¿Tu eres quien golpea a mi Hermanito?.

35

El sol comenzaba aparecer los primeros destellos entraban por la ventana de la pelirrosa.

Era un nuevo día, y hoy tenia que ir al escuela. Que huevada.

Estiro todo su cuerpo sobre la cama, cinco minutos mas, aun que esos cinco minutos pueden ser engañosos pero también eran muy necesarios.

No había nada mas rico que estar acurrucada en su cama, disfrutando de la fresca mañana. Bostezo, se volvió a estirar para volver a cerrar los ojos y cubrirse completamente con las sabanas.

¿Y si no iba al escuela?, a fin de cuentas.. ella ya había concluido la prepa.

¿Realmente importan los maestros que le tocaban hoy?, a fin de cuentas todo lo que ellos les enseñan, ello lo sabe diez veces mejor.

Oh cierto, no podía faltar porque no podía dejar solo a su hermano, aun que sabe que ya esta salvo, prefiere no correr el riesgo.

Pero aun así se iba a echar sus cinco minutos.

— ¡Woooooooooo!, — adiós a los cinco minutos. —¡Nee-chan, nee-chan!.

Los gritos de Taiki invadieron su habitación, su emoción estaba reflejada, tenia en una mano la caja de su nuevo PS4 y el dinosaurio de Sasuke en otra mano. 

— ¡Nee-chan!, ¡¿Tu me regalaste esto?!.— Taiki estaba muy animado, y muy contento.

— Yo solo te regale la consola, el dinosaurio es por parte de Sasuke.

Taiki se subió a la cama de Sakura junto con sus regalos, procuro que tratar bien a la consola porque esa se rompía facil.

Sakura se sentó en su cama y ayudo a Taiki acomodarse, él niño miro por segundos el dinosaurio que traía en manos.

— Entonces... este me lo dio sasuke.— dijo mientras lo observaba.

— Si, puede que ayer no viniera pero si se acordó de ti.

— Hubiera sido mejor que me lo entregara en persona.— abrazo al peluche. —Muchas gracias.

— Cuando lo veas hoy en la escuela, procurate de agradecerle correctamente.

— ¡Por su puesto que lo haré!.— brinco para ahora abrazar a Sakura. —Y gracias también a ti nee-chan, por regarme el play.

— Ni que gracias son quinientos varos.— bromeo.

— ¡Nee-chan!.

Sakura rio bajo, —Disfrútalo enano, le has echado muchas ganas al escuela, y eres un niño increíble. Realmente te lo mereces.— dijo para terminar de abrazarlo. —Jugaras con el cuando regresemos de ña escuela, ahora tenemos que arreglarnos para irnos.

— Ahhh, chale.— se quejo el niño.

— Venga, ve a tu cuarto a listarte mientras yo hago el desayuno.

— Pero, al regresar ¿puedo jugar?.

— Terminando tus deberes claro que puedes jugar todo lo que quieras.

— ¡Gracias nee-chan!.— agradeció dandole un corto abrazo y llendoce a su cuarto.

Sakura sonrió ante la felicidad que emanaba su hermano, sin duda sabia que ese regalo lo haría feliz.

Se levanto de la cama y se fue a su baño para una ducha, tenia que alistarse para ir al escuela. Por mucha pereza que tuviera tenia que ir, o al menos hasta que viera que las cosas realmente ahora son seguras, así no tuviera necesidad de andar detrás de Taiki como perro guardián.