Flor de loto.

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Bip.. bip… sonaba el teléfono en insistentes mensajes, pero Helga seguía completa y absolutamente dormida, ya eran las 11 de la mañana, demasiado tarde para que fuera al trabajo.

Ring… ring… llamaban nuevamente.

—Criminal, porque me despiertan tan temprano—dijo Helga espabilada por los rayos de la luz del sol entrando por la ventana

Helga se sentó en la cama apartando de su cuerpo aun tibio, las cobijas que aún la cubrían.

Ring… Ring… sonaba insistente el teléfono.

Bueno contestó Helga con la voz aún ronca.

—Helga, ¿donde has estado? ¿porque aun no llegas al trabajo? ¿todo bien?—dijo al otro extremo Jake que estaba preocupado por su ausencia.

—Lo siento Jake, aun estaba dormida—frotó sus ojos con sus manos—no tuve un buen dia ayer, parece que todos se pusieron de acuerdo para hacerme miserable.

—A que te refieres Helga, estás bien, Scarlette te hizo algo—cuestiono preocupado.

—No Jake, no fue ella, directamente, pero Bob complicó nuestro plan.—Bostezo—pero en fin luego te cuento, CRIMINAL, es demasiado tarde—dijo mirando la pantalla de su celular—Jake no creo poder ir hoy podrías cubrir?.

—Claro Helga, pero necesitamos hablar y que me digas que fue lo que te ocurrió y sobre todo comunicarte con Olga, que no dejo de llamar para saber si sabía algo de ti.

Helga rodó los ojos con fastidio, aunque fuera su hermana un dia antes se había portado como su enemiga.

—Seguro Jake—dijo con disgusto—hablamos luego, chao.

Helga colgó el celular y notificaciones de llamadas y mensajes empezaron a aparecer en la pantalla, algunas de Olga de Damien que insistente no dejo de llamar pero las más importantes eran de Arnold que en su desesperación por saber de ella, no dejaba de marcar y lanzar mensaje tras mensajes.

—Bueno días princesa, ¿lista para hoy?...  ¿Por que no contestas?... ¿estas bien?... Amor, te he estado marcando toda la mañana, ¿que sucede? ...

—Oh, rayos, Arnold ha estado buscándome.

Helga intentó  llamarlo pero la batería de su celular era demasiado baja que terminó apagándose.

—No por favor, no me hagas esto ahora, —dijo golpeando el celular contra la cama.

Helga miró por toda la habitación, con el fin de encontrar algun telefono pero al no tener exito salió de él para poder hacerlo.

—PHOEBE, PHOEBE—Llamaba sin recibir respuesta.

Helga camino hasta el comedor, un emparedado de jamón estaba junto con jna malteada de fresa con una nota a lado de ella que decía.

Espero que hayas dormido bien, tuve que ir al trabajo y no quise despertarte  por cierto Arnold llamo para saber de ti, así que tuve que decirle que estabas aquí. Disfruta el desayuno, Phoebe.

Helga dio un suspiro de tranquilidad, al menos Arnold no tendría que estar con el pendiente de su ausencia y disfruto tranquila lo que Phoebe había preparado para ella. Después de hacerlo se acercó a la habitacion de Phoebe, detalles azules resaltan en cada uno de los alrededores y fotos de grandes momentos en su vida decoraban las paredes, dejó de husmear y poderle dar carga a su celular con el cargador de su amiga, mientras eso pasaba una ducha larga pudo hacer ahora que ella estaba sola, tal vez era abusar un poco más de la solidaridad de su amiga, pero lo necesitaba.

Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora