Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.

Si Tan Solo Entendieran...

Después de los ánimos intensos en la cena, concluye con lindas pláticas entre todos ellos excepto Arnold que toda la noche parecía estar inconforme con alguna situación pero que Helga, que lo conocía muy bien, sabía que lo incomodaba así que trató de estar como siempre, huyendo de lo que realmente siente.

-Bueno es hora de irme es algo tarde y mi mamá estará preocupada así que me retiro y muchas gracias por esta cena muy amena-— dice la rubia levantándose de su asiento.

—¿Tan pronto debes irte Helga?- pronuncia Stella con asombro.

— En realidad no quisiera Sra. Shortman pero me es necesario, mi madre espera y seguramente estará preocupada.

— Bueno hija, esperamos que no sea la última vez, ¿que te parece si mañana nos visitas? pasas un momento por la casa y traes a tus padres contigo, nos encantaría que conozcas nuevamente la casa, ha cambiado mucho ahora es más grande y aún más hermosa, Arnold ha hecho un increíble trabajo administrando el lugar.

Arnold ve el momento oportuno por la mención de Stella, era un momento en el que podía aprovechar para hablar con Helga.

— Si Helga, sería una buena idea, será como una bienvenida, algo improvisado ya que no habría mucho tiempo para organizarlo y por supuesto todos están invitados — menciona Arnold con nerviosismo pero entusiasta.

Helga nerviosa y algo ruborizada quería meter la cabeza debajo de la mesa literalmente, gritar lo emocionada que le hacían sentir las palabras de Arnold, aunque la hicieran sentirse confundida por lo de hace un rato, sin embargo, sabe que no es un buen momento, sus padres y ella eran el problema, no había nada bueno con ellos, así que no veía nada que festejar al regresar al martirio del que creyó escapar.

— Agradezco Arnold la invitación, pero no me es posible — respondió con suspiro- — las cosas están un tanto complicadas aquí y... no creo que sea un buen momento es decir tengo que...

—¡ Oh vamos Elena! , será una tarde agradable, como antes a lado de Phill ¿recuerdas? El hubiera deseado que así fuera a tu regreso.

Helga no pudo evitar sentirse nostálgica, Phoebe se encargó de decirle sobre la muerte de Phill hace tres años, aunque era dolorosa para ella su pérdida, no tuvo el valor de enfrentarlo como era su costumbre, era mucho mejor estar lejos, y que las cosas pasaran y el tiempo se encargará de sanar heridas.

— Gertie yo... —balbuceaba Helga mientras limpiaba una lágrima de sus ojos.

—Oh querida, no quería hacerte llorar, lo lamento, sé que también ha sido doloroso para ti-dijo Gertie caminando hasta ella.

—Lamento ser tan sensible en este momento es solo que...—suspira—no saben cuánto siento no haber estado el día en que él murió.

Arnold sabía cuánto lo quería, desconocía lo que realmente unió en un lazo tan fuerte a Gertie Phill y ella, pero su abuela la miraba con mucha ternura y con amor, algo que nunca a hecho con Sophie.

—No te preocupes Helga, ammm... Mi abuelo siempre pensó en ti y te recordaba con mucho cariño, hasta el día en que el murió te tuvo en su memoria—Decía Arnold acercándose a ella y tomando su mano.

Helga se sentía molesta por lo cobarde que fue al no enfrentar sus miedos antes y alejar a cada uno de los seres que ha amado para que ellos fueran felices aunque ella no lo fuera, pero cuando Arnold tomó su mano fue más difícil, sus palabras eran sinceras y era claro que Helga siempre estuvo presente en cada uno de ellos, aunque no sabía si en el corazón de Arnold aún seguía vigente.

—Gracias camarón con pelos—se aleja soltando su mano—en cuanto a la invitación, está bien, por ti Gertie y sobre todo por Phill acepto la invitación — responde sonriente.