que presentarnos pero espera-dijo volviendo al auto.

-¿Arnold a donde vas? -grito Helga mientras Arnold corría.

-necesitamos invitados, no tardó.

-Tok Tok... -golpeó el vidrio del chofer.

El Sr. Walter bajó el cristal del auto.

-¿Qué sucede Sr. Shortman?.

-Sr. Walter se que apenas lo conocemos, nuestros amigos y familiares no estarán presentes pero, ¿por que nos acompaña en este momento?

-Sería un honor Sr. Shortman-aceptaba mientras bajaba del auto.

Helga miró con ternura el acto de su futuro esposo, definitivamente era un caballero y sabía tratar a todos por igual.

-Bienvenido a nuestra boda-dijo Helga al Sr. Walter.

-un honor señorita pataki-respondió el.

Los tres entraron rumbo a la capilla y empezaron a colocarse en sus respectivos lugares mientras Helga esperaba en una habitación del lugar esperando ser llamada.

-Habíamos entrado al lugar, me dirigí a la recepción dando los datos correspondientes para poder casarnos, mientras tanto, Helga fue asignada a una habitación para poder arreglarse, algo que vi innecesario pues ella ya lucía hermosa, mientras tanto yo firmaba los papeles, el señor de la recepción veía atento, diría yo, muy entrometido y no pudo evitar preguntarme-¿ es su primera boda eh? -Dijo haciendo la platica, lo miré extrañamente, ¿qué clase de pregunta era esa?
-no entiendo su pregunta dije incómodo

-oh no me malentienda, no se imagina la cantidad de gente que viene por la cuarta ronda y por cómo tiembla al escribir es claro que es la primera,-dijo cizañero-al menos usted si trajo las argollas

- Mire al Sr. Walter que escuchaba la plática, solo levantó los hombros mientras el joven se alejaba sin que yo diera respuesta a esa última afirmación equivocada de ese detalle desatendido.

-¡Las argollas!-exclame al Sr. Walter asustado-como pude olvidar eso.

-Tranquilo Sr. Shortman, ammm.. use algo simbólico-dijo igual de desesperado que yo.

Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora