11.

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Las clases ya habían comenzado, y Sakura aun no entraba sus cosas estaban aquí pero ella no.

Eso significaba una cosa, que aquellas mujeres si lograron lo que lea pedí.

Eso quiere decir que tenia otra ventaja mas, tal vez ahora este tirada en el suelo siendo golpeada por aquellas tipas, era increíble que la gente cambiaba solo por un par de billetes y unas cuantas monedas.

Ahora entendía por que dicen que el dinero hacia milagros.

Imaginar a la Haruno tirada, ensangrentada y a dolorida por los golpes me provocaba... Satisfacción.

No, en realidad no era a si.

No sabia que me provocaba, no se si sea felicidad o... ¿Preocupacion?.

No, claro que no jamas me preocuparía por alguien como ella.

Pero.. ¿Y si le pegaron demasiado?.

¡Ahg!, ¡Eso es algo que realmente no me debe interesar!, ¡Me recuerdo que ella estuvo apunto de romperme la cara!.

—Profe.— le hable al profesor mientras alzaba la mano. —Necesito ir al baño.

—Vaya rápido.— fue lo que me contesto mientras volvía su vista a su libro.

Salí del salón, probablemente ellas ya habían acabado el trabajo que les pedí, después de todo ya había pasado mas tiempo de lo normal.

Estaba en uno de los pasillos cuando decidí a recargarme en la pared esperando aquellas chicas a quien les pague para que me hicieran ese trabajo.

Ellas no estaban ahí, les había dicho que si yo no llegaba primero que me esperaran, sin embargo no estaban lo que significaba que un no regresaban entonces ahora solo me toca esperar.

Me puse a pensar, ¿como se vera ella con el labio roto?, o tal vez con la cara magullada?.

Perdería su encanto.

Esta bien si lo reconozco, ella era bonita. Pero eso no significaba que iba a determe solo por que fuera bonita.

—Oh vaya, — su voz hizo que alzara bruscamente mi cabeza. —¿Esperabas alguien mas acaso?.

Su voz burlona se hizo presente, no lo entendía, ¡por que ella esta aquí!, debería estar ahora siendo golpeada o debería estar golpeada por lo menos.

Pero en cambio, solo se acercaba a mi con una sonrisa ladina, caminaba de lo mas normal ¡como si no le hubieran hecho absolutamente nada!.

—Tendrás que ir en ayuda a tus cómplices, creó que me sobre pase y una se desmayo del golpe.— maldición por que no pueden hacer nada bien.

—Ten, — me extendió una bolsa con.. Oh mierda. —Que paga mas miserable como para mandar a golpearme, cariño yo valgo mas que esto.

Tomo mi mano con sus dedos y me entrego la bolsa de dinero, —Sabes que es interesante.— recargo uno de sus brazos en la pared donde yo estaba, dejándome sin salida, o bueno solo un poco. —Es interesante que no seas capaz de querer golpearme tu mismo.

—Si puedo hacerlo.— afirme decidido.

—Entonces hazlo.— me miraba retadora mente, —Tienes cancha abierta, no estoy poniendo resistencia y tengo la guardia baja.

Era cierto, ahora mismo podía pegarle en una esquina de sus costillas y dejarla sin aliento.

Estaba alzando mi puño para hacer tal acción, pero no se por que solamente mi puño se quedaba en el aire no podía moverlo y tampoco podía pegarle, me quede estático.

¿Tu eres quien golpea a mi Hermanito?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora