¿Tu eres quien golpea a mi Hermanito?.

57

— ¡Ya llegue! —anuncio azotando la puerta de la casa— ¿Taiki?, —lo nombro emocionada— ¡Ven a recibir a tú Nee-chan!

Decía mientras se quitaba los zapatos para entrar por completo a la casa, el bolso donde cargaba sus pequeñas cosas lo avento a un lugar de la sala.

— ¡Taiki! —lo volvió a llamar mientras subia las escaleras para dirigirse a su cuarto— ¡Hermanito!, ¡Tú Nee-chan a regresado y no la vienes a saludar!

Se fijo en su cuarto y vio que él no estaba, corrio al unico lugar donde podría estar. Su estudio.

— ¡Hermanito! —entro cantando su nombre.

Y justamente, ahí lo vio. Taiki quien la miraba sin expresión alguna desde el otro lado de la puerta.

Él estaba dibujando algo en una de las grandes hojas de papel, parecía concentrado y una mayor por edad pero no por estatura persona que se parece a él, lo había interrumpido.

— Venga.. ¿no me vas a dar un abrazito? —dijo mientras extendia sus brazos— Tú Nee-chan ya esta aquí, ya no llores ya regrese pequeño.

Taiki solo chasqueo la lengua en respuesta a su comentario, volviendose a poner sus lentes de trabajo y volviendo a girar sus silla para seguir trabajando— Yo no tengo hermanas locas, safadas de la cabeza.

— ¡Oye! —grito en protesta— Que cruel me voy por mucho tiempo y tú ni me extrañas.

— Sakura fue menos de un día no exageres.

No era grosero. Ella lo sabía, sonrio ante su respuesta y comenzo acercarse a él.

Lo abrazo por detras de los hombros, el seguia sentado en su silla— Es obvio que me extrañaste.

— Hmp.. —no quiso decir más.. para ser sincero. El día en el que ella no estuvo, él estaba más ocupado pensando en su migraña y debatiendo que no beberia más alcohol, su día se había pasado tan rápido que no tuvo tiempo para pensar en ella. Sin ofenderla.

Se levanto de su asiento y la rodeo con sus brazos para corresponderle su abrazo— Bienvenida a casa, tonta nee-chan.

Escucho su risa, sabía que no tenia que decir nada más.

— ¿Te parece si ordenamos pizza? —le dijo mientras lo soltaba dirigiendose a una de las mesitas para sentarse encima de ella— Estoy cansada y no tengo ganas de cocinar.

— ¿Pizza?, pero si allí comida en el refrigerador, para que quieres gastar más —la regaño— y si tienes tanta hambre puedo cocinarte yo.

— ¿Tú? —le pregunto con cierta gracia— no te ofendas hermanito pero aun quiero vivir.

— ¡Bien! —se ofendido— ordena tu sagrada pizza entonces.

— ¡Si!, —grito de emoción— Prestame tu teléfono.

— ¿Porque el mio?, ¿Acaso no tienes el tuyo?

— Mi telefono se quedo en mi bolso, no le reste importancia porque queria saludar a mi hermanito primero.

— Que considerada —dijo sarcastico— Solo no andes de chismosa en mis mensajes.

— ¡Oh por supuesto que no! —dijo agarrando su celular— ¿Que clase de persona crees que soy?

— Una que me observa según "cuidadosamente" cada que me mandan un mensaje.

— ¡Ay por favor!, —bufo— No soy tan.. ¡Ehhh.. quien te escribió "besos jefe, espero verlo pronto"

Taiki solo enarco una ceja, diciendole con la mirada "no que no".

— Es mi secretaria.. no hay nada que ver.